Bomarzo, de camino a la eternidad
La grande belleza ·
El tren no llega a Bomarzo y eso convierte el viaje en una especie de peregrinación. Sé que he leído estas colinas antes. Las he ... imaginado en los meses de invierno, cuando la lectura se convierte en un anhelo del verano. Aquí la geografía se vuelve áspera, sin renunciar a los bosques de pinos. Hay barrancos escarpados y pueblos medievales que amenazan con caer. Son lugares apartados del turismo, de camino a Orvieto, en esa franja delicada y mitológica que separa Roma de Florencia. Es tierra de etruscos, el pueblo anterior a los romanos que nos enseñaron el arco de medio punto y antes de ser olvidados, vencieron el miedo a la muerte en los ojos del sarcófago de los esposos.
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Bomarzo es una cita literaria, reservada a los que han leído ciertos libros que ya cuesta encontrar en las librerías. Los viajeros que atraviesan el bosque sagrado y se colocan delante la esfinge, curioseando sobre su destino, han atravesado antes una puerta emocionante: la vida de Pier Francesco Orsini, un don nadie que fue rescatado de las cenizas del tiempo gracias a la prosa de Mujica Lainez. El camino es tortuoso y de una belleza que hiere los ojos. 'Bomarzo', la novela del escritor argentino, recrea la vida del duque Orsini, un segundón de la nobleza romana que vivió en el siglo XVI. Su vida es solitaria, una búsqueda constante de la perfección estética, de la felicidad exenta de humanidad, pero no de arte. El duque de Mujica Lainez ilumina una época, desempolva un mundo perfecto y ritual, el de la creación de los frescos de la Capilla Sixtina, el de la coronación de Carlos V como emperador en Bolonia, el de los camafeos de Cellini y el de la batalla de Lepanto. En todos esos procesos participó Orsini, pero la naturaleza le dio una forma indeseable. Era jorobado, cojo y tremendamente inteligente. Como los monstruos del bosque sagrado, hechos a su imagen y semejanza.
Los viajes se confunden en Bomarzo. Llego a la boca del Orco, con sus dientes pétreos, y tomo el fresco entre sus fauces. Una pareja pasea cogida de la mano. Seguro que han leído la novela. Descifran en la piedra cada pasaje y reconocen los capítulos con una sonrisa cómplice. El duque de Bomarzo hizo construir esta fantasía manierista tan lejana del mundo para que solo existiese para él. Pertenecía a la estirpe de los feos, a la mitología de los monstruos. Así lo pensó Mujica Lainez, porque del duque verdadero apenas se sabe nada. Su vida es una invención maravillosa, una suerte de mensajes secretos que el novelista quiso introducir en las páginas de la historia. Las bestias ancestrales nacen de la tierra a la par que voy ganando caminos. El bosque es denso y muchas esculturas se esconden entre los árboles, nacen de la hierba del suelo.
El duque de Bomarzo hizo construir esta fantasía manierista tan lejana del mundo
El dios Neptuno mira con pose descreída. Venus sale de una concha. Pegaso vuela sobre una fuente. Una tortuga gigante se hace cueva. Hércules persigue a Caco. Proserpina vuelve de los infiernos para conocer a los viajeros. Son todos monstruos reunidos en este jardín de ensueño, que como todos los lugares prohibidos, suscitan el miedo pero también persiguen la belleza. A principios de los años sesenta, Mujica Lainez paseó por estos mismos senderos y se dejó atrapar por la piedra del ensueño. Creó un personaje inmortal sobre un nombre casi desconocido. Pier Francesco Orsini fue el impulso necesario para rescatar el Renacimiento, las intrigas papales, una época exótica de venenos y tableros políticos, pero dependiente del arte como pocas.
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El paseo por el Parque de los Monstruos termina con la caída del sol. Roma está demasiado lejos y la distancia no me pesa. Estoy en otra civilización, distinta y creada solamente para el lector. En el borgo las casas se amontonan y escalan la colina. Uno tiene la impresión de que cuanto el bosque se vacíe, la piedra adquirirá dimensiones humanas y volverán a la vida todos los monstruos que acompañaron a Pier Francesco Orsini durante su trayectoria. En Bomarzo no ha llegado el tren porque es una geografía que depende de la literatura. Por es eso invencible.
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