Fran Ropero: «¡Dejad de hacer tributos! ¿Qué vamos a hacer cuando se muera Sabina si ya tiene 70 tributos?»
«Vendí dos de los tres cajones flamencos que tenía en casa para financiar el disco»
«Que hoy esté aquí, en Murcia, porque me haya tenido que venir de Zaragoza expresamente para cantar 'Bolero a Murcia' me hace sentirme más ... ancho que largo», asegura el cantautor Fran Ropero (Sabadell, 1978). Cuando se le pregunta por su procedencia, insiste en aclarar que él es «el más murciano». Nacido en Cataluña y criado, desde los 8 años, en la ciudad atravesada por el Segura, los veranos de niño los pasó en Granada, tierra de su padre, y ahora ha encontrado un hueco profesional en la captital aragonesa. Su último disco, 'Cara A', es un proyecto que se completará con 'Cara B' y en el que juega con esa dualidad entre la razón y las emociones, es decir, la cabeza y el corazón. «Fresco, callejero y sin filtros», lo define su autor. Palabras que sirven para describir tanto a la obra como al artista.
–¿Cuándo empezó a relacionarse con la música?
–Mi tío tenía un grupo de música en Barcelona y ensayaba en la casa de mi abuelo. Y yo, con cuatro años, era el sobrino mayor y el nieto mayor. Para que no diese el follón me sentaban a ver los ensayos. Me he criado escuchando música y de ahí viene mi interés. Además, tengo una familia bastante musical. No de músicos, pero sí de afición. Los sábados por la mañana, mi padre y mi madre se peleaban por la música que se ponía para limpiar la casa, siempre se debatía entre la Jurado y la Pantoja. Y en vez de regalarme una consola, mi padre me regalaba guitarras.
–¿Recuerda en qué momento comenzó a componer?
–Yo tenía un grupo de música en Molina de Segura pero solamente era cantante. Componía algo pero era un trabajo más en equipo. Cuando dejé el grupo fue cuando me puse más de lleno a componer y a hacerlo todo yo. Ha sido un trabajo progresivo de tocar muchísimo en salas para cuatro personas, otras veces para cien...
–¿Cuál ha sido su peor trabajo fuera de la música?
–Yo soy diseñador industrial y dejé el curro para dedicarme a la música. La verdad es que ha ido todo muy bien pero tuve una época en la que tuve que buscarme algo y creo que soy el peor comercial del mundo. Me metí de comercial en una empresa que vendía colchones y equipos de osmosis. No vendí prácticamente nada. Estuve allí tres meses. Lo primero que piensa la gente cuando te abre la puerta es que le vas a engañar y yo no sabía qué hacer. No puedes vender un producto en el que no confíes o que te de igual. Y yo el agua lo bebo del grifo.
«Los sábados por la mañana mis padres siempre debatían entre escuchar a la Jurado o a la Pantoja»
–¿Y su experiencia como diseñador industrial?
–Buena, pero hay un día que dices 'tengo que intentarlo' porque sino después va a llegar un momento en el que me de rabia no haberlo hecho. A lo mejor no he llegado a nada, pero he conseguido vivir de la música. Tengo muy buenos amigos dentro de la música, como María Rozalén. He currado mucho con Second, soy muy colega de Alejandro Acosta y Nita de Fuel Fandango –que han anunciado su separación–... me he movido muchísimo. Yo siempre digo que juego en Segunda B pero que siempre he estado rodeado de gente que juega en Primera.
–¿Hubo un año en el que cambió todo?
–Sí, 2009. Mi padre falleció en 2007 y en esa transición de dos años y medio fue cuando dejé el trabajo para dedicarme a la música. Hice click. Me di cuenta de que hoy estás y mañana no. De hecho, me pasó otra cosa. En las fiesta de Alcantarilla, yendo por la calle con unos colegas, nos tuvimos que meter en un portal porque un chaval iba con el coche de lado a lado y se subió encima de la acera. Nos podría haber llevado por delante. En fin. En 2009 salió mi primer disco y también guardo buenos recuerdos de entonces como el proyecto 5autores.son con David Moya, Aarón Sáez, Jass y David de Gregorio.
