Vene Vieitez: «Dormir en la misma cama durante tres meses es una aventura»
«En Italia y Francia conocen el Festival de Comedia del Arte de Lorquí, pero nadie sabe pronunciarlo correctamente, unos dicen 'Lorqui', otros 'Lorcuí'...»
Define Vene Vieitez (Caracas, Venezuela, 1986), Teatro Strappato, la compañía que fundó en 2011 junto a Cecilia Scrittore, como una compañía nómada de actores-artesanos. Lo cierto es que así es, pues este dúo no acostumbra a dormir demasiadas noches seguidas en el mismo colchón, no obstante, hay alguna excepción en este calendario de vida itinerante, y es que los miembros de la compañía pasan al menos dos meses al año -algo admirable para su inquietud- en Sierra Espuña, concretamente entre Totana y Aledo. Es aquí también donde tienen instalado su taller de máscaras, que son protagonistas de sus espectáculos. Además, desde 2022 son los encargados de la programación de la Semana de la Comedia del Arte de Lorquí, un evento único en la Región en el que involucran a todo el pueblo.
-¿De dónde viene su interés por las máscaras?
-Fue, como todas las cosas importantes en esta vida, una grandísima historia de amor. Yo estudié Sociología y hacia algo de teatro. En una ocasión realicé un taller con una actriz que trabajaba con máscaras en Italia y me enamoró ese mundo. Después, estuve un tiempo viviendo en China y allí pude ir a ver la obra de esta compañía italiana. Me quedo completamente fascinado. Al final de esta estancia pude formarme con la compañía y el teatro se convirtió en mi oficio. Se suele decir que la máscara cubre el rostro, pero eso lo dice quien no ha usado nunca una máscara, porque la máscara desnuda el cuerpo entero del actor. Cuando un actor se pone una máscara, por muy pequeño que sea el gesto que haga con los dedos de la mano, se va a ver cien veces más, y eso hace que el actor quede expuesto. Es fascinante cómo un objeto te consigue desnudar.
En tragos cortos
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Un sitio para tomar una cerveza El Chamones, en Totana. Un barecito auténtico lleno de abuelitos
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Una canción 'La llorona'
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Un libro para el verano 'La mancha humana' de Philip Roth
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¿Qué consejo daría? Vive y deja vivir
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Un aroma El de la savia
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¿Con quién no cenaría jamás? Tendríamos que ir a cenar más con quién no queremos ir a cenar
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¿Quién dejó de caerle mal? Es complicado, quizás juzgamos demasiado prematuramente
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¿Les gustaría ser invisible? Sí
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¿Qué le gustaría ser de mayor? Una persona capaz de promover realmente la paz
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¿Tiene enemigos? No
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¿Qué es lo que más detesta? El kéfir de yegua
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Un baño ideal En alguna de las calas entre Mazarrón y Cartagena
-¿Dónde nació Teatro Strappato?
-Aquí. Y en realidad fue casi sin quererlo. Cecilia y yo trabajábamos en una compañía en Italia cuando decidimos fundar Teatro Strappato. Surgió la idea de hacer un proyecto de colaboración con el Conservatorio de Cartagena, con el departamento de viento-metal. Y entonces dije: 'Perfecto, vamos a España, hacemos este proyecto y luego ya vemos dónde echamos raíces'. Nació 'Almas de latón' y una cosa fue llevando a la otra. Nos instalamos en Sierra Espuña. Nosotros actualmente pasamos en Murcia dos o tres meses al año, porque el resto del tiempo estamos de gira fuera de España, pero seguimos teniendo un pie en Sierra Espuña, que es donde aún hoy creamos todas nuestras máscaras, ensayamos y montamos las obras.
-La Semana de la Comedia del Arte de Lorquí.
-Está funcionando súper, súper bien. Este no es un festival de teatro en general, sino que se centra en un tema bastante específico, el teatro físico y de máscaras. Aunque lleva el título de comedia del arte, en realidad no hacemos solo eso. Lo que caracteriza este tipo de teatro que se ve en Lorquí es que siempre hay detrás un trabajo de construcción precisa de los personajes. El festival está creciendo de una forma bastante interesante en diversos caminos. Por un lado, tenemos la parte de la acogida, algo casi mejor que el propio festival. Todos los artistas y los alumnos que participan en las clases magistrales son hospedados por los vecinos del Lorquí, en sus casas. Este año ha sido una fiesta porque las abuelitas adoptaban a muchos chicos que venían de diferentes academias de arte dramático de Europa. De repente, en una casa, había una chica que hablaba francés, otra italiano... El pueblo se ha volcado bastante y hemos recibido a mucha gente de fuera del Lorquí.
-¿Qué objetivos tiene la programación del festival?
-Intentamos que la programación, aunque es muy modesta, tenga variedad. Tiene espectáculos y actividades en los centros educativos. Viene gente de otros países a impartir formación para profesionales que también pasa por los centros educativos para que los chavales puedan conocer lo que hacen, y eso es una oportunidad para el pueblo. Nosotros estamos de gira por Italia y Francia y todo el mundo que se dedica a ello conoce el Festival de Comedia del Arte de Lorquí. Nos hace mucha gracia porque nadie pronunciar correctamente Lorquí, unos dicen 'Lorqui', otros 'Lorcuí'... hay mucha gente que quiere participar en el festival, pero nosotros seguimos queriendo que sea un festival chiquitín.
