El valor de disentir

Con la publicación el pasado mes de febrero del ensayo 'Maldita feminista' (Seix Barral) ha avivado encendidos debates en el mundo del feminismo a través de la puesta en duda de algunas corrientes dominantes. Además, cuenta con casi 32.000 seguidores en Twitter, red social donde es muy activa. Le hace gracia que le pregunten de dónde saca el tiempo. «La verdad es que soy muy organizada -dice entre risas-. Tengo un cronograma anual, una lista de tareas semanal y otra diaria. Hasta las comidas y el deporte los tengo en una tabla. Pero no tengo toc ni nada».

Sus ensayos y reflexiones le han proporcionado en estos años, casi por igual, alegrías y dolores de cabeza, aunque lo asume con naturalidad. «Es normal. Cuando una mujer es libre en su pensamiento ofende a mucha gente, tanto a hombres como a mujeres», asegura. Sus valores son irrenunciables. El último ejemplo, su dimisión de la junta directiva de la Asociación AngelBlau para la prevención del abuso sexual infantil, de la que era cofundadora, tras conocer la intención de la directiva de incluir una pseudoterapia como tratamiento. Un episodio lleno de enfrentamientos que fue «muy desagradable» y ha puesto a prueba su fortaleza. «He tenido muchas presiones, insultos, descalificativos... Y son personas que conozco desde hace años. Hay una cuestión también afectiva», relata. La consecuencia: «Mucha ansiedad y vómitos. Llegó a afectarme mucho». Ahora, ya recuperada, piensa en su cronograma mientras despide un año intenso. «Este 2020 me ha puesto a prueba personalmente. Ver que puedes ser resiliente en un momento de crisis es muy importante».