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Campeón de Europa. El nutricionista Juanjo Morillas, el pasado mayo, abrazado al trofeo de la Champions League. PARÍS SAINT-GERMAIN

Juanjo Morillas, del fútbol de barro a devorar la Champions

El nutricionista murciano acaba de ser nombrado nuevo Responsable de Nutrición del París Saint-Germain tras ganar el triplete el curso pasado

Antonio Zomeño

Domingo, 10 de agosto 2025, 08:17

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Para el común de los mortales, madurar es hacer las paces con la cruel realidad de que jamás llegarás a ganar la Champions con el equipo de tus amores. Epifanías descarnadas que resquebrajan nuestro cómodo imaginario infantil y nos introducen, de golpe, en el aburrido determinismo adulto. También existen 'los inmortales', esos pocos elegidos que llenan páginas del periódico y trascienden a su tiempo. Por último, queda esa 'rara avis' que, demostrada su mortalidad, se reinventa y reconcilia con su niño interior, le toma prestado el sueño. Juanjo Morillas (Murcia, 44 años) pertenece a esta última especie. Si alguien le hubiera dicho a aquel lateral que corría por la banda de El Mayayo que, 22 años después de romperse el cruzado, levantaría la orejona, habrían tenido que llamar a las asistencias médicas para reanimarle sobre el campo.

El nutricionista murciano no quiere despertar del sueño que vivió el pasado mayo en Múnich, por eso apura sus últimos días de vacaciones frente a la tranquilidad del mar, en su residencia en Águilas, antes de regresar al frenético ritmo de vida parisino. La plantilla del París Saint-Germain se ejercita sobre el verde desde el pasado miércoles, pero el murciano ya no ejerce como nutricionista del primer equipo; Juanjo Morillas es el nuevo Responsable de Nutrición del vigente campeón de Europa. El nombramiento, «una evolución natural», le llegó la pasada semana después de tres temporadas exitosas en la disciplina parisina.

«Estoy súpermotivado. Son muchos años con un compromiso diario muy grande, en el día a día del primer equipo, pero este nombramiento me va a permitir desarrollar una estrategia de nutrición global para todo el club», asegura vía telefónica Juanjo Morillas, cuyo rol pasará del verde a los despachos, donde dirigirá la alimentación de las diversas secciones polideportivas del club parisino. «Me apetecía hacer otras cosas, y esta es una oportunidad enorme para desarrollar un proyecto ambicioso... Quiero darle otra dimensión al club mientras se demuestra lo bien que trabajamos en el PSG», proyecta.

Del barro a la élite mundial

Criado en la cantera grana, Juanjo Morillas regresó al Real Murcia una década más tarde, con su último servicio de corto ya realizado. Atrás quedaban sus galopadas por las bandas de Segunda B, una carrera sin huella de carbono, marcada desde el principio por aquel cruzado roto que terminó en una retirada prematura. Pero con 30 años, antes de anunciar el final ya trazaba el principio. Licenciado en Nutrición y en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, todavía en activo comenzó a realizar servicios en el Real Murcia y el UCAM CB con la clínica Cardiosalus Sport. Cuatro años después, en el verano de 2016, una llamada mientras pasaba consulta lo cambió todo.

«No me lo pensé. Era la oportunidad que estaba buscando, esa que no se le presenta a casi nadie», asegura Morillas. Al otro lado del teléfono hablaba Antonio Cordón, director técnico del Mónaco. Un año después, el murciano levantaba la primera de sus cuatro ligas francesas. «Siempre había tenido claro que quería salir fuera para desarrollarme. Ahora lo pienso y no me lo creo, esa llamada me cambió la vida. Si llegas y haces un mal año... pues a ver. Pero fue llegar y ganamos la Ligue 1 y alcanzamos las semifinales de la Champions League. Fue un año increíble», aunque difícilmente equiparable al histórico triplete logrado en mayo.

Tras siete temporadas en la Riviera Francesa, el nutricionista murciano hizo las maletas junto a su mujer y sus dos pequeños monegascos rumbo a la Ciudad de la Luz. Instalado a las afueras de la metrópoli desde 2022, Juanjo Morillas vive enamorado de una ciudad que redescubre con cada paseo. «En la Región tienes el clima, en Mónaco la playa, pero París siempre será París. Es una ciudad impresionante con una oferta cultural inmensa, siempre hay algo que hacer, y si no, te puedes sentar en un banco y mirar la Torre Eiffel. Me sigue sorprendiendo cada vez que la miro, siempre encuentras algo bonito», aunque no todo es Belle Époque; nadie cumple una década en la élite sin pagar un precio.

La dictadura del físico

Catorce días después de la histórica 'manita' que el PSG le endosó al Inter en la final de Múnich, los de Luis Enrique debutaban al otro lado del Atlántico en el Mundial de Clubes. El 13 de julio, Juanjo Morillas puso punto y final a una temporada maratoniana: once meses de competición sin apenas descanso en los que el PSG disputó 65 partidos. «Para poder aguantar este calendario, con unos 60 partidos al año cada 2 o 3 días, y no sufrir lesiones, la estrategia de la nutrición empieza desde el pitido final», explica el especialista, que resume su labor en«intentar que el jugador llegue lo mejor posible al siguiente partido, bien hidratado y con los depósitos de glucógeno bien recargados». Aunque no todo se resume en un calendario saturado de partidos, que corre el riesgo de imponer cantidad sobre calidad, sino en el vertiginoso ritmo al que se desarrolla el juego.

El máximo nivel del fútbol mundial vive instalado en el imperio del físico. Los goles que escriben las gestas contemporáneas suceden a un ritmo de partido sin precedentes, impuesto por verdaderos atletas, donde a menudo no sobrevive el más talentoso, sino el más capaz de repetir esfuerzos: «La evolución física de los jugadores desde principios de siglo es increíble. En la Champions solo hay físicos impresionantes, 1,80m de altura, musculados, con un bajo porcentaje de grasa... El físico es la clave, y una de las principales vías para cuidarlo es la alimentación».

El nutricionista murciano cumple su noveno año en la máxima élite, tres temporadas desde que aspira a ganarlo todo cada año. Es el reflejo de un 'imposible' que demanda multitud de sacrificios. «Pierdes un poco la conexión con la vida real, porque en la élite entras en una vorágine que no para. Lo difícil es mantenerte, porque todo pasa muy rápido», confiesa Juanjo Morillas, que lejos de quedarse atrás continúa labrándose un nombre propio como un referente mundial en la nutrición deportiva, y a partir de ahora lo hará como Responsable de Nutrición de todo el PSG: «Es un puesto que me llamaba porque tienes mucha responsabilidad. Además, me va a permitir no tener que viajar tanto y pasar más tiempo en casa. Es un precio que aceptas pagar, pero ahora espero disfrutar más de mi familia», concluye.

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Juanjo Morillas, del fútbol de barro a devorar la Champions