«Somos doce más uno. Y el uno será siempre él»

No podría haber sido más al gusto de Pablo. Algo relajado y entre amigos. Buen golf –o el que se dé–, como mejor excusa para estar juntos y pasar un buen rato. Así fue el memorial de Pablo Gómez Valverde (Murcia 1968-2022). En su casa. Como no podía ser de otra manera; en Golf Altorreal. Y a la cita con el recuerdo del profesional de golf al que un infarto se lo llevó el pasado 27 de diciembre de 2022, la familia, los maestros, los amigos, los alumnos... y el club.

Fue el pasado 19 de noviembre. Y a la convocatoria a un 'proam' (tres 'amateurs' y un profesional) organizado en su memoria, no faltaron los compañeros de palos: Juan Carlos Palazón, Antonio Parrón, Andrés Martínez-Cacha, Maribel Romero, José María Buendía, Alfonso Buendía, Diego Torné, Javier de Lope, Emilio Rodríguez, Jaime Boladeras, Héctor Mansanet, José Antonio Buendía y, por su puesto, los mentores y guías de Pablo en sus primeros años de golf: Emilio Rodríguez Pareja y Pascual Jiménez. Los que le vieron crecer como persona y como jugador. Junto a los 'pros', aficionados al golf entre los que no podía faltar la 'Partida 28'. Esa que fundó el propio Pablo Gómez en 1994.

¿Deduzco que porque erais 28 jugadores?, le planteo al gerente de Golf Altorreal (Molina de Segura). «¡Qué va! –responde Joaquín Medina–; ¡porque éramos muy malos! Teníamos hándicap 28. El más alto en aquella época». Una partida que desde entonces se juega todos los miércoles, en los 18 hoyos del recorrido molinense. «La más veterana del club», asegura Medina. La partida 28 no faltó. Y en los polos que se distribuyeron en la jornada de juego, sus componentes lucieron de manera personalizada, un bordado que decía: 'Gracias Pablo. Partida 28'.

A la hermana pequeña de Pablo, Eva, –presente junto a su hermano Víctor y José Luis, el patriarca de la familia– se le entregó precisamente una foto recuerdo de la partida 28 donde podía leerse: 'Siempre en nuestra memoria'; porque como ellos mismos mencionaron, «somos doce más uno, porque el uno siempre será él». La familia Gómez entregó a Medina un 'collage' enmarcado con recuerdos de Pablo, que se colgará en el club.

«Pablo 'nació' en el campo de Villamartin». Así fue. Allí le dieron sus primeras clases de golf y allí se formó para lo que luego quiso ser: jugador. Allí se parió quien fuera el primer 'pro' de la Región de Murcia. Aunque las lesiones le apartaron de los 'tees' de competición y le atrajeron a los de la cancha de prácticas en la faceta de profesor. La que le llenaba por completo. Uno de sus maestros, Pascual Jiménez, sería quien recordó para todos los presentes aquellos tiempos. «Su padre se encargó de que sus hijos crecieran en este entorno». Y así fue. Víctor, Pablo y Eva le dieron a los palos, aunque la menor se decantó por la natación, y finalmente Víctor por los estudios. Lo suyo era la astrofísica. Y fue precisamente a Víctor a quien en varias ocasiones se le quebró la voz al hablar de la estrecha relación que mantenía con su hermano (se llevaban 22 meses), y al que admiraba. «Alegre, abierto, siempre con una sonrisa (...) mi hermano tuvo claro desde el principio quién quería ser (...) participando en lo que todos vosotros amáis. Una buena persona que se hacia querer», para concluir, agradecido y visiblemente emocionado, «vuestro apoyo. Y deciros, como en diciembre, que os sentimos muy cerca».

Eva no podía estar más feliz de la jornada y como el resto de la familia dio «las gracias a todos. Estaría orgulloso. Cuando pasa algo así te das cuenta de lo que creó». Entre otras cosas una respetada y permanente Escuela de Golf Adaptado en la Región de Murcia, a la que dedicó 12 años de su vida. Y donde mostraba las bondades del golf a personas con algún tipo de limitación. Alumnos a los que llamaba 'mis hijos'. La familia no dejó pasar la oportunidad de poner en valor la figura de Emilio Rodríguez Pareja, el profesor, «el jefe, el 'boss'», como a él se refirió Medina y para el que Víctor Gómez pidió un aplauso, «porque sin Emilio hubiera sido muy difícil cumplir los sueños de Pablo».

Desde el pasado marzo, y tras ser aprobada por unanimidad la propuesta, la asamblea de la Federación de Golf de la Región de Murcia decidió «que la Escuela de Golf Adaptado llevara el nombre de Pablo Gómez», mencionó Juan Carlos Martínez Vera, el presidente de la Territorial, a los jugadores, poco antes de la entrega de premios. Y refiriéndose al trabajo de Gómez, Martínez Vera afirmó a los presentes que cuando trató a Pablo «me impactó su calidad humana. Así que está más que justificado agradecerle su trabajo y su labor social». El Club de Golf Altorreal también ha decidido poner el nombre de Pablo Gómez a su escuela de golf , subrayando así «la calidad humana, la bondad y la honestidad de Pablo, compañero durante 30 años», recordaría Medina.

El mundo del golf regional le tendrá muy presente porque Pablo Gómez forma parte ya del mural de jugadores que viste una de las paredes de la escuela y visible desde los 'tees' de prácticas. Esos a los que dedicó tantas tardes. Y que ahora observará atento junto a su admirado Seve y su buen amigo 'El Pisha'.

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