'Paquita, la de los cuadros', la ciezana «adicta al arte» que tiene obras de Picasso, Dalí y Miquel Barceló

La conocen en Cieza y más allá como 'Paquita, la de los cuadros', pero Francisca Serrano es coleccionista de arte y fundadora de la galería Efe Serrano, un palacete en la calle San Sebastián número 20 de la ciudad del mejor melocotón del mundo repleto de piezas singulares y originales de Miquel Barceló a Tapies, de García Lorca a Alberti, de Pepe Lucas a Hernández Cano. Todas las obras están en venta, pero a Paquita le cuesta desprenderse de muchas de ellas. No todas las ofrecería al mejor postor, asegura. Aunque no vive del aire, insiste.

Todo empezó en un taller muy pequeño de molduras en la Cuesta de la Villa de Cieza, donde aprendió a enmarcar. Hipólito Molina, un señor muy relacionado con artistas de Madrid y artistas murcianos, se empeñó en que Paquita vendiera obra. Era tan pequeño el espacio, cuenta a LA VERDAD, que había que salir a la calle a darle la vuelta a las molduras para poderlas meter parejas. «Ahí fue donde yo me enseñé a enmarcar, a vender, a dialogar y a hacerlo todo, y sin tener estudios», anota Paquita. Después tuvo un espacio en la calle Mesones, donde exponía en el escaparate cuadros que enmarcaba y pinturas que le llevaba la gente. Fue así como montó la primera sala de exposiciones, Mesones 38, «porque coincidía que el número de la casa era el 38, y que Ricardo, mi marido, y yo teníamos los dos 38 años». Allí conocieron a Molina Sánchez, a Párraga, a Blas Rosique... «Párraga era un cielo, pero cada vez que venía a Cieza se mamaba», recuerda.

Fue tiempo después cuando vio una oportunidad de comprar un palacete ruinoso del siglo XVIII en la calle San Sebastián, que Paquita y su marido preservaron y con mucho esfuerzo y paciencia recuperaron, siendo uno de los edificios más espectaculares del casco viejo de Cieza. «Cuando llego aquí veo a Pepe Lucas, a quien conocía de toda la vida. Fíjate si lo conocía que yo iba de pequeña a su casa, y me conocían por la tienda de enmarcaciones. Su madre, María, cuando iba a verla, que Dios la tenga en su gloria, se levantaba del sillón para que yo me sentara. A mí la obra de Pepe me gustaba mucho, pero no podía comprarla porque yo no tenía dinero. Sin embargo, a mis clientes yo les ofrecía obras de Pepe y de muchos otros pintores, y les daba facilidades para que pagaran en dos o tres plazos. Y gracias a eso Cieza tiene mucho patrimonio pictórico y mucha cultura en sus casas. Yo les he dado esa facilidad a ellos, y ellos han confiado en mí». La galería Efe Serrano se inauguró en 1997, de hecho, con una exposición de Pepe Lucas, de cuya muerte se cumple hoy el primer año. Por eso, en Navidad, se inaugurará una gran exposición con obras de Lucas a modo de homenaje, que ocupará todo el inmueble.

A Paquita Serrano le gustaría que este palacio albergara el Museo de Arte Contemporáneo de Cieza; ella lo ha ofrecido al Ayuntamiento en alquiler con opción a compra, «y yo puedo dejar parte de la obra, sin problema». Pero hasta ahora ningún partido político ha dado el paso. Asegura que todo lo que hay en la galería está en venta. «Si alguien viene y quiere comprar, por ejemplo, las obras que tenemos de Picasso, mañana mismo se las vendo porque me ayudaría a bajar la hipoteca un montón. La vejez viene, nos vamos haciendo mayores, y no sé qué pasará en el futuro», reconoce Paquita, madre de dos hijos, un pintor [Francisco Martínez Serrano, que ha realizado distintas exposiciones] y una periodista.

