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Pedro Flores, cerca de su casa de veraneo en La Torre de la Horadada.

«Nunca, en 40 años, he peleado con mi mujer»

presidente de la Asociación de Jubilados de la Comunidad Autónoma

Daniel Vidal

Miércoles, 27 de julio 2016, 23:58

Con 67 primaveras a las espaldas, Pedro Flores (Murcia, 1948) recuerda con nitidez las carreras que se pegaba, siendo un chaval, «delante de los grises. ¡Vaya fustas de dos metros que tenían!». Pero también rememora con asombrosa lucidez el día de 1968 en el que vio '2001: Una odisea en el espacio'. Tanta fascinación le produjo entonces la cinta de Stanley Kubrick, el futuro inmediato, la emergente tecnología y la ciencia-ficción, que Pedro Flores ya nunca abandonó la senda del byte... hasta el terabyte. Flores, que empezó los estudios de Arquitectura, pronto se hizo informático de forma puramente autodidacta cuando los ordenadores ocupaban habitaciones y en España no se había abierto ni una sola escuela en torno a la materia que hoy revoluciona nuestras vidas. Expresidente de la Fundación Integra, fue uno de los líderes de la revolución digital que emprendió hace más de 20 años la Región de Murcia, cuya administración autonómica recorre hoy en día el camino hacia el 'papel cero'. Pedro Flores lo ve desde la barrera, porque ahora es el 'jefe' de los jubilados de la Comunidad Autónoma. Uno de los que más tiempo libre tiene porque (aún) no tiene nietos, se congratula. «He visto desaparecer tantos dispositivos digitales que ya no me sorprende nada», dice este fan de 'The Beatles' mientras enseña su móvil «para llamar y mandar mensajes».

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  • -¿Un sitio para tomar una cerveza?

  • -La Plaza de las Flores.

  • 2

  • -¿Qué música le suena en el teléfono móvil?

  • -Los Beatles.

  • 3

  • -Un libro para el verano.

  • -'La familia de Pascual Duarte' de Camilo José Cela.

  • 4

  • -¿Qué consejo daría?

  • -Vivir la vida a tope.

  • 5

  • -¿Facebook o Twitter?

  • -Soy más de Facebook, aunque no tengo ninguna de las dos.

  • 6

  • -¿Le gustaría ser invisible?

  • - A veces sí.

  • 7

  • -¿Un héroe o heroína de ficción?

  • -Lobezno.

  • 8

  • -Un epitafio.

  • -Somos los mejores.

  • 9

  • -¿Qué le gustaría ser de mayor?

  • -Cocinero.

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  • -¿Tiene enemigos?

  • -Creo que no.

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  • -¿Lo que más detesta?

  • -La ordinariez, las malas formas.

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  • 2

  • -¿Lo peor del verano?

  • -El calor de Murcia.

-¿Y las redes sociales?

-No tengo. No soy partidario, tu intimidad se va al traste. Yo siempre he estado muy cerca de las nuevas tecnologías, y como las conozco muy a fondo, para mí no las quiero. Uso las que necesito. El móvil y cuatro cosas, el Google Maps, el 'Whatsapp', pero nada más. Estamos viendo además la degradación del uso de las nuevas tecnologías. Vas a la playa y ves a todo el mundo mirando el móvil, boca abajo y boca arriba. Se pierde la comunicación, la socialización decae. No digo que sea bueno ni malo. Todo depende del uso que se haga de ello.

-¿Recuerda los primeros teléfonos móviles?

-Recuerdo el primer teléfono móvil que compramos para una empresa, que era vía satélite. Costaba tres millones de pesetas (18.000 euros), e iba en un maletín. El minuto de llamada salía a mil pesetas y pico (6 euros). Luego ya apareció el de coche, después el de Motorola, a principios de los 90, que costaba 200.000 pesetas (1.200 euros)...

-Un reloj-teléfono móvil de estos que están tan de moda... ¿Piensa comprarse?

-Pues no, de momento no... Mis hijos me regalan teléfonos de última generación y luego se los quedan ellos. Yo me quedo con el que llama y manda mensajes.

