El mejor CAB reaparece para esquivar la peor crisis
El equipo de Primera Nacional, que sufrió para pagar su inscripción en verano, suma nueve jornadas sin perder, es cuarto y sueña con clasificarse para el 'playoff' de ascenso a División de Honor Plata
Levanta el vuelo el balonmano cartagenero, tras una última temporada complicada y un verano muy convulso. «Tuvimos que pagar nosotros la inscripción del primer equipo masculino, porque de lo contrario no salía», recuerda Paco Belmonte, presidente del FC Cartagena, entidad que además sufraga los autocares de todos los equipos. En total, cerca de 40.000 euros. El conjunto de Primera División masculina (tercera categoría nacional) lleva nueve jornadas sin perder (siete victorias y dos empates), es cuarto y sueña con clasificarse para el 'playoff' de ascenso a División de Honor Plata. Hoy recibe al Almoradí en el Pabellón Central (20.00 horas, entrada gratuita).
«Se puso la cosa muy fea y un grupo de padres cogimos el mando en verano para poder sacar el club adelante. No había dinero. La situación era de pura emergencia y entre la ayuda del FC Cartagena y la campaña 'Objetivo 100', con pequeñas aportaciones económicas de pequeñas empresas y comercios de la ciudad, fuimos capaces de dar viabilidad al club», confirma Sandalio Jiménez, uno de los miembros de la junta gestora de un FC Cartagena CAB que se repuso así a la marcha de Sonia Busquier (presidenta) y Sergio Amat (entrenador del primer equipo), el matrimonio que había tirado del carro en las últimas temporadas. Entre los dos cubrían el 20% del presupuesto anual del club.
Los datos
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9 partidos sin perder (7 victorias y 2 empates) lleva un FC Cartagena CAB que ocupa la cuarta plaza del grupo E de Primera División. Suma 22 puntos y está a seis del segundo, un Mitoura Mallorca al que recibirá en dos semanas en el Pabellón Central.
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30.000 euros es la subvención que recibe el club del Ayuntamiento de Cartagena. El primer equipo masculino utiliza las instalaciones del Pabellón Central. El FC Cartagena aporta casi 40.000.
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50.000 euros es el aumento en el presupuesto que habría que realizar de cara a la temporada que viene para competir en División de Honor Plata.
Sergio Amat, cortado su vínculo ya con el FC Cartagena CAB, entrena este curso al Ritec Águilas, undécimo clasificado del grupo E de Primera, el mismo que el del conjunto cartagenero. La directiva anterior se disolvió en verano y no hay un relevo todavía. Lo que sí existe es una junta gestora que se encarga de que a los cien jugadores de la cantera y a los del primer equipo no les falte lo esencial para entrenarse y poder competir con garantías cada fin de semana.
Muchos problemas
«No es fácil», constata Pedro Herrera, miembro de esa gestora, entrenador del equipo juvenil y segundo de José María Moreno, técnico del conjunto masculino de Primera División. Herrera es una de las voces más autorizadas del balonmano regional, alma máter del CAB Cartagena durante más de tres décadas y persona que conoce perfectamente lo que cuesta mantenerse a flote en un contexto tan hostil.
«Tenemos un déficit tremendo de instalaciones. La UPCT nos prestaba el pabellón Urban, pero esa instalación ha colapsado y se ha tenido que cerrar. Andamos de un lado para otro... En el Jiménez de la Espada, en Barrio Peral... Pero tenemos que apiñar a los chavales en una misma pista y sufrimos mucho con los horarios. Entendemos que hay muchos deportes y todas las disciplinas deben tener cabida, pero lo cierto es que nos encontramos con muchos obstáculos en el día a día», se queja Herrera, quien está triunfando esta temporada con un equipo juvenil que es campeón virtual de la liga autonómica y ya piensa en el Campeonato de España del mes de mayo.
«Lo normal es que seamos campeones de la Región de Murcia y vayamos a la fase nacional. Lo que pasa es que tenemos muchos problemas para completar los entrenamientos e incluso con la fecha de los partidos. Todos los miembros del equipo van a hacer en junio la PAU [Prueba de Acceso a la Universidad] y los padres nos aprietan mucho. Saben que sus hijos se la juegan y que el balonmano no les va a dar de comer. Se juegan su futuro en esos exámenes y nos cuesta muchísimo sacarlos para los entrenamientos y los partidos. Además, la Federación tampoco ha tenido esto en cuenta y vamos a tener que jugar el Campeonato de España un par de semanas antes de la PAU. Es un problema», lamenta Herrera.
