Lufa para que no lleguen metales al Mar Menor
Alumnado del colegio Carmelitas constata la retención de elementos contaminantes en las aguas que realizan estos 'calabacines'
D. G.
Lunes, 15 de enero 2024, 00:34
La lufa, un producto parecido al calabacín, de origen americano y cuya popularidad está extendida por todo el mundo como alimento y materia prima de estropajos y esponjas, puede constituirse como un verdadero filtro vegetal (natural) para acabar con la entrada de metales pesados contaminantes al Mar Menor, procedentes de las ramblas que nacen en la Sierra Minera.
El proyecto que llevan a cabo desde hace meses cuatro alumnos de cuarto de Secundaria y varios profesores del Colegio Nuestra Señora del Carmen de La Unión, más conocido como Vedruna o Carmelitas, «ya ha constatado que la lufa, una vez pelada y utilizada como esponja vegetal, retiene los metales pesados disueltos en agua», asegura Ginés Caparrós, uno de los docentes en el proyecto.
Los ensayos en laboratorio han corroborado que «metales como plomo, arsénico o cadmio, que se arrastran desde los montes de la sierra hasta la laguna salada, podrían retenerse colocando grandes bolsas de lufa en puntos estratégicos de las ramblas».
Es «una oportunidad de intentar acercarnos a la solución de un problema que estamos viendo desde que tenemos memoria»
Además de metales, la lufa filtra pesticidas, plásticos y aceites. No así, sin embargo, admite Caparrós, nitratos o fosfatos: «Al principio creíamos que sí, pero los ensayos en laboratorio no han dado el resultado esperado».
El proyecto es «una oportunidad de intentar acercarnos a la solución de un problema que estamos viendo desde que tenemos memoria», afirma uno de los alumnos participantes, Rubén García Gambín. Una vez cumplida su función, las bolsas de lufa «tendrían otra utilidad, como sustrato para plantaciones forestales», apunta la estudiante Rosa García Rosales, quien define esta experiencia como una «avanzadilla» para saber si estas investigaciones se acercan a sus «preferencias profesionales futuras». Otra manera de aprender, «viendo problemas cercanos para intentar solucionarlos», es lo que piensa sobre el proyecto lufa la alumna Marta Gómez.
Aunque se trata de una iniciativa escolar, cuyo desarrollo y conclusiones competirán con otros trabajos de toda España en el programa 'The Challenge by EduCaixa', para plantear un reto y buscar la solución a un problema del entorno relacionado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), «nosotros lo vemos ya como una propuesta sostenible y económicamente viable para que las administraciones puedan aplicarla», subraya Ginés Caparros. La lufa, según el docente, que ellos mismos comenzaron a plantar tras comprar semillas por Amazon, «es muy barata de producir y crece rápido».
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