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El cantante panameñó anoche en el Parque Torres, con su nutrida banda.

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El cantante panameñó anoche en el Parque Torres, con su nutrida banda. Pablo Sánchez / AGM

El listón de Rubén Blades

El cantante panameño inaugura con salsa y son cubano la XXIV edición de La Mar de Músicas en Cartagena

Alberto Frutos

Cartagena

Sábado, 21 de julio 2018, 09:35

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Diez años después de su última visita, Rubén Blades volvía a La Mar de Músicas con la tremenda responsabilidad y honor de protagonizar el concierto más esperado de la primera jornada de la nueva edición del festival cartagenero, una de las citas culturas más importantes del año a nivel tanto regional como nacional. Una misión que el artista panameño solventó con envidiable facilidad gracias a uno de esos repertorios intachables de inicio a fin, compacto y sin fisuras, inspirado e inspirador, legendario e influyente, emocionante en su esencia y forma de despedida. Porque de eso se trataba, del adiós de Blades a un género, la salsa, al que inyectó versos en vena, lucha en el espíritu y sensibilidad en cada una de sus esquinas. De repente, cada baile tenía detrás una historia, cada son unos protagonistas y cada sonido un sentido.

Y ahora, más de cuarenta décadas después de que se sumergiera por primera vez en sus aguas, Blades entiende que ha llegado la hora de probar otras cosas, de pasar página de un libro que no se entendería sin su firma. Y nosotros, claro, aprovechamos su invitación a una gira disfrazada de fiesta de despedida en la que, acompañado por la apabullante Roberto Delgado Salsa Big Band, orquesta formada por un conjunto de músicos capaz de hacer que lo excelso parezca sencillo y (casi) normal, el panameño recorre una trayectoria repleta de monumentos líricos y melódicos.

Vídeo. Actuación de Rubén Blades en el arranque del festival.

Así, un Auditorio Parque Torres lleno hasta la bandera vibró y se entregó en cuerpo y alma, no necesariamente por este orden, a un conjunto de temas tan maravillosos como la inicial 'Decisiones'; 'El cantante'; 'Amor y control'; 'Ligia Elena'; 'Todos vuelven' o, por supuesto, las celebradísimas 'Muévete' y una 'Pedro Navaja' que sigue manteniendo intacta su condición de obra maestra. Un recital de talento en toda regla protagonizado por un artista único, puro carisma y elegancia, que, por si no fuera poco, también regalo versiones de legendarios estándares americanos como 'The way you look tonight' o 'Mack The Knife'. Memorable.

Una manera inmejorable de comenzar la nueva edición de un festival que, además, presentó en su primer día los directos de la venezolana Betsayda Machado y sus compatriotas de La Parranda El Clavo, una auténtica fiesta en la que la percusión jugó con acierto el papel de contexto, punto de partida, horizonte y destino; Banda Magda, cuyo concierto, capaz de viajar de México a Grecia, pasando por Colombia o Francia, se mantuvo siempre en un terreno de elegancia y sutileza tan correcto como, lástima, frío; y por último, ese torrente escénico llegado de Brasil llamado Liniker Barros, que, acompañado por su estupenda banda os Caramelows, se entregó a la madrugada con una mezcla de soul, rock, funk, jazz, música disco y ligeros toques de samba que, pese a perder algo de fuelle tras el impacto inicial, le encumbró como el gran descubrimiento de la jornada.

En definitiva, la vigesimocuarta edición de La Mar de Músicas ha empezado con la fuerza y capacidad de fascinación que caracteriza a un festival único. ¿El principal culpable? Un poeta apellidado Blades.

Vídeo. Resumen de la primera jornada de La Mar de Músicas.

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