Copla
–Con Aarón Sáez creó Dúo Orquesta Regalizes. ¿Cómo nace este proyecto?
–Es una de las cosas más bonitas que me ha pasado en mi carrera. Fue un proyecto con el que grabamos dos discos. En realidad grabamos tres, pero solamente salieron dos. Hay un tercero que está en la recámara e igual algún día sale. La gente todavía me pide en directo que toque canciones de Dúo Orquesta Regalizes. Sobre todo 'La increíble mujer ancla' y 'Seis toros seis'. Queríamos recuperar la canción española y hacer copla, pero no hacer un refrito. Se trataba de hacer copla escrita por nosotros como se escribía en los años 30, 40 y 50, pero con letras de ahora. O sea, con esa intensidad y con esa fuerza que tenía la copla. Porque que no se nos olvide una cosa: habrá muchos grupos festivaleros y muchos grupos indies, pero si encima del escenario coge uno y canta: 'Sol, soltera te vas a quedar', el público responde.
«Vendí dos de los tres cajones flamencos que tenía en casa para financiar el disco»
–Su último disco es 'Cara A', no podrá prescindir de la 'Cara B'.
–Exacto. El diseño del disco está hecho en dos partes, tanto la portada, como el interior, como las canciones. En este disco, en el 'bonus track', 'Harto' (con Florida&Hermoso) me salgo de mi zona de confort pero estoy muy cómodo. Quería hacer un disco muy acústico. Solamente una canción tiene batería, las demás llevan cajón y percusiones. Este es un disco en el que las letras parecen tener más presencia.
–¿Cuál destaca?
–'Te callé', por ejemplo, es una letra contra el maltrato. La música va en otro rollo, con esencia latina. ¿A quién no le ha pasado que tiene una pareja de vecinos o varias parejas que se gritan? Y tú lo escuchas en tu casa y no haces nada. A mí me pasaba. La canción salió porque tenía un vecino que le chillaba a su mujer todos los días y su mujer le chillaba porque él le chillaba a su hijo. Un día les hablé. El mensaje, para quien lo escuche, queda claro en la letra. A veces me aconsejan que no sea tan claro, pero es que las canciones están para expresar.
–¿Huye de lo políticamente correcto?
–Sí. Con Dúo Orquesta Regalizes cantábamos 'Romance de valentía' y la criticaban. Y nos decían que estábamos cantando canciones supermachistas. Es como cuando criticaban a El Fari por unas declaraciones que hizo en los años 80. Desde entonces a 2024 han cambiado las cosas una barbaridad. No puedes criticar a ese hombre por las canciones que cantaba en ese momento y no me puedes criticar a mí por cantar canciones de cosas que pasan en el día a día. Yo compongo sobre cosas que me ocurren y sobre lo que veo. Como buen cantautor, también le canto al amor y al desamor. En tu día a día te peleas con amigos, conoces a otros, vas dejando gente por el camino, otra gente se va sumando... Por otra parte, ahora creo que hemos puesto muchas etiquetas a las cosas. Etiquetar a alguien es prejuzgarlo. Además, todos nos quieren dar consejos. El otro día le regalaron un libro a mi amiga: 'Cómo criar a tu hijo'. ¿Cómo? Déjalo que se caiga, que coma tierra del suelo. Hay que dejarle su hueco a los niños.
«En una época tuve que buscarme algo de trabajo y creo que soy el peor comercial del mundo»
–¿Usted se ha sentido prejuzgado?
–Totalmente, pero es algo que tengo asumido desde el primer día que me subí a un escenario. La gente te va a juzgar en lo político y en lo personal. Nunca he hecho caso a los comentarios.
