Ángel Pablo Cano Gómez: «En los momentos de mayor crisis es cuando uno ve la calidad de las personas»

-¿Por qué le hace ilusión figurar en esta serie de entrevistas?

-Es una de las secciones que más leo y sigo en LA VERDAD, y, además, siento mucha admiración por Antonio Arco, que me dio clase en la Universidad Católica, fue mi compañero, y yo siempre lo he considerado una referencia. Humildemente me siento orgulloso de participar en esta serie.

-Queda muy lejos ya la etapa de estudiante universitario...

-Recuerdo que había mucha ilusión en aquel momento, había profesores muy jóvenes, gente con talento, y recuerdo a Isabel Sarabia, Josefina Sánchez, a gente que sigue en la universidad, que han sido mis maestros y luego mis jefes, y con los que he aprendido muchísimo. Recuerdo una vez que Antonio Arco me pidió exponer varias obras, una de ellas de Borges, y creo que lo hice fatal para él; no solo era un maravilloso profesor de Literatura, sino un magnífico profesor de Comunicación. Aprendí mucho de él.

-¿No le hubiera gustado encauzar su vida profesional por la senda de los medios de comunicación más que por la política?

-Tuve una etapa en la que estuve muy vinculado a 7 Región de Murcia, fui director de Contenidos, Multimedia y Documentación, y esa parte me gustaba muchísimo, tenía tratamiento con la programación y con la adquisición de derechos audiovisuales, fue divertido y también fue un aprendizaje. Mi vida profesional dentro de la universidad siempre ha estado vinculada a dar clases de producción, televisión, estrategia de comunicación de crisis, y mucho en el plató de televisión.

-Para un blanqueño, ser alcalde de Blanca debe ser lo más...

-Para mí es un tremendo orgullo y una tremenda responsabilidad. Una señora, en un mitin, me preguntó que qué esperaba hacer yo cuando acabasen estos cuatro años. Y yo le dije que si me había dado su apoyo, que esperaba que estuviera orgulloso de ello, y que si no me lo había dado, que creyera que me lo merezco. Eso es para mí el día a día, procurar hacer cosas con la mayor responsabilidad y pensando en el mayor bien común, y que la vida en Blanca sea cada vez mejor.

-Blanca tiene 6.700 habitantes.

-Sí, la población siempre se ha mantenido muy estable en esa cifra, uno de los mayores problemas que tiene Blanca hoy es ofrecer una proyección laboral a las personas que terminan sus estudios, sus carreras, su formación profesional, y que no terminan de encontrar aquí una oportunidad laboral. Es un desafío. Y luego tenemos un problema de vivienda también. Verás que los blanqueños son de los ciudadanos de la Región de Murcia más orgullosos de su pueblo, de los que más disfrutan de su pueblo, y nos gusta la fiesta porque son lugar de encuentro para todos.

-Desde crío se ha bañado mucho en las aguas del río Segura.

-Sí, desde crío. El río es una de las arterias fundamentales de nuestro municipio y une a muchos blanqueños. Todos mis primeros años de vida están vinculados al Arenal, porque vivíamos en el primer edificio que hay junto a esa zona, y recuerdo a mi padre bajar y enseñarme a tirarme desde la piedra del barco, y a mi madre bajar a mis dos hermanos y a mí y bañarnos con una rueda de camión, que era lo que había, y hacíamos pequeños descensos. Al lado de mi casa estaba el Club de Piragüismo, del que probé a formar parte, aunque no era mi mayor talento. Hay que tener mucha estabilidad, y esa no es una de las mejores cualidades que tengo.

-Ya está lanzada esta legislatura, ¿qué dificultades se ha encontrado para ejercer su función?

