Borja Plácido Vera, el cuarto hombre de la partida
El joven empresario murciano jugó junto a Jon Rahm y Carlos Alcaraz el duelo más envidiado del proam del Open de España presented by Madrid
María Jesús Peñas
Jueves, 23 de octubre 2025, 22:51
«¿Me la puedes firmar?», le dijo alargando hacia Jon Rahm una de sus bolas. Se lo preguntó con la misma ilusión que cualquier aficionado al golf. Sólo que quien se dirigió a Rahm era el numero 1 del tenis mundial; el murciano Carlitos Alcaraz. El de El Palmar acababa de compartir partida con el de Barrika. Nueve hoyos en el pro-am del Open de España 2025, celebrado hace unos días en el Club de Campo de Villa de Madrid. Una primera ronda con el vasco, para a continuación jugar los otros nueve hoyos restantes con uno de los héroes de la reciente Ryder Cup, el irlandés Shane Lowry. Un lujazo de partido. Que se lo digan a los otros dos jugadores que cerraban la terna de 'amateurs' (en un pro-am las partidas están formadas por un profesional y tres aficionados); el tenista Feliciano López y un joven empresario murciano, Borja Plácido Vera, amigo de Carlitos; pareja de golf del tenista en numerosas partidas de amigos en los campos del Levante y otro 'hijo' del golf regional, que ha defendido los colores de la Territorial murciana en competición oficial; recientemente en dos interterritoriales. Vera aún sigue en una nube por la experiencia «que recordaré toda mi vida. Carlos me ofreció la posibilidad de jugar con mis ídolos ¡a esos que veo por la tele!». E insiste. «Le estaré eternamente agradecido por ello».
«Nos vamos a Madrid»
La cara de Vera debió ser también un poema cuando mensajeándose con Alcaraz éste le preguntó, tras volver de ganar en Tokio –donde, por escasos días, ambos no habían podido coincidir este pasado septiembre–: '¿Puedes jugar este fin de semana al golf? y otra cosa; la semana que viene, miércoles y jueves nos vamos a Madrid al pro-am del 'open' para jugar con Rahm y otro jugador'. Vera recuerda haberse quedado a cuadros. '¡Qué me estás diciendo!', le respondió. «No estaba procesando lo que me decía –confiesa abiertamente Vera a la LA VERDAD–. «Pero sí. Me confirma que le han invitado y que me vaya con él. La ilusión fue enorme. Llamé inmediatamente a mis padres para contárselo: '¡Voy a conocer a Jon!'»' Vera se sintió «como cuando a un niño le regalan un balón de fútbol». El siguiente mensaje de Carlitos pocos días después fue aún mejor. 'Tengo novedades, –¿más todavía? le replicó Vera–. Sí. Al final jugamos juntos, y lo haremos con Rahm y Lorwy», le adelantó Alcaraz. «En ese momento casi me explota la cabeza. Yo creo que él no era consciente de lo que significaba para mi lo que me estaba planteando», asegura Vera, quien los días posteriores se hinchó a mandarle a Alcaraz vídeos de pifias de golf. «Los típicos golpes malos, mientras le escribía que ese era yo el miércoles en el uno del Villa de Madrid».
A los 14 años
Lo curioso es que es Borja Plácido Vera (Murcia, 1992) comenzó de muy niño en el tenis. En casa se sabía mucho de este deporte porque por parte de su madre tenía un primo que estaba entre los 200 mejores en eso de la raqueta. Pero una mudanza llevó a la familia a vivir a la urbanización de Altorreal, muy cerca de un campo de golf. Es entonces cuando su padre se inicia en este deporte, y un par de años más tarde «me propone que lo acompañe», nos relata Vera haciendo memoria. Un enganche tardio –con 14 años– pero veloz. Enseguida comienza a bajar hándicap. Aquel verano se hincha a dar bolas «¿recuerdas la instalación de Leven Golf? –nos pregunta–, pues ahí di muchos de mis primeros golpes, y por supuesto en Golf Altorreal (Molina de Segura) con el maestro Antonio Parrón y luego con otros profesores». Se le da muy bien. Y llega a hándicap plus (por debajo de 0).