En tragos cortos
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Un sitio para tomar una cerveza Café de Alba (Murcia).
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Una canción 'La increíble mujer ancla' cantada por Rozalén.
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Un libro para el verano 'El Dios asesinado en el servicio de caballeros', de Sergio S. Morán.
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¿Qué consejo daría? Ser uno mismo siempre.
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Un aroma El jazmín.
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¿Con quién no cenaría jamás? Con Isabel Díaz Ayuso.
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¿Quién dejó de caerle mal? Arturo Pérez-Reverte.
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¿Les gustaría ser invisible? No.
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¿Qué le gustaría ser de mayor? Músico.
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¿Tiene enemigos? Seguro, pero no los conozco.
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¿Qué es lo que más detesta? La gente que no siente nada.
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Un baño ideal En cualquier playa de la Región de Murcia.
–De todas sus composiciones, ¿tiene alguna favorita?
–'Estrofa y estribillo', con la que se abre este disco. Lo es por el momento en el que la escribí y por lo que dice la canción. Es una historia de amor pero... ahí lo dejo. Hay gente que me ha dicho que parecen dos amigos que se han peleado. Está bien que la gente tenga imaginación y piense lo que quiera. También me gusta 'La chica de Copenhague' porque en esta canción me atreví a tocar el piano. Es una canción que estaba dentro de un cajón, guardada durante un motonazo de tiempo. La letra habla de estas relaciones que se quedan a medias, cuando alguien conoce a alguien y piensa que va a llegar a algo y al final se queda en nada.
–¿La experiencia le ha convertido en mejor compositor?
–Sin duda. La experiencia es un grado. Hay una evolución que viene por todas las vivencias.
–Incluye en el libreto de su disco las letras y los acordes para que sus seguidores puedan tocar las canciones.
–Sí, porque es algo que se ha perdido. Si lo vas a tocar igual, pues por lo menos te lo facilito. A la gente le ha hecho mucha ilusión. Me ha costado muchísimo sacar el disco. Lo hicimos con micromecenazgo. Pusimos disponibles aportaciones desde cinco euros y hasta vendí dos de los tres cajones flamencos que tenía en casa.
«Todavía no he tenido la oportunidad de conocer a Manolo García»
–¿Qué locura ha hecho por la música?
–Tenía unos 20 años cuando, junto con un amigo, nos fuimos a Granada en coche a la presentación del que era en su momento el último disco de Celtas Cortos, cuando sacaron la canción de 'El emigrante' [en 1997]. A nivel de trabajo he hecho muchas, como ir a tocar un jueves a una ciudad cuando el miércoles sabes que has vendido solo cuatro entradas y que vas a perder dinero, pero me da lo mismo.
–¿Qué le molesta del panorama musical actual?
–Me da mucha rabia que los músicos no se den de alta como autónomos. Y los tributos. ¡Dejad de hacer tributos! ¿Qué vamos a hacer cuando se muera Sabina si ya tiene 70 tributos? Creo que se ha perdido el valor por la música de autor.
–¿A quién admira?
–A Manolo García. Todavía no he tenido la oportunidad de conocerlo. Creo que me parezco un poco a él cantando, por mi timbre de voz. Lo sigo desde que era un crío.
–¿Cuál diría que es su fuerte como artista? ¿Su voz? ¿Sus letras? ¿Sus melodías?
–Yo siempre he valorado muchísimo la voz pero lo más importante son las letras. Creo que tengo buena voz. Siempre he afinado bien.
–¿Ha recibido formación?
–No. Ha sido todo muy autodidacta. Así he aprendido a tocar la guitarra y el piano.
–¿Toca algún instrumento más?
–El guitalele y la trompeta, pero el bajo se me ha resistido toda la vida. A pesar de tocar la guitarra española y la guitarra eléctrica. ¿Cómo puede ser?
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