«La ruta canaria es la más peligrosa de la tierra»

Las islas Canarias reciben a diario un volumen altísimo de personas que se han jugado la vida en el mar. «La ruta canaria es la ruta migratoria marítima más peligrosa de la tierra, se estima que una persona fallece en ella cada 45 minutos», cuenta María Tomás Rodríguez (Madrid, 1974), que inaugura hoy, Día del Cooperante, a las 20.00 horas, en el Museo Hidráulico Los Molinos del Río Segura 'Los incontables', una exposición que muestra a través de las pateras y cayucos abandonados, la precariedad y peligrosidad a la que se enfrentan los migrantes día a día. El proceso documental lo inició en 2020, en plena pandemia. Está muestra permanecerá disponible hasta el 16 de septiembre. Este sábado habrá una visita guiada por la fotógrafa a las 12 horas, de acceso gratuito.

«Soy hija de canaria, y he de decir que este fenómeno migratorio no es nuevo, lleva muchos años. De hecho, recientemente se van a cumplir 30 años de la primera partera en tierras canarias», anota la fotógrafa, quien asegura que este problema nunca ha sido ajeno para ella. «He viajado mucho a Senegal, he documentado durante muchos años los problemas de los pescadores allí, y estoy documentada e informada sobre por qué las personas quieren salir de allí. Yo misma tengo amigos que viven en Canarias, que han llegado a través de la ruta migratoria. Cuando llegó la pandemia decidí confinarme en Tenerife, y es ahí cuando decido documentar las embarcaciones», cuenta a LA VERDAD esta licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid) y doctora en Ingeniería de Control por la Universidad de Sheffield, que es profesora titular de Mecatrónica y Control de Sistemas en The City University of London.

Esta exposición está impulsada por la Concejalía de Talento Joven y Espacios Públicos del Ayuntamiento de Murcia, que dirige la concejala Sofía López-Briones, dentro de las Jornadas sobre Cooperación al Desarrollo.

El título de la muestra, 'Los incontables' tiene dos significados. Uno de ellos está relacionado con el número de embarcaciones que había varadas en la orilla durante el confinamiento. «Se quedaban allí durante días y meses, pero cuando en junio de 2021 se abre al turismo, en menos de 24 horas se retiraron todas las embarcaciones. Por otro lado, con este titular pongo el foco en las personas que nunca llegaron a su destino. Tenemos un recuento exacto de las que llegan, pero y de los que no... mueren en travesías peligrosas y no sabemos ni siquiera cuántos son, quiénes son, cómo se llaman, me parece muy poco digno para ellos, y por eso son los incontables. Hay un montón de historias de cuerpos momificados en las costas del Caribe o en Latinoamérica. Es un homenaje para ellos», señala. María lleva media vida en el Reino Unido, «con 25 años me vine a estudiar un máster, continué con el doctorado y allí he desarrollado mi carrera. Pero también estuve dos años en Murcia, cuando terminé la carrera. Tengo muy buenos recuerdos de la Región de Murcia, la gente es muy entrañable. Estuve de consultora en la fábrica de Hero, en Alcantarilla. Conservo aún amistades que desarrollé en mi etapa aquí», recuerda la madrileña, que se considera una auténtica nómada.

Aunque la fotógrafa es consciente de la problemática migratoria actual, considera que «no debo opinar, es un tema que deben resolver las instituciones políticas. Lo único que puedo decir es que es cierto que hay un auge de llegadas de migrantes, y que el perfil demográfico de las personas ha cambiado, aumentado el número de menores no acompañados y mujeres. El número de menores no acompañados en Canarias es insostenible, no hay suficientes recursos para acoger al volumen de llegadas que hay últimamente», indica Tomás, que intenta poner su lente en torno a temas sociales, desigualdades.

De hecho la exposición 'Los incontables', «que es lo que me ha traído a Murcia, no muestra a las personas migrantes de forma deliberada. He optado por no fotografiar a las personas que llegan a las costas canarias. Lo que cuento es el viaje que ellos hacen a través de las embarcaciones, a través de los utensilios que quedan en ellas», apunta esta científica, que insiste en apuntar la diferencia entre «cayucos y pateras, dependiendo de la embarcación, la ruta es diferente y las condiciones en que llegan son diferentes. No es lo mismo una persona que viene de Marruecos en patera a una que viene en un cayuco desde Mauritania o Senegal», aclara Tomás.

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