-La principal dificultad es económica, el Ayuntamiento ha heredado una serie de deudas muy grandes, algunas de ellas no previstas, al menos sobrevenidas tenemos tres grandes problemas, acumulación de facturas que hemos tenido que ir pagando, por culpa de unos presupuestos que estaban agotados y prorrogados, y hay una subvención de 725.000 euros que tenemos que devolver, que habían utilizado para gasto corriente, y, por tanto, el dinero no está y hay que devolverlo. Y un problema con el agua, porque en 2021 se dejó de pagar el agua de Blanca Fomento Social, empresa municipal 100% vinculada al Ayuntamiento. Aquí había 700.000 euros de deuda, que hemos conveniado con la Mancomunidad de Canales del Taibilla, y la hemos llevado a reconocimiento a través de Hacienda, y hemos planificado ir devolviéndola. Ponerle freno a esos problemas ha sido una prioridad, sin desmerecer ninguno de los servicios que presta el Ayuntamiento. Tenemos una apuesta deportiva muy grande, donde se hace uso de muchas instalaciones, y tenemos equipos deportivos en un montón de modalidades, y era fundamental mantener todo eso. Prefiero que los niños de Blanca tenga en el deporte una oferta de ocio para aprender y disfrutar.

-Blanca es pueblo de fiestas...

-Tenemos muchos festejos, y de gran calidad: nuestros encierros, la romería, las carrozas, la semana de la juventud, las fiestas de los barrios patronales que hemos ido recuperándolas... Y es importante mantener eso porque los ciudadanos no tienen la culpa de que alguien haya gestionado mejor o peor, y porque pienso que redunda positivamente en la vida del pueblo, y proporciona alegría.

-¿Se adaptó a vivir en Madrid?

-Estuve cuatro años. Los recuerdo con cariño, y como una época en la que aprendí. Fue una gran oportunidad de trabajo y de conocimiento a nivel personal y humano. Cuando llegué allí apenas sabía llegar de la Puerta del Sol al Congreso de los Diputados, que está a muy pocos metros, pero te adaptas enseguida porque a la fuerza Madrid te obliga a adaptarte. El esfuerzo que requiere estar allí para las personas es del 100% y te ofrece una visión amplia de la vida y del funcionamiento de las instituciones.

-¿Le gustaría volver alguna vez al Congreso?

-No. Son ámbitos que respeto y que son tremendamente importantes, pero soy muy feliz haciendo lo que hago. Yo siempre estaba deseando bajar los fines de semana, y tomar tranquilamente una cerveza en el bar de la puerta de mi casa, y disfrutar de los amigos y de la familia. Conservo amigos de Madrid y del resto de España.

-La política es una actividad que puede ejercer cualquier ciudadano. ¿Qué valores ha descubierto que no imaginaba encontrar ahí?

-La política es algo que está muy denostado en la mente de los ciudadanos, pero yo creo que cuando entras en política intentando que todo lo que hagas sea una oportunidad para servir a los demás, realmente estás haciendo algo bien, y puede hacer mucho bien. Estar al frente de mi municipio es una oportunidad para contribuir humildemente con un grano de arena a mejorar la vida de los blanqueños. La política es una forma de servir a los demás.

-¿Qué aprendió de la abrupta salida de la política del ciezano Teodoro García Egea [diputado del Congreso de los Diputados y secretario general del Partido Popular desde julio de 2018 hasta febrero de 2022] y Pablo Casado [presidente del PP entre julio de 2018 y abril de 2022]? Usted era el jefe de gabinete de García Egea cuando se desató la crisis con la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Fue una guerra con feas acusaciones...

-Aquel tiempo lo veo ahora con cariño hacia ellos, fueron un equipo de trabajo muy bueno también. Todos los entresijos de la política son tremendamente complejos, en ellos intervienen factores que a veces podemos medir, y factores que ni siquiera pueden estar en tu horizonte, porque nadie tiene esa perspectiva de visión tan grande. Lo veo como una maravillosa experiencia la que viví con ellos, e incluso en los peores momentos, porque uno ve la calidad de las personas en los momentos de mayor crisis. Todo lo que puedo decir de aquella época es positivo para mí a nivel personal.

-¿Piensa eternizarse como le sucede a muchos munícipes?

-Yo el propósito me lo mido todos los días, este es un ayuntamiento pequeño, con muchos servicios al ciudadano, y mientras mantenga la ilusión de poder hablar con cualquier vecino para solventar sus problemas y mientras nada me parezca pequeño, y sea autocrítico y espere lo mejor de mí y de mi equipo, puedes permanecer. El día que no tengas esa ilusión es obligado que te marches porque no estarás dando un buen servicio.