-En los ojos, ¿qué le ocurre?

-Tengo problemas en la retina, me han tenido que dar láser para fijármelas. Estoy operado dos veces de cataratas en los dos ojos. Veo manchas negras que, por ejemplo, me dificultan mucho a la hora de leer. A los diez minutos me mareo.

-Toda la vida trabajando con pantallas...

-Sí, eso me ha castigado bastante. Y tenga en cuenta que fijar la vista en las primeras pantallas era horroroso. Hasta hace unos cuantos años, cuando empezaron a subir los hercios, aumentaron los píxeles y se hicieron pantallas más grandes, al principio era muy duro de sobrellevar. Sobre todo en programación, que te obliga a estar muy pendiente de las líneas escritas en la pantalla. Te castiga mucho la vista. ¡Y también las lumbares! Además de eso, tengo miopía y astigmatismo. Vamos, medio ciego.

-Jubilado, ¿de qué es sinónimo?

-Hombre, jubilado viene de júbilo, de alegría. Para mí también es sinónimo de libertad.

-También suele ser sinónimo de consumado jugador de dominó. Usted, ¿domina?

-Sí, de vez en cuando.

-¿A qué más dedica el tiempo libre?

-Yo siempre he tenido muchas aficiones. La cocina, la jardinería, la agricultura, la albañilería, la fontanería, la electricidad... ¡De todo un poco!

-Vamos, es usted un chollo para familiares y amigos.

-Sí, sí. Me gusta ver las tripas de las cosas y arreglarlas.

-En la Asociación de Jubilados de la Comunidad, ¿qué hacen?

-De momento somos 85 socios, y subiendo. Intentamos hacer al menos una actividad semanal. Debatimos sobre un libro, o sobre un personaje, o nos vamos a comer y luego a un museo. O bien una conferencia, una charla-coloquio, o un viaje... Lo principal es que en la asociación estamos haciendo nuevas amistades. La vida es muy corta y, cuando llegas a esta edad, puedes disfrutar del tiempo y de las personas. También servimos de puente entre la sociedad y la administración, y pretendemos devolver algo a la sociedad de lo que hemos recibido. Es decir, seguir sirviendo a la sociedad gracias a nuestras experiencias adquiridas. Aún tenemos mucho que dar, mucho que ofrecer. Es evidente que envejecemos, pero no nos gusta que nos aparquen. Nos gustaría que alguien esperara algo de nosotros, más allá de nuestro papel como abuelos en las familias, que tiene su importancia. Antes, las personas mayores eran sinónimo de sabiduría, ahora no saben nada.

-Y hoy la sabiduría está a un golpe de ratón en internet...

-Sí. En la nube. Y lo que nos espera. Mire, el otro día hablaba con un gerifalte de HP (Hewlett-Packard) que me decía que tenían los cajones llenos de nuevas tecnologías que no podían sacar porque tenían que amortizar los descubrimientos anteriores... ¿Cómo vamos a sacar toda la tecnología de los coches eléctricos? ¡Primero hay que acabar con el petróleo!

-¿Qué es un error?

-La manera en la que se jubila a la gente. Mañana, a las ocho, pasas de tener todas las obligaciones del mundo... a cero. Es un cambio muy radical cuando en tu vida has ido acumulando una experiencia que no se encuentra en ningún libro, no está recogida en ninguna parte. Y eso lo puedes transmitir. Aunque, por supuesto, el primer día como jubilado sientes una gran liberación. El problema es cuando se pasa ese tiempo parecido al mes de vacaciones... y no tienes nada que hacer. El vacío es duro. Pero, como dice el eslogan de nuestra asociación, 'hay mucha vida después de la jubilación'.

-Usted, ¿tiene nietos?

-No, ¡yo soy un jubilado sin nietos! ¡Eso me da una libertad tremenda, una libertad que no se puede usted ni imaginar! Tengo dos hijos listos (risas).

-Vamos, que hace lo que le da la gana.

