Basket 3x3, el despertar de un gigante dormido

Siempre ha estado ahí. De hecho, es la forma de jugar al baloncesto más sencilla que existe en la calle, de donde emana la esencia de todo, también de este deporte. No hace falta disponer de un pabellón, con un parque con canastas es suficiente. Tampoco hay que lograr con éxito la difícil tarea de juntar a diez personas, que no tienen ni porqué conocerse. Con uno saber en qué zonas de su ciudad es probable encontrarse una pachanga, es suficiente. Entrar, saludar, mostrar interés por jugar y ya tocará turno. Por no hacer falta, no lo hacen ni siquiera una pista completa y dos canastas. Con un aro basta y sobra.

Es la forma más sencilla de practicar baloncesto sin necesidad de hacerlo dentro de un entrenamiento, por lo que está abierto a practicantes de todos los niveles, federados o no. En la calle, las normas las pone cada uno. Y, claro, aquí, quien dice tres contra tres, dice lo mismo número arriba, número abajo. Cada partido acaba dependiendo de cuántos equipos haya esperando turno, pero lo que suele ser indiscutible es la norma del rey de la pista. El que gana sigue jugando y, el que pierde, a descansar. Que entre otro. La forma más común y aceptada a nivel de competición, partidos a 21 puntos o al mejor en diez minutos, con tres miembros jugando y un cuarto fuera para cambios ilimitados, que le da un punto extra de diversión por poder jugar varios partidos muy rápidos y contra rivales diferentes en el mismo día.

En nuestra Región, es una modalidad que lleva muchos años siendo conocida no solo para la práctica espontánea al aire libre, también en torneos, organizados mayoritariamente en verano y épocas de vacaciones, que lo han expandido y divulgado hasta el punto de que a día de hoy es más difícil encontrar un adulto que haya jugado al baloncesto toda la vida y nunca haya participado en un 3x3, que una aguja en un pajar. La plata olímpica lograda hace unos días en París por la selección femenina impulsará esta disciplina, pero lo cierto es que en el baloncesto murciano ya es una modalidad bastante popular.

El mayor culpable de todo esto seguramente sea la AD Marme, que lleva 26 años celebrando su clásico 3x3 de Santiago de la Ribera. El más antiguo conocido data de 1994 en Fuente Álamo, pero el suyo es el más popular. «Es nuestro buque insignia del verano», reconoce Antonio Pérez, presidente del Marme, que todos los años recibe gente de diferentes puntos de España. «Ha llegado a venir un equipo de Galicia específicamente para nuestro 3x3», se enorgullece un hombre que ve cómo cada edición se bate el récord de equipos inscritos, hasta los 137 de este año, pero que asigna «al boca a boca» el éxito de su 3x3.

Además, el club sanjaviereño también organiza desde 2017 el 3x3 de La Manga, que también ha batido esta última edición su récord de participantes, hasta 93 equipos. «Se nos ha ido un poco de las manos», reconoce Pérez entre risas.

De Águilas a Yecla, de Caravaca a La Manga, cada vez son menos los pueblos que no tienen su propio 3x3, que suele coincidir con las fiestas patronales de la localidad, y cuya organización se hace de manera conjunta entre el ayuntamiento y el club de baloncesto local. El más próximo es el sábado que viene, en Cieza. Y, a partir de ahí, se agolpan muchos en la última semana de agosto, cuando las vacaciones se van terminando. Todos tienen diferentes categorías por edad y, casi todos, un coste de inscripción con trofeos de recuerdo y premios en metálico para los ganadores. Una de las excepciones es el de Beniel, del 27 de agosto, gratuito y sin billete por el que batirse el cobre. «No atraemos a quienes persiguen el premio, pero sí a todos quien tienen un interés sano por jugar», analiza Joaquín Hernández, su director deportivo. Una estrategia que ha hecho que a su campeonato se presenten equipos «hasta del Noroeste. Lo que más nos gusta es eso, que venga gente y, con la excusa, conozca nuestro pueblo».

Una vez llegado septiembre, los 3x3 no paran hasta el inicio de las competiciones federadas. Y, este año, el destino ha querido juntar el 7 de septiembre los tres más grandes de estas fechas. Uno está patrocinado por Caixabank y cuenta con la organización de la FBRM en conjunto con la FEB y Universo Mujer, que este año será en Caravaca por el jubileo. Esa misma mañana habrá empezado, en paralelo, la decimotercera edición del 3x3 solidario de Astrapace, que cada año supera el centenar de equipos en la plaza de la Universidad de Murcia, y el del Molina Basket en el pabellón Serrerías, que estira su categoría sénior desde por la tarde hasta la madrugada, y que, desde el año pasado, se celebra en memoria del canterano Andrés Burgos. Es un día en el que se complica la asistencia a los 3x3 más célebres, pero en el que nadie se quedará sin jugar.

Murcia está próxima a crear su propia liga 3x3, hay murcianos impulsando eel 3x3 allende la Región desde hace años. La sanjaviereña Alejandra Sánchez, ex del Jairis e internacional en categorías inferiores, compite en 3x3 con el Getafe, si bien va a jugar 5x5 en Melilla, binomio que en masculino hace Fran Garrido, que fue jugador el año pasado del Talavera de la Reina, pero de 3x3 en Mataró.

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