-A sus 43 años, ¿piensa que está subido en la cresta de la ola?

-Yo soy de 1980, me siento bien, con energía y con ganas de hacer cosas. Yo fui doctor en la UCAM con 23 años, empecé a dar clases con 21 o 22, luego fui concejal, director de Contenidos de RTRM, luego me marché a Madrid... ahora soy alcalde de mi pueblo. A veces miro hacia atrás y es como si hubiera vivido varias vidas. Pongo alegría e ilusión en las cosas.

-¿Le gustaría ser padre?

-Sí, pero aún no he tenido esa suerte. Soy discreto en estas cosas, pero abiertamente mi mujer y yo siempre lo hemos querido.

-¿Tiene sobrinos?

-Sí, dos de mi hermana y dos de mi cuñada. Son mi fuente de ilusión, y una de las razones que más me llevaron a reflexionar sobre en qué sitio quieres estar fueron ellos. Cada vez que los veía, apreciaba el cambio. Yo pasé la pandemia solo en Madrid, trabajando, y mi mujer estaba en Cieza. Aquellos meses en Madrid me replanteé muchas cosas de la vida, y una de ellas es que no iba a poder ver a mis sobrinos crecer y que mi familia estaba aquí.

-En verano no sale de Blanca...

-Es que julio y agosto son de los meses con más vida e intensidad de nuestro pueblo. Hasta el 16 de agosto los blanqueños tienen el mismo calendario: disfrutar de su pueblo y luego irse de viaje o a la playa. Para darse un baño bueno, y disfrutar del agua, el mejor sitio es el Arenal de Blanca, porque se te enciende la piel por el cambio de temperatura. Es un entorno idílico, y a quien no haya hecho un descenso se lo recomiendo. A mí me gusta hacer las cosas que le gustan a mi mujer también. Iremos unos días a la playa, La Manga nos gusta mucho, y casi todos los años repetimos Roma, procuramos escaparnos al menos un fin de semana cada año.

-¿Es mejor pinche que chef?

-Sí, cuando mi mujer y yo cocinamos mi labor es la de pinche, y mi cometido es realmente que todo quede bien y en orden.

-¿Qué significa para Blanca tener entre sus hijos ilustres a una personalidad tan destacada como el pintor Pedro Cano [galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes por el Ministerio de Cultura y cuya fundación es un logro institucional]?

-Pongo mucho en valor esto porque a veces no somos conscientes del valor que tienen las cosas, y la Medalla de Oro de Pedro Cano ya no es solo suya sino del pueblo de Blanca, pero personalizada en Pedro Cano. Es un tesoro lo que tiene Blanca con él, por su trascendencia, por su trayectoria y por su figura, y con lo que él le dedica al pueblo de Blanca. Es un embajador, y quien ha hecho que seamos más conocidos. Hay una obra de él en los Museos Vaticanos, un señor de aquí está allí.

-Usted tiene en su despacho obras de Pedro Cano y de Luis Fernández, también pintor de la tierra.

-Tenemos un proyecto que pone en valor a los artistas locales, habrá unas 15 o 20 autores que escriben y publican, mi propio padre ha sacado un par de libros, hay veladas de vino y poesía en la terraza del Mucab, y tenemos más de 20 artistas. Más de 60 personas que están creando cosas. Y, además, el Centro Negra y la Agrupación Musical de Blanca. Valores culturales que nos permiten hacer cultura todos los días.

-Tres momentos de felicidad...

-Recuerdo la entrada de mi mujer el día de nuestra boda, estaba guapísima, es pensarlo y me vuelvo a enamorar de ella. Toda la belleza del mundo concentrada en una persona. Y el día que conocí a mi ahijada, a Carla, fue algo trascendente, era apenas nada en su cuna y creo que a mí me sonrió. Y hace poco me sentí feliz reunido con mis padres porque vi que eran felices con las cosas que yo hago, y eso es importante.

-¿Le gusta reírse?

-Me gustan los chistes, por malos que sean. Me río a veces de cosas que nadie más entiende.