Pedro Acosta, en una imagen de archivo. César March
Perfil

Pedro Acosta, un 'Tiburón' que no olvida sus raíces

Acosta declina mudarse a Andorra y seguirá viviendo a caballo entre Murcia y Mazarrón, donde es feliz y tiene «todo lo que necesita»

Domingo, 12 de noviembre 2023, 07:12

Hijo de un pescador del Puerto de Mazarrón, Pedro Acosta tiene dos hermanas mayores que él: Miriam y María. Con 6 años, su padre, un ... apasionado de las motos, le compró una de motocross para probar y las sensaciones fueron increíbles desde el primer momento. Desde entonces, su vida han sido las motos. Aficionado al snowboard, Acosta siempre ha dicho que sus ídolos son Kevin Schwantz y Casey Stoner. Y este domingo, a sus 19 años y con dos títulos Mundiales bajo el brazo, se pasa las 24 horas pensando y viviendo por y para una pasión que le ha convertido en la gran esperanza de futuro del motociclismo español. Ya son muchos los que creen que su carrera acabará siendo incluso mejor que la de Schwantz y Stoner. Casi nada.

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A Pedro, de 48 años, y a su esposa Mercedes, de 46, y a sus hijas María del Mar, de 31 y Miriam, de 23, el hecho de que el pequeño de la familia haya revolucionado su mundo les alarmó al principio. El pequeño Pedro se convirtió en 2021 en el primer piloto en 72 años de historia del Mundial de motociclismo que se subía al podio en las primeras cuatro carreras de su vida, es decir, en el debutante, en el novato, en el 'rookie' más brutal de los que han existido (tres victorias y un segundo puesto). Aquello les cambió la vida a todos. Pero poco a poco las cosas han ido adquiriendo una cierta naturalidad.

En su vida últimamente ha habido cambios importantes, eso sí. Algunos más traumáticos que otros. Cuando llegó a KTM su primera y casi única condición fue que el murciano Paco Mármol, su padre deportivo desde que le enseñara a pilotar en Cartagena, estuviera siempre a su lado. Y así fue durante el año del debut del piloto mazarronero en el Mundial. En el segundo ya apenas le acompañó y este curso Acosta ya no ha trabajado nunca con un Mármol que fue quien lo llevó a la élite.

El mazarronero dejó de trabajar con Paco Mármol y ahora se prepara con el sanjaviereño Adrián Cases, amigo de la infancia y piloto que no llegó a la élite

Mármol, conocido por todos como 'Pakote', está centrado ahora en su trabajo con las escuelas para niños y la familia de Acosta entendió que en ese entorno no podía seguir trabajando todo un campeón del mundo como Pedro. El 'Tiburón de Mazarrón' se prepara ahora a diario con el sanjaviereño Adrián Cases, quien tiene una escuela en Murcia (Cases Riders Academy) y es amigo de la infancia de Acosta. Cases quiso ser piloto profesional, pero se quedó por el camino. Su techo fue el Campeonato de España de 600 cc. A Acosta también le gusta entrenar con otros pilotos del Mundial y es frecuente que lo haga con Viñales, Mir o Escrig.

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No cambia su residencia

Lo que no va a hacer, al menos a corto plazo, es irse a vivir a Andorra, siguiendo el camino de la mayoría de los pilotos del Mundial. Acosta ha visitado dos veces el país andorrano, ha estado allí de vacaciones con su familia y ha valorado con su agente, un Albert Valera que sí reside en Andorra, las ventajas e inconvenientes de dejar Murcia e instalarse en el pequeño país de los Pirineos. «No le gusta aquello. Su vida aquí es muy cómoda y en Mazarrón la gente respeta su intimidad. Lo tiene todo y siempre dice que por mucho dinero que le quiten con los impuestos, algo le quedará para vivir», ha contado su padre en una entrevista concedida al diario 'Marca'.

Tras despuntar en campeonatos nacionales como la Cuna de campeones o el Campeonato de España de PreMoto3, donde fue campeón, el debut internacional de Acosta se produjo en 2018 en el Mundial júnior, donde disputó solo tres carreras y ya fue 13º en Aragón. En 2019 se apuntó a la Red Bull Rookies Cup. Acabó subcampeón, solo superado por Carlos Tatay, pese a perderse las dos primeras carreras en Jerez debido a una conmoción cerebral sufrida en la clasificación. Aun así cerró el año con tres victorias. Y en 2020, después de romperse la pierna a principios de año, arrasó. Ganó las seis primeras citas. También fue tercero en el Mundial júnior de Moto3, donde se llevó tres pruebas. Esa fue la carta de presentación de Pedro para llegar al Mundial en 2021 y ponerlo 'patas arriba' desde el primer día.

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Una tarde en el taekwondo

Y eso que de pequeño no le gustaban las motos. «Yo me lo llevaba al Circuito de Cartagena cuando iba con mi moto a hacer tandas y él, con cuatro añitos, no nos hacía ni caso», recuerda el padre del doble campeón mundial. Así, su madre lo apuntó a taekwondo. Solo fue a una clase. Regresó demasiado pronto a casa. «Pero ¿qué haces aquí, Pedrito?», le preguntó su madre. «Mamá, yo no voy allí a que me peguen, ya me puedes borrar». Y no volvió.

Más tarde, un sábado de otoño, su padre volvió a llevárselo al Circuito de Cartagena, justo cuando Paco Mármol acababa de abrir su escuela de pilotos. Y el pequeño 'tiburón' decidió apuntarse. «Cuando ví que el primer día de clase, todos los niños tocaban con la rodilla en el suelo, me dije 'mi Pedro no va a tocar nunca con la rodilla en el suelo'», recuerda el padre. Pero 'Pakote' se acercó al padre de Acosta y le dijo: «quédate y verás que en cinco vueltas ya está tocando con la rodillas en el suelo». Y así ocurrió.

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Acosta le perdió el miedo a las motos ese día y desde entonces ha convivido muy bien con la presión y ninguna caída le ha hecho mella. Es ambicioso y no le tiene miedo a nada. Lleva ya unas cuantas caídas, la más seria la de 2021 Austin cuando salió volando y alcanzó una altura de seis metros. Milagrosamente salió ileso. Y llegó a boxes sonriendo y gastando bromas. Ese es Acosta. El tipo, que se ha hecho un fijo del gimnasio y este año ha ganado siete kilos, parece estar hecho de otra pasta.

Al 'Tiburón' muchos le llamaban 'Kevin', en honor a Kevin Schwantz, mítico piloto estadounidense que conquistó el título de 500 cc con Suzuki en 1993. Era el favorito de su padre debido a un estilo muy especial de pilotar, con sus frenadas imposibles que ahora suele poner en práctica Pedro Acosta.

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