Para irse de feria

Desde 1998 se celebra en Jerez de la Frontera, cada dos años, la Feria Vinoble, el Salón Internacional de los Vinos Nobles, Generosos y Licorosos. Esta feria nació por la necesidad de destacar esos grandes vinos que, a veces, pasan desapercibidos. Las ferias son los puntos de encuentro para todos aquellos que compartimos la profesión y el amor por el vino. Esta, en concreto, se celebra en El Alcázar de Jerez, una fortaleza-palacio que es uno de los monumentos más emblemáticos y antiguos de la ciudad. Caminando por sus jardines y viendo su Torre del Homenaje es fácil imaginarse a los antiguos reyes almohades o cristianos (depende de la época) defendiendo el puesto.

El lugar elegido, volver a ver a viejos conocidos, compartir buenos momentos con los amigos y el ambiente que la rodea hacen que Vinoble no sea sólo un evento donde catar vinos. Son tres intensos días, de eventos y degustaciones, en los que se duerme poco y se disfruta mucho. Como en cada ocasión, este año hemos conocido nuevos proyectos y vinos que nos han sorprendido y nos dejaron con ganas de más, impacientes por volver la próximaferia.

En la de este año me gustaría destacar un vino en particular, TIVO de Bodegas Primitivo Collantes. La historia de esta bodega se remonta al siglo XIX con la llegada, desde Santander a Chiclana de la Frontera de los hermanos Primitivo y Tomás Collantes. El espíritu de esta bodega es la ilusión de elaborar productos cercanos, con sabor y calidad y con el objetivo de llevar sus vinos y la marca de Chiclana de la Frontera a otras partes del mundo.

TIVO es un vino blanco elaborado con la variedad de uva rey. ¿No os suena? No es de extrañar, pues esta variedad es conocida como montúa y cheval. Es una variedad casi extinta en Chiclana de la Frontera que estuvo a punto de desaparecer al ser desplazada por la variedad Palomino. Fue recuperada en 2014 por esta bodega, precisamente, que empezó con sólo 75 cepas de uva Rey. TIVO es un homenaje al abuelo del actual gerente de Primitivo Collantes que elaboraba un vino con esta misma variedad y que fue quien le transmitió su pasión por el vino.

Para la fermentación y crianza de este vino se utilizan botas de roble americano que, anteriormente, tuvieron vino fino. TIVO pasa en estas barricas seis meses para permanecer otros seis en acero inoxidable y acabar su proceso de envejecimiento en botella, un total de veinticuatro meses, todo ello sin velo de flor. Es un vino blanco seco, con notas herbáceas e hidrocarburos, un toque salino y un largo final. A disfrutar.

La DOP Jumilla ha celebrado el treinta aniversario de su Certamen de Calidad de Vinos, en el que he tenido el honor de participar como jurado.

Unas jornadas intensas en las que hemos probado más de 170 muestras de vino a ciegas. Uno de los galardonados en la categoría de blancos es el que nos trae hoy aquí. Lunático blanco, elaborado por Casa de la Ermita fue, merecidamente, galardonado con la Medalla de Plata de su categoría. Procedente del corazón de la Sierra del Carche, Lunático blanco ha sido elaborado con viognier y permanece tres meses de crianza en barrica antes de ser embotellado. Bautizado así porque se vendimia de noche a la luz de la luna, es un blanco amplio y untuoso con notas florales rodeadas de aromas a mantequilla y tostados.

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