Equipo cadete de la EF Torre Pacheco, antes de un partido en el Polideportivo Jose Antonio García 'Tatono'. EF TORRE PACHECO

Goleada al racismo en Torre Pacheco en una escuela de fútbol especial

Presume de una amplia multiculturalidad gracias a una convivencia «envidiable», con el balón como idioma común

Pruden López

Domingo, 20 de julio 2025, 07:35

En los últimos días, Torre Pacheco ha estado en el ojo del huracán. Su nombre ha estado en todos los informativos de medio mundo. Hasta ... ahora, esta localidad situada en el corazón del campo de Cartagena estaba ligada a los campos de melones sobre los que se cimienta el territorio de 40.000 habitantes repartidos entre pedanías con la capital municipal en el propio Torre Pacheco. Pero solo los más cercanos a esta tierra sabían que uno de cada tres vecinos del pueblo son extranjeros.

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Torre Pacheco es un pueblo multicultural, como se ha visto en las noticias (todas negativas) esta semana. La mayoría de los migrantes son de origen magrebí, pero también se pueden encontrar sudamericanos, británicos, asiáticos o centroafricanos. Un crisol de culturas que hace que Torre Pacheco sea un libro abierto sobre la convivencia, sin mirar religiones, costumbres ni países. El deporte es, sin duda, el alma de un pueblo que puede presumir de brillar entre la élite del fútbol formativo. La Escuela de Fútbol de Torre Pacheco es una de las mejores de la Región y puede presumir, gracias a su convenio con el Villarreal, de ser una de las que saca más jugadores hacia el fútbol profesional. El último que pasó por el Polideportivo Jose Antonio García 'Tatono' y que está en le élite es Rachad Fettal, quien tuvo como escuela lanzadera hacia el Almería a la EF Torre Pacheco.

Fettal es uno de los ejemplos más claros de que la multiculturalidad en la escuela pachequera puede llevarse con normalidad. Él es de Murcia pero es de origen marroquí. De hecho, es internacional sub-20 con la selección de los 'leones del Atlas'. Como Fettal, hay un porcentaje muy alto de chicos de origen extranjero en la escuela pachequera presidida por Gregorio García, de La Hita. Todos quieren ser futbolistas y, si no es posible, simplemente quieren disfrutar jugando al fútbol en el pueblo.

La directiva aseguró hace unos días que expulsará del club a quien haya participado en los disturbios

Porque un incentivo enorme para los chicos que disfrutan del deporte rey en Torre Pacheco son los nombres como el de Rachad Fettal, que ayudan a acercar el sueño de ser futbolista a todos. Hay otros nombres propios del fútbol español que también pasaron por la reconocida escuela pachequera. Uno de ellos es Iván Martín, que es indiscutible en el Girona de Michel e incluso fue importante en aquel equipo gerundense que logró jugar la Champions. Otro es Adrián Marín, el lateral izquierdo ahora presume de jugar en Primera División portuguesa con el Sporting de Braga, con quien jugó la Champions, pero antes también tuvo minutos en la máxima categoría española con el Alavés, el Granada, el Leganés o el Villarreal. Martín y Marín son del pueblo, además.

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Un gran escaparate

La escuela tiene un fuerte vínculo con el Villarreal porque, gracias a su afiliación, suele enviar a las pruebas de captación a decenas de niños que defienden el escudo del Torre Pacheco. Eso es una píldora del por qué la escuela pachequera cuenta con tantos jugadores y con tantos equipos. Aquí solo se piensa en fútbol y la integración es mucho mayor en el Polideportivo Jose Antonio García 'Tatono' que en la calle. El racismo y los problemas de convicencia que se ven en las calles del pueblo estos días no tienen cabida en el campo de fútbol, donde hay un porcentaje muy alto de jugadores de origen extranjero.

En la cantera del Torre Pacheco hay una normalidad que tal vez no existe en otros lugares de la Región, porque la coexistencia multicultural es la base donde las nuevas generaciones están construyendo su futuro. Esto también se ve en otros ámbitos. La labor en el trabajo de la agricultura, el campo y los diferentes almacenes que se relacionan con ello hacen que la tasa de inmigración sea alta y la convivencia sea obligada. Pero, no por ser obligada va a ser un contratiempo. En los institutos y en los colegios ya hay buen número de culturas reunidas dentro de paredes de hormigón. Todo eso, obviamente, ha saltado por los aires en los últimos días con los sucesos acaecidos y que todo el mundo ha seguido en el pueblo con enorme preocupación.

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La convivencia «es perfecta»

El balón es el nexo entre culturas en Torre Pacheco y en sus pedanías. Fuentes de la propia escuela afirman que la convivencia «es perfecta» y que están «muy contentos» con la familia multicultural que hay formada en el campo de fútbol del pueblo. Otra cosa es lo que pasa cuando los chicos salen del campo, claro. Fuera hay más problemas. Y, de hecho, la directiva aseguró hace unos días que expulsará del club a quien haya participado en los disturbios de los últimos días. Un síntoma de que las cosas se han puesto feas es que nadie del club ha querido participar en este reportaje. Nadie quiere hablar. Nadie quiere dar su nombre. Nadie quiere exponerse públicamente en un momento delicado como el actual.

«Trabajamos en un entorno envidiable. El deporte imparte unos valores necesarios y el objetivo de formarse como personas aquí se consigue», cuenta un trabajador de la escuela que prefiere no dar su nombre. Pero también hay otros jóvenes que se olvidan de la civilización y la convivencia, evidentemente. Y esto también lo reconocen en la directiva de la escuela.

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Lo que se ha visto esta semana es el ejemplo de esa minoría que no se fija en esos valores que el deporte transmite. Algunos de los protagonistas de esas reyertas, es cierto, han formado parte de alguna escuela de fútbol, tanto del municipio pachequero como de fuera. Porque el fútbol no deja de ser un lenguaje universal, pero hay algunos que solo entienden otros lenguajes.

Es, por tanto, muy importante la labor que hacen en la EF Torre Pacheco para evitar que esa minoría problemática contagie al resto. En la escuela todos están ahora de vacaciones, pero en breve comenzará la pretemporada de algunos equipos. La directiva ha anunciado que tomará medidas para que nada impida la convivencia y la proyección de los jóvenes que quieren seguir escalando hacia la élite del fútbol. Independientemente del origen de quien se salte las normas.

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En Torre Pacheco tienen claro que su escuela quiere seguir siendo referente en el mundo del fútbol base. Y, además, hacen hincapié en que no hay nada mejor que convivir entre culturas con un balón como nexo de unión.

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