-Sí, esa es la libertad del jubilado. Y sin nietos (risas). Tengo otras obligaciones personales que no vienen al caso, lógicamente, pero tengo la suerte de que mi mujer, Ana María, siempre me ha dado libertad para todo. He estado ocho años en la tuna de Distrito de Murcia. Que si no lo digo, mis colegas me matan (risas). Yo con mi mujer no me he peleado en la vida. Nunca, en 40 años casado con ella. La gente no se lo cree.

-Lógico... ¿Ni una vez?

-Lo que es un enfado, nunca. A ver, que si ella quiere comprar un frigorífico, pues se compra. No vamos a ponernos especiales. Pero sí, hemos tenido esa suerte, que no es poco.

-¿Quién lleva la voz cantante en los fogones de su casa?

-Bueno, mi mujer también cocina, pero normalmente cocino yo.

-¿Y cuál es el plato más celebrado de su repertorio?

-(Seguro) Los arroces y el tocino de cielo. El tocino de cielo hay que saber hacerlo, no lo sabe hacer cualquiera. También platos regionales, olla de cerdo... De arroces, me quedo con el arroz con bogavante.

-Murcia es una de las autonomías con las pensiones más bajas de toda España. ¿Le da la prestación para el bogavante? ¿Cómo vive un jubilado de la Comunidad en esta región?

-Yo he cotizado desde la infancia, prácticamente. Me tendrían que haber dado más de la pensión máxima, pero me mandaron una carta, muy amables, diciendo que no me podían dar más del máximo, que estaba en 2.500 y pico. Con las retenciones y tal, pues al final se apaña uno. Vivo bien.

-¿A qué no está dispuesto?

-A venderme por dinero. Cuando he hecho algo, ha sido porque he creído en ello.

-¿Qué es lo mejor de la vida?

-Tomarla conforme viene. La vida tiene muchos altibajos, pero tienes que estar preparado para afrontarlos. Hay un dicho que dice 'el junco se dobla pero no se rompe'. Pues eso.

-¿Y lo peor?

-La enfermedad. A medida que pasan los años, se valora más la salud.

-¿Qué le han enseñado los años?

-A tener paciencia.

-¿Cree en extraterrestres?

-No.

-¿Somos los únicos habitantes del universo?

-No. Formas de vida que ni siquiera nos podamos imaginar sí puede haber, ¿por qué no? Hay miles de millones de estrellas, y alrededor millones de planetas. Las posibilidades de que haya cientos de civilizaciones son muchas. Pero de ahí a que nos hayan visitado los extraterrestres, que nos hayan dejado su tecnología... Eso hubiera dejado otra huella.

-¿Qué eliminaría de la sociedad?

-La codicia.

-¿Qué echa de menos?

-Las familias, como se juntaban antes. En su más amplia extensión. Los padres, los abuelos, los tíos, los primos, los nietos...

-¿De qué no se olvida?

-De los amigos.

-¿Qué es una locura?

-Borrar la historia. No quitar una escultura, ojo. Borrar episiodios de la historia. La historia está ahí y todo el mundo tiene que sacar consecuencias de lo bueno y de lo malo. Si te pones a borrar un episodio de la historia porque a ti no te gusta... Apaga y vámonos.

-Pero hay gente que no se siente cómoda viendo la escultura o el nombre del verdugo de su padre en su calle.

-¡Pero es que eso lo han hecho todos! Desde que el mundo es mundo, todo el mundo se ha matado y se sigue matando. Eso va con la condición humana. El bueno y el malo. Eso no se va a erradicar nunca. El ser humano es un depredador y a su vez no tiene más depredadores que los microbios. En el mundo sigue habiendo aberraciones, y guerras. Es un sinsentido.

-Y tanta tecnología ¿no puede servir para crear un mundo mejor?

-Hoy en día, hay un tío en un barco a miles de kilómetros de distancia, mete unas coordenadas y, como si fuera un videojuego, manda un misil y mata a miles de personas. Estamos en lo de antes. Diferenciaría por ejemplo lo que es la tecnología armamentística y la tecnología médica. Hay que diferenciar entre la tecnología bien utilizada y la mal utilizada.

-¿Qué le queda por hacer?

-Tener nietos. Con una nieta me conformaría.

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