25 años del sueño imposible del Cartagena Atlético
Un proyecto fallido. José Luis Belda retiró en 1998 al equipo que quería hacer sombra al Cartagonova, tras un ascenso a Tercera que no le dio más aficionados ni ayudas municipales
El arranque del nuevo proyecto en la Ciudad Deportiva Gómez Meseguer del Racing Cartagena Mar Menor FC, que aspira a convertirse en el segundo club de fútbol de la ciudad portuaria, nos devuelve a aquella convulsa etapa de mediados de los 90, cuando hasta tres equipos, el Cartagonova FC, el Efesé Unión y el Cartagena Atlético se pelearon por convertirse en el único heredero del desaparecido Cartagena FC. Finalmente lo logró el primero, rebautizado como FC Cartagena por Paco Gómez en 2003. Y se cumplen ahora 25 años de la desaparición del Cartagena Atlético, el último intento de José Luis Belda por triunfar en el fútbol local.
Belda, que se había quedado a las puertas del ascenso con el Cartagena FC en 1991 y 1992, fundó primero el Efesé Unión. Fue en 1995, cuando entendió que la deuda del histórico Efesé era ya irreversible y que el final para el primer club de la ciudad estaba escrito. Así fue: muerte y desaparición en 1996. No funcionó el Efesé Unión y en el verano de 1996 creó el Cartagena Atlético, que partió desde Preferente y jugó en el Juan Ángel Zamora de Ciudad Jardín, un campo que era de tierra.
El club de José Luis Belda logró el ascenso a Tercera División tras una gran temporada en la que sumó 91 puntos. Unas 300 personas iban a ver los partidos de un equipo que entrenó Tano Moltó. En el verano de 1997 se marcharon Eulogio, Lisón, Merino, Casas, Sito, Mariano y Pedro, entre otros, y renovaron Moreno Boluda, Juan Andrés, Vidal, Perales, Ayala, Chito, Larios, Herrera, Masó, Jorge, Nervios, Juan y Javi García. Llegaron algunos refuerzos como Oliver, Linares, Pablo Ruiz y Bascuñana.
El Ayuntamiento nunca le permitió usar el estadio y el Atlético tuvo que jugar en la tierra de Ciudad Jardín
Belda vio la oportunidad de convertir a su Atlético en el primer club de la ciudad, pero se vio desfavorecido en trato con respecto al 'Cartago', que también estaba en Tercera y esa campaña 97-98 acabaría subiendo a Segunda B tras aquella recordaba goleada al Tortosa en el Cartagonova (8-0). Belda reclamó al Ayuntamiento el uso del estadio Cartagonova. Pero la entonces alcaldesa Pilar Barreiro, aconsejada por el edil de Deportes de la época, Alonso Gómez López, apostó por el proyecto del Cartagonova FC. Florentino Manzano, que había sido mano derecha de Belda en el Efesé, ganó aquella partida.
Solo puede quedar uno
El Cartagena Atlético terminó por retirarse nada más empezar la segunda vuelta, dejando el futuro futbolístico de la ciudad en manos del Cartagonova de Manzano. «Yo creía honestamente que mi proyecto era el mejor para Cartagena. Llenamos el equipo de chavales de la tierra y estábamos creciendo bien, pero no podíamos seguir jugando en un campo de tierra como el de Ciudad Jardín. Solo podía seguir uno para adelante. Me senté en una mesa con Manzano, expusimos cada nuestros argumentos, descarté la fusión y decidí retirarme, para dejarle vía libre a él», contó años más tarde Belda.
Él se marchó antes de Navidad. También se fue Tano Moltó. Le sustituyó Molero en el banquillo y el resto de directivos fue desapareciendo. Así, el 25 de enero de 1998 el Cartagena Atlético no se presentó a un partido contra el Águilas en El Rubial y acabó retirándose de la competición. Los futbolistas llevaban meses sin cobrar y nadie acudió al rescate. En los últimos partidos, en la parte frontal de las camisetas del Atlético se insertó el lema 'Cartagena Provincia', con el fin de atraer a más público a Ciudad Jardín o, al menos, conseguir algún patrocinador local. Pero no sucedió ni una cosa ni la otra.
Fue una aventura romántica, un poco a la desesperada de Belda, quien fue un enamorado del fútbol cartagenero. Pero le faltó esa pizca de fortuna para triunfar. En estos 25 años solo ha existido un equipo profesional en la ciudad, el FC Cartagena. El Cartagena FC, resucitado por José Gómez Meseguer en 2002, siempre tuvo vocación de escuela y de filial. El Racing de Núñez y Pagniello, ahora, busca algo más. Lo tiene difícil.
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