Abejas en economía circular
Una firma hortofrutícola de Mazarrón es la primera de la Región que pone en marcha un sistema de reciclaje para las más de 14.000 colmenas que emplea en la polinización de sus cultivos
El emplazamiento de colmenas junto a los cultivos para potenciar su polinización es una práctica extendida con un reverso generalizado en toda explotación exitosa: origina residuos. Cada año, miles de colmenas acaban desechadas sumando más plástico desperdiciado.
Por primera vez, una compañía hortofrutícola de la Región ha optado por reciclar los contenedores de panales empleados para la polinización de plantaciones, a través de un acuerdo alcanzado con la misma firma especializada de Almería que se las suministra. La empresa murciana, con sede en la pedanía mazarronera de Cañada de Gallego, se ha propuesto dar una segunda vida a más de 14.000 colmenas al año que emplea para polinizar sus cultivos, básicamente de tomate, pepino, calabacín y judías. La colaboración, según la dirección de esta firma que cuenta con una plantilla de más de medio millar de trabajadores y supera las 100.000 toneladas de hortalizas de producción anual, «nos va a permitir dar un salto cualitativo y cuantitativo en nuestras acciones de sostenibilidad».
Entre las medidas que la compañía ya «ha llevado a cabo con el objetivo de incentivar la eficiencia y sostenibilidad en todas sus acciones», sus portavoces señalan «la instalación de placas solares fotovoltaicas en dos de sus fincas». Lo que el año pasado calculan que evitó «la emisión de 354 toneladas de CO2 a la atmósfera», lo que equivale a la cantidad que cada año expulsan más de 230 automóviles de tamaño mediano.
La singularidad del acuerdo de reciclaje de sus colmenas que ha alcanzado la mazarronera Perichán con la almeriense Biomip (fundada por un grupo de empresarios e investigadores de la Universidad de Almería para la producción de polinizadores e insectos auxiliares destinados al control biológico en la agricultura) es que es la primera vez que se aplica una medida de economía circular de este tipo en la agricultura regional, aseguran sus responsables.
Las abejas son polinizadoras naturales que los productores están aprovechando introduciéndolas en sus cultivos «para aumentar el desarrollo de frutas y verduras, optimizar recursos naturales y tener una producción más homogénea y de calidad». Se trata de una opción de mejora de cultivos sostenible que precisa de medidas sostenibles adicionales como la adoptada para no generar residuos con sus colmenas.