«La Región de Murcia es un secreto muy bien escondido»
Dentro del agua
-Con este espíritu nómada, ¿qué les atrapó para quedarse en la Región?
-La Región de Murcia es un secreto muy bien escondido. La fuerza de Murcia es que tiene una autenticidad que en otros lugares se ha convertido en una cuestión de fachada, en función de la imagen que se quiere proyectar del sitio. Nosotros pasamos cada semana del año en una región distinta de Europa y vemos como, quizás, los sitios menos populares a nivel de turismo internacional suelen tener un mayor encanto. Aquí tenemos playa y sierra y, al margen del verano, siempre hay una temperatura agradable. Nosotros nos enamoramos. Además, los mejores paisajes están dentro del agua. A mí me encanta el submarinismo.
-¿Tiene algún lugar favorito para hacer submarinismo?
-Hay varios. Para hacer inmersión, hay algunas calas por la zona de Águilas o por La Azohía. Pero hacer submarinismo con bombona requiere más organización y a veces no tenemos tiempo ni ganas de organizar tanto, así que Cecilia y yo nos hemos aficionado a hacer snorkel y la verdad es que casi cualquier sitio está bien. Hay zonas en las que puedes combinar senderismo -con rutas preciosas- con submarinismo o snorkeling y eso ya es la bomba. Esos sitios donde tienes que caminar durante una hora y media para bajar toda la montañita hasta la cala y llegar a sitios vacíos y preciosos son un privilegio. Cada vez que vienen nuestros amigos los llevamos.
-¿Por qué países suelen actuar?
-Últimamente estamos mucho entre Italia, Francia y Alemania. Este verano está siendo una locura. Algunos viajes los hacemos en coche, otros en avión... Desde que salimos de Murcia en abril hemos hecho Piamonte, Verona, Burgos, Bolonia, Turín, Córdoba, la Toscana, París y el Festival de Aviñón, lo más gordo que hemos realizado últimamente.
-¿Cómo fue su experiencia en Aviñón?
-Eso es una locura tremenda de festival. Dura un mes y es uno de los festivales más grandes de teatro del mundo. Es descomunal. Hay gente de todos los lados. Este año hubo más de 1600 obras de teatro. Este es nuestro quinto Aviñón, esta vez con 'Tierra y pólvora'.
«Quien crea que en Venezuela se está hablando de izquierda o de derecha, de buenos o de malos, está muy equivocado»
-¿De qué se ha quedado con las ganas?
-Cuando llegó la pandemia estábamos en Sierra Espuña y el cierre de fronteras nos pilló con las maletas hechas. Empezábamos una gira por México, Paraguay y Bolivia. Una gira de unos dos meses y medio por América Latina, justo cuando ya llevábamos tres meses de sedentarismo. Dormir en la misma cama durante tres meses ya es una aventura pero cuando, de repente, viene el covid, nos damos cuenta de verdad de que no sabemos llevar esa vida sedentaria.
-¿No se cansa de tanto movimiento?
-El cuerpo se acostumbra a que cada, como máximo, dos o tres meses, cambies de país. Eso quiere decir que cambias de clima, de idioma, de dieta y de horario. La rutina puede ser maravillosa pero si no estás acostumbrado se convierte en agobiante. A nosotros nos encanta nuestra vida nómada con la casa en una maleta.
-¿Ven mucho a sus amistades?
-Es hermoso porque hemos hecho muy buenos amigos en estos años viajando. A veces tienes a los amigos cerca y no los ves porque dices 'ya quedaremos para tomarnos un café' y eso nunca ocurre; pero cuando llevas una vida nómada, como te quedas tan poco tiempo en el lugar, te ves sí o sí. Es una vida estimulante. Es verdad que en ocasiones cansa. Hay veces que te despiertas de noche y vas al baño pero no sabes ni donde estás. Pero tiene tantas cosas bonitas...
Polarización
-¿Cómo esta viviendo la situación actual de Venezuela?
-Durante muchísimos años yo, como otros muchos venezolanos, me he autocensurado enormemente a la hora de hablar de la situación política de Venezuela, porque es una situación compleja y muy mediatizada. Se ha empujado mucho a la polarización. Yo vivo fuera de Venezuela desde 1998, precisamente el año en el que Chávez sale elegido presidente. No opinamos porque es muy fácil que después seamos atacados y que se nos pongan etiquetas. La situación de hoy en Venezuela es extremadamente triste. La polarización está consiguiendo enfrentar a la gente de una forma casi violenta. Lo que está claro es que si en Venezuela las cosas fuesen bien, no tendríamos este éxodo y no habría tantos venezolanos por todo el mundo. Yo estoy feliz en cualquier lado pero entiendo muy bien a muchos venezolanos en el extranjero que tienen ganas de estar en su país y no pueden. Sinceramente, estoy más triste que lúcido para poder tener una opinión al respecto de lo que pasa en Venezuela. Quien crea que en Venezuela se está hablando de izquierda o de derecha, de buenos o de malos, de socialismo o de capitalismo, está muy equivocado.
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