La magia era ella
La noche mejoró cuando June Fermie tomó la voz cantante de Matt Bianco en el cierre del festival
Cuando la música se acaba, el eco resuena en la memoria. Todas las voces que han pasado por Jazz San Javier en la 24 edición ... se marchan un poco con los miles de espectadores que han pasado por el Auditorio Parque Almansa antes de que las tracas iluminaran el cielo como despedida.
La organización tuvo que advertir a los integrantes de Matt Bianco de que iban a atronar los fuegos artificiales a su espalda, para que no salieran de estampida con el susto en el cuerpo al primer cohete. Después de los disparos de la Bataclán, en París, no hubieran sido los primeros que echan cuerpo a tierra al oír el primer petardo. En este mundo asustado seguimos bautizándonos con música.
Después de una cantante al más puro estilo francés, Cyrille Aimée, de voz de caramelo y repertorio seguro –hasta que llegó a 'Me gustas cuando callas', ay, cómo se nota cuando se canta sin entender la letra–, llegó la banda que un auditorio casi lleno esperaba.
Matt Bianco es una prueba más de que seguimos nutriéndonos de la cosecha musical del siglo XX
Matt Bianco es una prueba más de que seguimos nutriéndonos de la cosecha musical del siglo XX. Más que jazz, los de Mark Reilly hacían y continúan un pop sostenido, con swing amable y veladuras de jazz latino. Melodías de tempo medio, pegadizas, sin estridencias, válidas para ambientar un pub resultón o un chill out sin que nadie disienta abiertamente. Un 'easy listening', que se suele decir.
Con una ejecución inmaculada, los músicos arroparon al cantante fundador de la banda británica en 1983. Su mandato relajado, esa quintaesencia del sonido ambiental, reinó desde el principio, con la delicia de escuchar a músicos tan impecables como el pianista Robin Aspland y el sonido fusionado de una banda armoniosa, que funciona como una voz única.
El problema de la moderación es que puede llegar a convertirse en recurso de ascensor. Fue lo que pasó en la primera parte del concierto, cuando Reilly no dejó hueco a la cantante June Fermie. Acaparó la voz cantante y el electrocardiograma fue más plano que la superficie del Mar Menor en estos días de canícula. Matt Bianco ha creado grandes temas, pero la voz repeinada de Reilly sin Basia, su compañera polaca en el micrófono, pierde emoción.
Por fortuna estaba June Fermie, que mostró lo que tiene en la garganta en cuanto el jefe le dejó espacio. Y la noche brilló desde 'Half a minute', uno de los hits del grupo. Se sucedieron éxitos como 'Summer in the city' y 'Don't blame it on the girl' o 'Yeah yeah', que empujaron al público al foso, como en cada fin de concierto este año en Jazz San Javier.
Se despidieron con un inolvidable 'hit', aquel 'hit' de una época no tan agotada, a la que el tiempo le sienta tan bien.
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