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El detenido por la muerte de Audrey Fang pasa a disposición judicial este viernes. Abajo a la izquierda, la víctima Guillermo Carrión / AGM / EFE
Los teléfonos de la turista de Singapur asesinada y de su presunto agresor estuvieron juntos en Abanilla

Los teléfonos de la turista de Singapur asesinada y de su presunto agresor estuvieron juntos en Abanilla

Ong Mitchell, también del mismo país asiático, ingresa en prisión tras su detención en un hotel de Alicante «con efectos probatorios de su participación en el crimen»

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Sábado, 20 de abril 2024, 07:09

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Ong Mitchell, el ciudadano de Singapur de 43 años, acusado de matar a su compatriota, la arquitecta Audrey Fang, de 39 años, ingresó ayer en prisión provisional por orden de la titular del juzgado de Instrucción 3 de Cieza. Mitchell fue detenido el pasado martes en Alicante por el homicidio de la turista que el 10 de abril apareció muerta en un bancal de almendros, cerca de una venta de Abanilla.

Audrey Fang estaba trabajando en una tienda de arreglos florales de su familia. Había viajado sola a España. Se hospedó el 4 de abril en un hotel de lujo del municipio alicantino de Jávea y debía regresar el día 12 a su país. Pero no llegó a coger el avión.

La última imagen que se tenía de ella la captó una cámara del hotel donde se alojaba, el 9 de abril, a las 20.45 h. Había quedado con alguien a quien conocía y que la recogió en la puerta del establecimiento. Una cámara de seguridad captó el momento en el que la turista singapurense se marchaba a bordo de un coche. Su rastro se perdió ese día y la familia denunció su desaparición.

Paralelamente, al día siguiente se encontró el cuerpo de una mujer en Abanilla y la Guardia Civil no tardó en relacionar la ausencia de la turista en Jávea con el cadáver hallado. Las imágenes de la cámara de la puerta del hotel fueron claves y sirvieron a los investigadores de la Policía Judicial para identificar la marca y el modelo del vehículo. Esa pista les llevó hasta Alicante, donde el coche volvió a ser captado por varias cámaras de un parking público cercano a un hotel de la capital alicantina una hora después salir de Jávea.

Audrey Fang.
Audrey Fang. EFE

Allí, también grabaron a Mitchell sacando un tique de aparcamiento de una máquina y, horas después, se desplazó hasta Abanilla, donde fue hallado el cadáver de la mujer. El sospechoso regresó a su hotel de Alicante, donde la Guardia Civil lo detuvo el pasado martes por la tarde.

Investigadores de la Policía Judicial de Murcia llevaron a cabo el registro de la habitación de hotel donde se encontraba alojado el sospechoso. En las inspecciones, hallaron «elementos probatorios de su participación en el crimen», tal y como detallan fuentes de la Benemérita, por lo que fue arrestado como presunto autor del homicidio. La principal sospecha es que el presunto asesino la llevara en el coche desde Alicante y la matara en el bancal de Abanilla. Los agentes comprobaron que a esa hora y en ese lugar los teléfonos de ambos estaban juntos, según fuentes cercanas al caso.

El informe forense señala, por su parte, que la turista singapurense murió tras sufrir numerosas puñaladas, tiene una veintena de heridas por arma blanca en el cuerpo, y recibir varios golpes en la cabeza, ya que sufrió un traumatismo craneoencefálico, según revela la autopsia. Este informe descarta, en principio, que fuera agredida sexualmente, puesto que no se han hallado vestigios físicos y, además, el cadáver llevaba puesta la ropa interior.

La jueza continuará con la instrucción del procedimiento abierto por un delito de homicidio o asesinato, a la espera de que se amplíen las diligencias de la investigación a cargo de la Policía Judicial de la Guardia Civil.

Está previsto que la entrega del cuerpo a la familia para la repatriación del cadáver se produzca en las próximas horas, tras la autorización judicial. «Están en 'shock'. Ahora mismo lo que necesitan es apoyo moral, darles el mayor amparo personal, emocional y psicológico», señaló Manuel Martínez, el abogado que ejercerá la acusación particular y que acompañó ayer a los tres familiares a los juzgados de Cieza.

Audrey Fang y su agresor se conocían desde hacía años

Cuando Audrey desapareció, su familia rastreó varias redes sociales en busca de alguna pista. En una de ellas, en Instagram, descubrieron que Ong Mitchell estaba en España y un excompañero de Audrey les dijo que ella le habló de él hace unos años. Mitchell es un hombre de 1,90 metros de altura, muy corpulento y musculado, que viste con ropa cara, se alojaba en hoteles de lujo y alquilaba coches de alta gama para moverse por el país. El tipo de relación que mantenían es aún un misterio. En su entorno tienen claro que se conocían con anterioridad, pero no pueden concretar el grado de afinidad que había entre los dos porque, según su familia, «Audrey era una chica muy reservada». Además, Mitchell tenía previsto reunirse con su pareja, una ciudadana ucraniana, al día siguiente en el hotel. En este sentido y según fuentes cercanas al caso, la hipótesis que cobra más fuerza es que exista un móvil económico. Audrey participaba en una especie fondos de inversión y, recientemente, había cedido un dinero a una tercera persona no identificada. No obstante, no se descarta que el asesinato se produjera por un asunto vinculado a una posible relación sentimental.

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