Entre las obras más preciadas, un texto manuscrito con dibujo de Federico García Lorca de La Alhambra, fechado en 1928; un plato de cerámica de Picasso, dos libros que compró en Arco a Aitana Alberti con dibujos de Picasso y del autor de 'Marinero en tierra'. Son los ejemplares 8 y 64 de 'Les Déjeuners', firmados. También tiene el juego de la oca-toro, en madera serigrafiada, firmado por Alberti en 1972 con vivos colores e ilustrado con típicos dibujos del poeta. «Desprenderme de estas cosas me costaría desprenderme sentimentalmente», admite.

Reconoce que es «una adicta al arte». Ha comprado obra, y los artistas le han dejado obras para que pudiera venderlas. «Lo bueno que he tenido yo es el apoyo de Cataluña», insiste Paquita, que cita con verdadera admiración la figura de Francesc Puig, investigador en arte y especialista en Picasso. «Ese señor fue inteligente a tope, y nos ayudó muchísimo». Muchas oportunidades ha tenido de salir de Cieza, pero rechazó todas las proposiciones porque su deseo ha sido permanecer en Cieza y desde aquí promover el arte.

Los artistas que Efe Serrano ha vendido muy bien cuando pusieron en marcha la galería fueron, por ejemplo, Molina Sánchez, «un gran maestro para los pintores murcianos», y Párraga, «que hizo la tira de cosas». «Tengo un buen recuerdo que Párraga me dejó antes de fallecer, que es una obra que firmó con esta dedicatoria: 'Para Paquita Serrano Yuste, que algún día se sentará junto a la reina'. Y no la he expuesto nunca porque me muero de vergüenza». Y, casualmente, en su primera visita a la feria de arte contemporáneo Arco se vio saludando a la reina.

«Es muy difícil vivir del arte. Yo tenía 25 años cuando empecé y tengo 72, imagina lo que tengo vivido y trabajado, y a la gente que he tratado en este tiempo. He conocido a grandes maestros, a los mejores, y los he ido a conocer a sus estudios y a las bienales, salones y ferias». Siempre ha encontrado manos abiertas, «pero soy ciezana y yo siempre quise permanecer con los 'chitos', como decimos de los ciezanos».

Por la galería Efe Serrano han pasado artistas como Juan Ripollés, Premio de las Artes de la Comunidad Valenciana, que vino a Cieza en 2013 y pintó una obra delante de los alumnos que se conserva en el colegio Madre del Divino Pastor.

Este espacio ofrece estos días, en la llamada Feria de Arte, obras de primerísimo nivel de autores como Miquel Barceló, Antoni Clavé, Tàpies, Feito, Manolo Valdés, Ripollés, Hernández Cano, González Moreno, Oswaldo Guayasamín, Pepe Lucas, Juan Martínez Lax, Pedro Cano, Fulgencio Saura Mira, Manuel Pérez y Pepe Yagües, entre otros. En la exposición destaca un plato cerámico de Picasso.

Su larga trayectoria como galerista queda avalada por los 27 años en su actual emplazamiento. Tres plantas llenas de arte donde las obras de autores de primer orden se funden con una interesante casa señorial restaurada con decoración árabe y una imponente vidriera que corona el edificio. Por doquier asoman recuerdos y obras con historias que Paquita cuenta con afectación. «Siempre me he dado a la gente, y doy las gracias a todas las personas que me han apoyado a lo largo de tantos años».

Paquita sigue vendiendo marcos. «Yo no me los quito, porque el mercado del arte está parado», asegura. «Si sales y preguntas por el pueblo, a mí me conocen como 'Paquita, la de los cuadros'. Mucha gente me quiere, y esto me da vida, porque pienso en la gente que ha pasado por esta casa y en lo que yo he traído aquí, y me dan ganas de llorar, pero de emoción. Lo mejor es que la gente venga y que lo contemple en vivo». Así podrán ver también sus propias creaciones con materiales reciclados.

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