Alberto 'El Rapao' con los platos de pulpo y gambas al ajillo en su restaurante El Caldero, en el Club de Regatas del puerto de Mazarrón. vicente vicéns / AGM
Antojos gastronómicos | Barra fija

Caña llorando, camarero cercano, caballitos, calamares y dos trozos de pulpo

Viernes, 4 de agosto 2023, 00:51

Comer en la barra es desde hace décadas deporte nacional. En Murcia somos miles de expertos en barra fija, en conversaciones de «te lo digo ... yo que de eso entiendo», de cañas desbordando su espuma hasta hacer piscina, de «ponme cuatro almendras mientras salen los caballitos» y de «Alberto, por favor, dale fuerza cuando puedas». No comemos igual en la barra como sentados en la mesa. La informalidad, la rapidez con la que se renuevan las bebidas y la cercanía con el personal que atiende la convierten en una experiencia única. Si además pillas un taburete y un lado de la barra para apoyarte, el éxito está asegurado. Por otro lado, en muchos sitios de Europa, el servicio en mesa lleva un incremento al que más pronto que tarde tendremos que ir acostumbrándonos a pagar, por lo que comer de barra puede ser una alternativa más económica que el comedor en unos años.

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En la Región de Murcia, además, fuimos pioneros en comer el menú del día en la barra. Cuando en la barra más importante de los últimos cien años, la del Rincón de Pepe, comenzó a ofrecer primero, segundo y postre o café por un precio ajustado para todos los públicos fue revolucionario en toda España y, hoy en día, en una seña de identidad de nuestra tierra. Pero además del menú del día, hoy vamos a hablar de barras donde ir a comer o donde tomarnos un buen aperitivazo.

A mí me gusta mucho apoyar el codo en las barras capitalinas de El Churra, Bar Verónicas, Café Bar, Gran Rhin, Candilejas, Pepe El Torrao o El Amarre, entre otros muchos. Fuera del circuito merecen una visita Ca' Juanma (Las Torres de Cotillas), El Julio (Molina de Segura), El Rincón (Alhama) o La Barandica (Cehegín).

Ahora en verano, que nos acercamos más a la costa, encontramos algunas alternativas interesantes, aunque es cierto que muchos restaurantes no dan abasto con la afluencia de clientes y han decidido anular la barra como servicio y utilizarla solo de uso para camareros. Resisten bares como El Caldero (Mazarrón), una de mis barras favoritas. Ideales las gambas al ajillo, las empanadillas de atún, las marineras y el trato del personal. Me gusta mucho el bacalao dorado de El Portugués (San Pedro del Pinatar) y la barra metálica y los pimientos rellenos de El Gallego (San Pedro del Pinatar), el marisco de La Lonja (Santiago de la Ribera, San Javier), todo de la barra de Ramón y La Tropical (Los Alcázares) y la fritura de pescado de La Barraca (Mazarrón).

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Del Mar Menor a Águilas

Si estás por el Mar Menor, merece la pena que te muevas un poco y visites El Rincón de Joaquín (San Cayetano, Torre Pacheco) que, aunque tiene un comedor espacioso, la barra es de las mejores que conozco por la inmensa carta que ofrece. Muy interesante el tapeo de La Taberna Mediática (Águilas), Parlamento Andaluz (La Manga) para tomarnos un parlamentario y unas aceitunas aliñadas en un ambiente muy flamenco; un vino blanco y una lata de berberechos en La Conservera (Cabo de Palos), uno de sus múltiples vinos en Vinissimo (San Javier) o cualquier tapa de la cervecería Ángel (Mazarrón).

Si todas estas barras te quedan lejos o no te apetecen, siempre puedes recurrir al chiringuito de playa de al lado y probar suerte. Al final, un par de amigos, Mbappé y una cerveza bien fría es casi suficiente para echar el rato.

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