«Vera: «En el hoyo 8 le pisé la bola a Jon Rahm; le saqué unos 6 metros. Y de allí casi la metí. El mejor hoyo de mi vida»
A la mente le viene aquel primer torneo que ganó. Era una liga de jóvenes promesas y me llevé una bolsa de palos Cleveland que me hizo muchísima ilusión». Con talento demostrado, entra en el equipo de la Territorial murciana. Un tiempo bonito pero también un tiempo de mucho «remar para intentar engancharme al hándicap de Piñero, Munguía y Peñalver que llevaban más tiempo que yo en este deporte. Tenían mucho más rodaje (...) y a mi me faltaba tiempo de maduración». Jugó mucho y jugó bien, pero también llegó un momento en el que sintió que no avanzaba. Y tras convivir a pleno pulmón con este deporte de los 14 a los 25... a los 26 años deja de jugar. Completa «saturación mental», asegura. «Y entonces me dije: 'voy a parar de jugar'». Estuvo cinco años sin pegarle a una bola. El golf desapareció por completo de su vida.
Un emprendedor
Y mientras esto sucede en lo deportivo, en su vida profesional Borja Vera concluye sus estudios de Educación Social y se sumerge en el mundo laboral. Trabaja en varias empresas, en su mayoría como delegado comercial, que le hacen viajar, relacionarse... hasta que con el bagaje adecuado decide, junto a su amigo de la infancia Alejandro Martí, abrir su propia empresa. Algo que desde siempre les había tentando a los dos. Aunque fue por casualidad que fuera en el sector farmacológico. Un viaje a República Dominicana tiene la culpa. «Allí conocimos el CBD. Un producto desconocido en España con propiedades antiinflamatorias, analgésicas y ansiolíticas. Fue el ingrediente que les faltaba para arrancar una empresa –en su momento Votum World– que cinco años después cuenta con siete empleados en sus oficinas de Lorquí, más colaboradores. Y sigue creciendo. Hace dos semanas han introducido en farmacias un nuevo producto: Cronidol (dolor crónico). Y con notable éxito. «Nosotros nos dedicamos a mejorar la vida de la gente. Porque nuestros productos tratan el dolor, el insomnio, la ansiedad (...) patologías muy presentes en nuestro día a día»·. Este año su empresa Votum Lab (nombre actual) ha cosechado varios premios y comparte espacio en la nave con una nueva línea de trabajo. Esta de ropa deportiva, donde Vera muestra una imagen más casual. Y con la que se ha permitido incluso tintarse el pelo de rubio. Se trata de Rumm. Ropa para correr.
De vuelta al golf
Cuando al e-mail de la empresa le llegó un aviso de que se jugaba la primera Copa de Murcia hace tres años, en Vera salta un 'clic'. «Jugar la Copa de tu comunidad es todo un lujo. Y me apunté». 'Birdie' al 1 y al 2 en la 1ª jornada. Feliz. «Luego todo fue cuesta abajo –ríe–, pero allí volví». Las ha jugado todas desde entonces y ha quedando 'scratch' en más de una reputada competición. Es un hecho, el golf ha vuelto a su vida sin rencores.
A Carlos Alcaraz lo trató brevemente hace unos cuatro años junto a Ferrer y Ferrero. Vera confiesa que en realidad en aquella ocasión a quien le hacia ilusión conocer era a los dos tenistas ya consolidados, que le acompañaban. «Entonces Carlitos no era quien es hoy. Pero cuando jugué por primera vez con él, el pasado 14 de diciembre de 2024 en Lo Romero Golf, sí que estaba nervioso». Encajaron enseguida. Jugaron en pareja y desde entonces suelen hacerlo habitualmente. El golf ha fraguado una buena amistad; «hemos compartido partidas, comidas, cenas... y proam». Y en el 'tee' del 1 de Villa de Madrid, como esperaba, Vera estaba nervioso; «sólo quería darle para adelante». Lo consiguió. 'Drivazo' a media calle. Alivio. Y ya en el 8 (un par 4 en subida) lo mejor de la vuelta; «le pisé la bola a Rahm. Le saqué unos 5 o 6 metros. Con un 58 a 100 metros la dejé a centímetros del hoyo. No la metí de milagro. ¡Brutal! El mejor hoyo de mi vida». Lo dicho. Inolvidable. Ah! y lo del pelo rubio de Vera fue en agosto. «Y el de Carlitos es más platino», matiza. Un 'selfie' juntos lo atestigua.
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