El museo flotante abre sus puertas

La vela clásica llega a Cartagena del 28 al 30 de abril. Dornas gallegas, bateles vascos, barcas de la Albufera y la flota latina murciana, junto a alguno de los veleros más bellos del Mediterráneo, se darán cita en la ciudad departamental en un encuentro cargado de sabor marinero. Un museo flotante en puerto y un espectáculo inigualable de velas en el mar.

Un velero clásico evoca historia y aventuras, pero sobre todo destila una elegancia eterna. Como dijo Olin Stephens, uno de los grandes de la arquitectura naval, «aunque la belleza no sea un factor de velocidad, los barcos más hermosos a la vista son los más agradables de llevar». Las regatas de veleros clásicos son por ello acontecimientos muy especiales, en los que el espíritu competitivo no se traduce tanto en correr más con el barco como en mantener el espíritu esencial de una obra de arte que sigue navegando.

Esta reunión de veleros clásicos se celebra por segunda ocasión en Cartagena afianzada como una de las grandes citas náuticas del Mediterráneo gracias a la satisfacción de los armadores de estas embarcaciones por reunirse y compartir una pasión especial. Sus antecedentes se remontan al 2009, cuando un amante del Mar Menor y de la vela clásica, Andrés Sánchez, programó una concentración para reunir al mayor número de latinos, así como embarcaciones tradicionales venidas de otras regiones. Esta primera experiencia animó a los amantes de estas naves. Se reunieron botes de Santa Lucia y Mar Menor, junto a los de Torrevieja y de la Albufera valenciana. Desde entonces, cada año ha sido un desafío que ha contado con alguno de los barcos más emblemáticos del Mediterráneo; 'La Bella Lola', 'Ilex', 'Isla Ebusitana', 'Gipsy, Hipania' y 'Lady Anne', dos 15 metros formula internacional, ambos centenarios y que deleitaron a los aficionados en un auténtico 'mach race' en la tercera edición.

Andrés cuenta con la colaboración de Bruno Durex, de Innoventures Capital. Juntos han formado un tándem que desde hace años gestiona actividades náuticas, siendo en el 2021 los artífices de traer La GC32 Mar Menor Cup de los catamaranes voladores, una prueba de reconocido prestigio mundial que ya ha reunido a algunos de los mejores regatistas del mundo.

Para la edición de este año han confirmado su asistencia dornas gallegas, bateles vascos, barcas de La Albufera, latinos del levante y canarios. También la nutrida flota de 21 palmos de Santa Lucia, a la que se le unirá sus hermanos mayores (42 palmos) procedentes del Mar Menor.

Se trata de una importante representación de los diferentes tipos de cascos, velas y aparejos, cada uno con su particularidad regional, que conforman parte del patrimonio marítimo nacional. Alguno de ellos centenarios, que han ido pasando de padres a hijos, cuidados con mimo por sus familias. La flota murciana cuenta con múltiples casos, pero uno en particular, 'La Conchita', de la familia Barnuevo de Santiago de la Ribera, con más de 130 años entre sus cuadernas, o el 'San Agustín', de Los Luisos de Los Alcázares, o el 'Virgen del Carmen', de la familia Quijano de la Isla del Barón. Todos ellos autenticas joyas cuidadas por armadores y asociaciones que velan por que esta rica herencia no se pierda.

A todos ellos se les unirán, si el tiempo no lo impide, auténticas obras de arte, como 'Niña Luisita', una goleta bermudiana de 1929 con una eslora de 21 metros y 4,32 metros de manga y un desplazamiento de 55 toneladas. Diseñada por el prestigioso Vincenzo Baglietto el Conde Bruzzo, que la bautizo como 'Porfi' y que cuidó hasta el año 1971, año desde el que pasó a manos del Conde Tagliaferri. «Con orgullo podemos decir que 'Niña Luisita' sigue siendo un proyecto familiar, una reliquia que ha pasado de generación en generación manteniendo su originalidad, su carisma y su absoluta fidelidad en los detalles», dice Marcia, hija del conde.

También está prevista la presencia del 'Saint Christophe'. Fue vendido en dos ocasiones hasta que los nietos del primer propietario lo volvieron a comprar. Desde hace varios años esta gestionado por la firma murciana Gestión Marítima Vela Latina, a la que se incorpora 'Niña Luisita', dedicándose a chartear por el litoral murciano.

También, y por primera vez, el 'Pascual Flores' arribará a Cartagena, tras una larga restauración. Este salinero fue construido en las playas de Torrevieja en 1917, con una eslora de 34 metros, una manga de 8 metros y una superficie velica de 415 metros cuadrados. Se dedicó al cabotaje y buque de carga entre la península y Baleares. Como muchos de estos grandes veleros, terminó sus días de trabajo en Inglaterra. Fue una gestión municipal la que lo devolvió a Torrevieja donde se iniciaron los primeros trabajos de reconstrucción. En el 2020, un acuerdo con la Fundación Nao Victoria hizo posible la terminación del barco y su gestión. En su estancia en Cartagena, no solo participará en el evento, también podrá ser visitado en horarios establecidos. Alrededor de cuarenta botes latinos y diez barcos clásicos y de época han confirmado su asistencia a este encuentro que ofrecerá un espectáculo inigualable en los muelles y una imagen que recordará los primeros años del siglo XX.

La Cartagena Vela Clásica cuenta con el apoyo de la Comunidad Autónoma, del Ayuntamiento de Cartagena y de la Autoridad Portuaria. También con la colaboración de la Federación de Vela, del Real Club de Regatas de Cartagena, del CN de Santa Lucia y del Yacht Port.

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