El Cartagena pisa el freno al Alavés

Vitoria siempre ha sido una zona de paso para el fútbol cartagenero, nunca una parada obligatoria en el camino. En Mendizorroza siempre vimos partidos de la UEFA, estrellas y algún que otro estrellado, como Piterman y su calamitosa gestión en el Alavés. Nunca vimos jugar ahí al FC Cartagena. Hasta que este sábado se plantó allí a la hora de la siesta, con nada que perder y mucho que ganar, para medirse al Glorioso. Dos clubes históricamente a años luz que en una fría tarde de febrero coincidieron en el mismo terreno de juego y por un mismo objetivo: los tres puntos.

Acaso lo intentó más el Alavés, que tenía la posibilidad de ponerse líder si ganaba. Su plantilla es de Primera División y suyo es el récord de victorias seguidas esta temporada, con cinco. La sexta la buscó de principio a fin sin premio, a veces frenados los vitorianos por la defensa y siempre por el muro Escandell. El portero del Efesé hace cosas de portero grande: parar a propósito y hasta sin querer. En Mendizorroza salvó tres goles, a cada cual más difícil.

Para ver repetida mil veces la mano que saca Escandell a Sylla, en un cabezazo a bocajarro; la respuesta arriba para Luis Rioja y la clase magistral de reflejos ante Abqar, sin tiempo apenas para reaccionar. El senegalés ganó prácticamente todos los duelos a la defensa, pero nunca superó al portero valenciano; Rioja se quedó seco, pese a atravesar un momento idílico de gol; y la entrada de Villalibre tampoco causó problemas al rancho albinegro.

Sí le tocó al Cartagena ponerse el mono de trabajo desde el principio. Kiko Olivas sufrió su cuarta lesión muscular en el minuto 26 y pronto también quedó amonestado Datkovic, que será baja en Ponferrada por acumulación de tarjetas amarillas. La defensa albinegra tuvo que emplearse a fondo para defender cerca de una veintena de balones colgados al área, entre centros y saques de esquina, algunos defectuosamente despejados por Alcalá y Calero. Al pico y la pala también se aplicaron dos futbolistas de ataque, Ureña y Poveda, especialmente comprometidos a la causa.

Dijo el entrenador local, Luis García Plaza, que el Cartagena les haría correr. Fue al revés, porque su equipo minimizó las virtudes albinegras, rodeado Jairo, invisible Borja Valle y a cuenta gotas De Blasis, en la primera parte. Tras el descanso pudo pasar de todo, desde la victoria del Alavés hasta la campanada del Efesé. Jairo estuvo cerca de repetir el gol de Ipurua, pero el balón se fue al lateral de la red; Ureña exigió la estirada a Sivera y Borja Valle enfiló la portería sin medir a Isak en el mano a mano, tal vez creyendo que el sueco estaba en fuera de juego.

Ni para vitorianos ni para cartageneros. Todo quedó en empate, que frena al Alavés y confirma al Cartagena como un digno competidor. Los de Carrión asaltaron Ipurua (0-3) y el Ciudad de Valencia (0-1), además de competir en Granada (1-0), Las Palmas (1-0) y caer injustamente en Burgos (1-0). En el pasado, el Efesé tampoco se arrugó en la casa del Espanyol (0-2) ni en la del Almería. Los 7 puntos de los últimos 9 confirman la recuperación albinegra en un momento importante de la temporada.