Es una vergüenza lo que está pasando en España. Es terrible que alguien que ha tardado tanto tiempo en prepararse, para llegar a lo más ... alto, tenga que marcharse por falta de dinero. Alguien que nos ha dado sus mejores años. Que se ha dejado la piel. Que ha trabajado hasta en fines de semana. Sin descanso. Alguien que ha hecho más por España que la mayoría de nosotros.
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Alguien que se irá a otro lugar a demostrar su valía; un lugar donde le pagarán lo que se merece; sobre todo, porque les sale barato: es España quien ha invertido dinero para que sea el mejor y será otro país el que se aprovechará de ello.
Pero todo esto no nos importa. Lo que hace que lloremos, que nos enfademos, que nos indignemos, es la marcha de Messi. Da igual que, cada año, muchas de las personas más capacitadas que tenemos en investigación deban abandonar su carrera en España por falta de medios. Da igual que nos quedemos sin equipos de investigación, sin estudios punteros, sin patentes. No nos importa porque una investigación no se televisa ni nos haría emocionarnos minuto a minuto.
En unas cuantas horas, se ha hablado más de la marcha de Messi que todo lo que se ha escrito sobre la «fuga de cerebros» en los últimos años. Y es que queda claro que no nos indigna 'la fuga de cerebros', nos indigna 'la fuga de pies'.
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