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Aficionados del barriodel Infante desplazadosa Málaga para animar alUCAM, ayer. E. S.-B.

Málaga y el Carpena fueron murcianos

Que el UCAM fuera el primer eliminado no impidió que su afición fuera la que más se hizo sentir en la primera jornada de la Copa del rey

Emilio Sánchez-Bolea y J. M. López

Viernes, 16 de febrero 2024, 01:07

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Quedar emparejado con el rival que nadie quería y tener un único voto de confianza entre los directores deportivos y entrenadores de los equipos no clasificados no quería decir que el UCAM no tuviera respaldo en Málaga. Todo lo contrario. Como ocurriera en Granada hace dos años, su afición fue la que más se hizo sentir, con alrededor de 1.000 desplazados que superaban por mucho a otras aficiones que apenas podían rozar los 600.

Un millar de gargantas que empujaron al UCAM en busca de un imposible del que Sito estaba «totalmente convencido», y que hasta su dramático final tuvo su buena dosis de fiesta huertana. Con punto de reunión en el restaurante La Curiosa, regado con la Estrella Levante murciana, la afición se convidó antes de desplazarse al Carpena con tiempo de brindar un gran recibimiento a su equipo, programado para las 16.15, cuando un espectáculo de color rojo dio la bienvenida al autobús del UCAM Murcia con todo tipo de cánticos de aliento, una traca, bombas de humo rojo y alguna que otra bengala.

Unos hicieron noche el día antes en Málaga, otros se echaron a la carretera desde primera hora de ayer, pero la ilusión mueve montañas y de eso nunca puede ir falto un equipo que disputaba su segunda Copa del Rey por clasificación deportiva bajo el formato de celebración actual. Uno de enorme éxito hasta su retransmisión en 151 países y que tuvo en Murcia, en 1996, su punto de partida.

La compañía de artes escénicas Belter Souls se encargó de ofrecer el espectáculo del descanso en el partido del UCAM

Hablaba Sito en la previa al torneo de la necesidad de vérselas en estas para ganar «respeto». Y la ocasión no cabe duda de que fue aprovechada por el equipo y su sexto jugador que es una afición que crece y que suma, en la que los jugadores pueden dejarse llevar en volandas. Y una que vive el pleno derecho de soñar con acostumbrarse a la Copa. Creado ese reconocimiento en las aficiones congregadas en el Carpena, y como suele ser habitual, estas empatizaron con la lucha de David en su empeño por tumbar a Goliat. A petición de los murcianos, todo el pabellón botó en favor murciano y compró el «¡sí se puede!» que sonó en más de una ocasión.

Salvo las peñas madridistas en un el anillo superior de uno de los fondos, la bufanda roja era la que más fuerte ondeó hasta crear una desbordante energía.

Kurucs, siempre en erupción

Las rencillas sin resolver de los últimos choques entre ambos equipos sobre el parqué se hicieron presentes también en esta ocasión. Pero había otras que venían de más atrás, como la de Rodions Kurucs y Rudy Fernández. El letón fue clave en la victoria de su selección ante la española en la última Copa del Mundo, y recordado es un gesto que hizo después de una canasta ante el español, muy popular en el baloncesto de hoy en día, y que viene a decir que su oponente es demasiado pequeño para él.

Ayer volvió a llevarse al poste bajo al español con más internacionalidades, y después de obtener el premio de la canasta, el mayor de los Kurucs no pudo resistirse a repetir el gesto. Misma situación, pero unos meses más tarde y en Málaga. El alero puso en sobreaviso a los del Madrid del listón que se iba a imponer. Y no le pesó ir cargado de faltas durante prácticamente todo el partido para achantarse lo más mínimo, pues, aunque hizo su cuarta falta nada más regresar del descanso, siguió jugando casi todo el tercer cuarto sin guardar esfuerzos.

Espectáculo 'made in Murcia'

La Copa es mucho más que baloncesto en todo y cuanto rodea al evento. Es un producto de entretenimiento de primer nivel y toda una oportunidad para los artistas que a esta acuden para elevar el espectáculo. Como en la Supercopa de septiembre en Murcia, la compañía de artes escénicas Belter Souls, que dirige el músico murciano Pablo de Torres, compuesta por 50 artistas, fue reclamada por la ACB para amenizar el descanso. Como ocurriera en el Palacio de los Deportes, pero esta vez lejos de la tierra, Belter Souls se ganó el aplauso unánime del Carpena.

Sin la familia Mendoza

El momento más amargo para el UCAM ocurrió horas antes de la derrota, cuando se conocía el fallecimiento de Dolores Mascarell, madre de la presidenta del club y de la universidad. Los miembros de la familia Mendoza, la mayoría de camino cuando ocurrió el deceso, regresaron a Murcia para atender el sepelio. Antes del partido se guardó un respetuoso minuto de silencio en su memoria.

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