Este conjunto juvenil ha ganado todos sus partidos en lo que va de temporada, saca seis puntos al segundo, el Primaflor Águilas, y cuenta con varios chicos que ya son un estupendo refuerzo para el equipo sénior. La plantilla está formada por Francisco José Aguado, Simón Aguado, Pablo Armán, Gonzalo Cánovas, Nicolás Cegarra, Jacobo Cerón, José García, Guillermo Hernández, José Ramón Jiménez, Iván Jimeno, Mauro Latorre, Alberto Martínez, Ismail Meddich, Jorge Méndez, Germán Montoya, Daniel Andrea Moscat, Pedro Nieto, Martín Solano, Rafael Vélez, Pablo Vilas y Álvaro Zaplana. Al entrenador Pedro Herrera le acompañan en el cuerpo técnico José Antonio Hernández Quiñonero, Cristina Hernández y María Angustias Ruiz.
Un buen regreso
El técnico del primer equipo masculino es José Antonio Moreno, al que todos llaman 'El Cordobés'. Tiene 37 años y vivió los años de oro del balonmano en su Pozoblanco natal. El equipo de esta localidad cordobesa de solo 17.000 habitantes llegó a subir a la Liga ASOBAL y él fue jugador y director deportivo en División de Honor Plata. Estaba en el club cuando tuvieron que vender la plaza al BM Valladolid por 40.000 euros y después emigró a la Región de Murcia. En el CAB Cartagena se retiró como jugador, «disputando una fase de ascenso en Algeciras», recuerda.
José Padilla y Benjamín Calleja son los únicos jugadores que cobran en una plantilla reforzada con cuatro juveniles
Es maestro de Educación Física y este curso da clases en el colegio de La Ñora. Vivió cinco años en Cartagena, ciudad a la que volvió el pasado verano, tras la llamada de socorro de su «gran amigo» Pedro Herrera. Acababa de cerrar una etapa de cuatro temporadas en el banquillo del UCAM Balonmano Murcia, conjunto con el que descendió a Segunda División (categoría autonómica) el año pasado. «En la UCAM apostaron por jugar solo con gente de Murcia, por aquello de dar becas solo a estudiantes de aquí, y así es imposible competir en Primera División. No hay suficiente nivel. El equipo bajó y yo buscaba otro proyecto», cuenta Moreno.
Le llamaron desde Cartagena, club que conocía «perfectamente» de su etapa como jugador. Y no se lo pensó. «Estaban en una situación bastante desesperada. Porque el año pasado se hizo un proyecto potente y las cosas no salieron como ellos esperaban. Hubo cambios en el club y partíamos de cero. Desde el primer día todos sabíamos que no había dinero y se hizo una plantilla para salvarnos. No había otro objetivo en mente que sumar 20 puntos y quedarnos un año más en Primera. Lo que pasa es que ya llevamos 22 y ahora no nos conformamos. Queremos más», reconoce el entrenador cordobés.
José Ignacio Segura, Álvaro Millán, Ignacio Pagán, Ángel Jesús González, José Luis Molino, Alonso Ruiz, Antonio Francisco Hernández, Samuel Ibáñez, Benjamín Calleja, José Padilla, Luis Torregrosa, Salvador Gil y Juan José del Cerro forman un conjunto sénior en el que es habitual ver entrenar y jugar a varios juveniles. Cuatro de ellos, el portero José Ramón Jiménez, el pivote Iván Jimeno, el central Pablo Armán y el central y lateral Alberto Martínez están ya incorporados a la dinámica del primer equipo. Al entrenador, el citado José Antonio Moreno, le ayudan a diario Pedro Herrera (su segundo), Marta García y Cristina Hernández.
«Es el momento»
«Cartagena es una ciudad grande y tenemos este paraguas del fútbol que debemos aprovechar. Este club siempre ha sido puntero en la Región, pero ha faltado un empujón económico. Es el momento y tanto Mariano como Paco [los hermanos Belmonte] saben que estamos muy cerca de dar un paso histórico. Queremos pelear por el ascenso y con 50.000 euros más podemos dar el salto a División de Honor Plata. No hace falta más y ellos nos pueden echar una mano para buscar a ese patrocinador fuerte que el balonmano nunca ha tenido en Cartagena. Tenemos que lograrlo», se anima un José Antonio Moreno que se trajo de Murcia cinco jugadores que están respondiendo «de maravilla».
La estrella del equipo es el cordobés José Padilla, de 28 años, un extremo izquierdo que hace solo dos temporadas militaba en el Puente Genil, de Liga ASOBAL. Una grave lesión le impidió asentarse en la élite, pero en esta categoría marca las diferencias. Padilla y el chileno Benjamín Calleja son los únicos jugadores que cobran en una plantilla hecha «con palicos y cañicas», pero que está rindiendo a un gran nivel.
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