Biota sintética en Cieza: de lo apolíneo a lo espeluznante

¿Alguien se imagina un pez espada con forma de jeringuilla? ¿O una manta marina cuyas aletas son dos lonas de plástico? ¿O un salmonete cuya cabeza termina con el tapón de una botella? Todo es fruto hoy de la llamada inteligencia artificial (IA), pero quién sabe si en un mañana no muy lejano, y si nadie con fuerza lo remedia, será, salvando las distancias, la realidad que le espera a nuestro mundo marino.

Este gran problema, que tarde o temprano acabará afectándonos directamente a todos, es la temática que aborda una exposición que puede contemplarse en el Museo de Siyâsa hasta el próximo domingo (17 de noviembre). Se llama 'Biota Sintética' y es el resultado del trabajo de los fotógrafos María José Cárceles y Rafael Hortal, pertenecientes al grupo CELES, y del especialista en diseños a través de IA Desiderio Guerra, director del estudio El Perro Pinto.

Las imágenes que cuelgan de las paredes de las dos plantas principales del Siyâsa son tan bellas como inquietantes, tan misteriosas y espeluznantes como apolíneas y hermosas. Son, al mismo tiempo, tan sumamente perfectas como maléficamente desasosegantes. Cárceles, periodista y apasionada del mundo marino, ha sido la encargada de componer los dioramas con figuras de desechos de plásticos, juguetes y otros elementos. Hortal, por su parte, puso la iluminación; Guerra ha aplicado la IA regenerativa.

En el catálogo que se ha elaborado para la muestra, la periodista asegura que no solo busca impactar visualmente, sino también «provocar una reflexión profunda sobre temas ambientales». Dice perseguir «la evolución del arte y la intersección entre tecnología y expresión artística, fomentando la capacidad del ser humano de aprender». Insiste, además, en que la contaminación y otras causas destructivas que están asolando el planeta «puede evocarnos a la autodestrucción de la especie humana y de los seres vivos, y a que solo sobrevivirían seres abisales y bioluminiscentes que se hallan a partir de la zona hadal, un espacio carente de luz que sobrepasa los 12.000 metros de profundidad».

De ser así, «estos entes también sufrirían lentamente la metamorfosis, adoptándose a la contaminación plástica y radiactiva y con la ayuda de carbono azul, compuesto por la biomasa en los sedimentos del fondo marino, vivirían un milenio más que los seres humanos», asegura.

Esta exposición forma parte del Plan EXE de Espacios Expositivos 2024 Región de Murcia de la Consejería de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes. Comparte fechas con 'Alas', que expone en Abarán el pintor murciano Antonio Tapia, y otras seis que se muestran en Águilas, Alcantarilla, Bullas, Ojós, Moratalla y Torre Pacheco. Se podrá ver en el Museo Siyâsa hasta el 17 de noviembre de martes a sábados, de 11:00 a 13:30 horas y de 17:00 a 21:00 horas, así como los domingos y festivos, de 10:30 a 14:00 horas.

En esta edición del Plan EXE participan 32 ayuntamientos que han seleccionado 22 proyectos para su exposición. El presupuesto de esta iniciativa es de 150.000 euros, del Instituto de las Industrias Culturales y las Artes (ICA). Cada una de las exposiciones cuenta con su propio catálogo, editado por la Comunidad Autónoma.

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