Nico pasa el testigo a Carlos
Alcaraz se convierte en el tercer tenista de la Región que jugará un Grand Slam, tras Almagro y Juancho Marín
«Es algo increíble. Es como estar en una nube, poder jugar contra los mejores... Se puede explicar, pero es muy difícil. Hay que vivirlo», dice Juan Antonio [Juancho] Marín, el primer murciano que jugó un Grand Slam. Aunque costarricense de nacimiento, su padre es murciano, está casado con una murciana y aqui vive desde los 14 años [tiene 45]. Su primer partido en uno de los cuatro torneos mayores del circuito internacional data del año 1997, cuando cayó derrotado en Wimbledon ante el ruso Yevgeny Kafelnikov (4-6, 2-6, 0-6).
Veinticuatro años después, Carlos Alcaraz, el tenista de El Palmar, de 17 años, en el que se despositan las esperanzas de un relevo en el tenis español, se ha metido en el Abierto de Australia tras superar la fase previa.
Pero entre Juancho Marín y Carlos Alcaraz el protagonismo del tenis en la Región lo acaparó Nicolás Almagro [35 años], el jugador más laureado del tenis murciano y el que alcanzó el mejor puesto en el ranking de la ATP [9]. Además, durante cuatro años se mantuvo entre los quince mejores del mundo. Nico es quien pasa el testigo a Carlos Alcaraz. Nadie en la Región ha jugado más partidos de Grand Slam que él. Ha estado presente en 48 cuadros finales de los cuatro grandes.
En Murcia nadie sabe mejor que él lo que se siente al saltar a la pista en el Open de Australia, Roland Garros, Wimbledon o en el Open de Estados Unidos. «Es una sensación muy buena. La mejor. Hay que tener en cuenta que es el premio al trabajo bien hecho durante mucho tiempo», dice Nico, quien recomienda a Carlos Alcaraz que disfrute del gran momento que está viviendo. «A partir de ahora todo le va a ir muy rápido. No va a tener mucho tiempo para saborear los triunfos. Ahora bien, lo que está logrando está al alcance de muy pocos. Debe ir poco a poco, paso a paso, y sabiendo administrar bien la presión».
Mente fría
En términos similares habla Juancho Marín, quien aconseja a Carlos Alcaraz que cuando en febrero salga a jugar a las pistas duras del Melbourne Park «mantenga la mente fría. Él es bueno y tiene que saber superar la presión y disfrutar, ya que tienes recursos y juego para hacerlo bien».
Juancho también recomienda a Carlos que tenga paciencia, «ya que los partidos al mejor de cinco sets se pueden hacer muy largos».
Carlos tiene años tiene por delante para pulir lo que haga falta y con el paso de los años poder rememorar con satisfacción alguna de sus actuaciones, como les pasa a Juancho y a Nico, quienes recuerdan con orgullo los que para ellos han sido sus mejores partidos en un Grand Slam. Para el murciano nacido en Costa Rica, actual director deportivo del Murcia Club de Tenis, fue el que disputó en 1999 en la primera ronda de Roland Garros, ante el exnúmero 1 del mundo y ganador de 14 grandes, Pete Sampras. El estadounidense tuvo que emplearse a fondo para superar a Juancho en cinco sets, con parciales de 6-7(5), 6-4, 7-5,7-6(9), y 6-4. «Y además fue en la pista central», recalca Marín.
El mejor partido de Nico Almagro en un Grand Slam también fue en Roland Garros. En la edición de 2004, ante Gustavo Kuerten, que ya era tricampeón del torneo.
Era el debut de Almagro en un cuadro final de un torneo del Grand Slam. La pista estaba abarrotada, con un montón de banderas brasileñas. El murciano sacó para ganar el partido, 5-4 arriba en el quinto set. En ese momento, la veteranía de Kuerten salió a relucir para darle la vuelta a la situación. Nico cayó, con la cabeza muy alta, 7-5, 7-6 (2), 1-6, 3-6 y 7-5.
En septiembre del año pasado, Alcaraz se quedó a las puertas de disputar su primer Grand Slam. También fue en París, pero allí le traicionaron los nervios en la primera cita de la fase de clasificación. Su rival fue el australiano Aleksandar Vukic, que lo derrotó por 4-6, 7-6 (5) y 6-3.
Alcaraz se hizo con el primer set tras romper el servicio de Vukic en el último juego y estuvo a solo dos puntos de ganar el partido, ya que en el desempate del segundo parcial dominaba por 5-3. Sin embargo, Vukic, de 24 años, reaccionó y se anotó el set y aunque Carlos abrió el tercero con una rotura, su rival reaccionó para acabar anotándoselo y continuar en el torneo.
Lección aprendida
Ese partido era el del debut del murciano en una frase previa de un Grand Slam, y en Doha, donde se ha disputado la del Open de Australia, demostró que iba con la lección aprendida. Superó las tres rondas exigidas.
Alcaraz viajó el jueves a Melbourne para ingresar en la burbuja australiana e ir aclimatándose a una nueva dimensión. Se trata de una operación casi sin precedentes, hasta 1.200 personas formarán parte de la primera burbuja tenística del año, con un protocolo de seguridad estricto y hermético.
Craig Tiley, el director del Open de Australia y la persona encargada de mover los últimos hilos, ha dicho a la web puntodebreak que «está claro que las condiciones al principio van a ser muy duras. Todo esto lo hacemos por una razón: crear un entorno seguro. En cuanto a nuestra comunicación y relación con los jugadores, todos aquellos que pueden venir y que están sanos van a estar aquí. Los jugadores que se han bajado lo han hecho por motivos físicos: por ejemplo, Federer se acaba de recuperar de una lesión, y como él hay varios».
La organización del Open de Australia dispone de tres hoteles en Melbourne en los que los jugadores guardarán la cuarentena. Además, se han organizado diferentes 'burbujas de entrenamiento' para las cinco horas posibles de práctica que los tenistas pueden pasar fuera de sus habitaciones.
Mientras tanto, el cartagenero Rafa Segado, la aguileña Alba Rey y la murciana Ariana Geerlings, quienes son el futuro del tenis regional, siguen con atención los pasos que sigue dando Carlos Alcaraz, el tenista del que están todos pendientes.
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