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Imaz celebra el gol logrado de penalti.
Desgobierno, polémica y alivio final

Desgobierno, polémica y alivio final

El UCAM despierta tras verse contra las cuerdas y remonta ante el Numancia gracias a Jona

ANDRÉS CREMADES

Domingo, 27 de noviembre 2016, 01:29

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El UCAM logró ganar al Numancia en un choque descontrolado y con mucha polémica. Los de Soria, después de tenerlo todo a favor, no supieron gestionar su ventaja. Es verdad que el colegiado no ayudó mucho, pero también es verdad que jugadores como Mateu no pueden tener reacciones como la que tuvo y que costó a su equipo jugar gran parte del encuentro con uno menos. El choque era claramente de los sorianos, por posicionamiento y por juego. El UCAM, en una maraña de presión y de agonía por la posición en la tabla, no daba para más. Sin embargo, la entrada de Tekio, condenado por Salmerón, y de Jona, dieron un aire nuevo al equipo universitario, al que también echó un cable la tacañería del Numancia. Solo cuando perdían volvieron a la carga los sorianos y entonces demostraron que son un equipo peligroso y muy vertical, pero el partido no dio para más, aunque el colegiado gallego concedió hasta ocho minutos de prolongación que pusieron a temblar a más de uno.

Apático el UCAM desde el inicio ante un Numancia mejor plantado. La revolucionaria alineación universitaria dio ventaja al Numancia, que no tuvo problemas para dominar el partido en sus inicios. Julio Álvarez era el faro sobre el que giraba el equipo de Jagoba Arrasate. Los de Salmerón, sufrieron problemas en la triangulación y su juego era previsible. Así, en la segunda aproximación del Numancia, los de Soria lograron el primer tanto del partido. Fue en una acción por la banda izquierda de Mateu que Kitoko no pudo cortar, se produjo un centro al área y Albizua no llegó. Valcarce, que estaba detrás, cabeceó a placer al fondo de las mallas.

El gol, más que espolear a los murcianos, los metió de lleno en una confusión total. El Numancia mandaba, llegaba y, además, tenía todo tipo de aproximaciones, mientras que la defensa local era un despropósito, con malos despejes, pases imprecisos y sin claridad en el juego. Así, Julio Álvarez pudo marcar en un balón que se le quedó en la frontal, pero su disparo en el minuto catorce lo despejó Albizua.

El encuentro fue consumiendo minutos y, a medida que transcurría, fue cogiendo color el UCAM, gracias sobre todo la tacañería en el esfuerzo del Numancia. Tito y Sergio Mora comenzaron a ordenar el juego murciano. Los sorianos se replegaron con el gol a favor y sumaron hombres en defensa y en la línea de tres cuartos, metiéndose atrás.

El UCAM cambió entonces el chip y quiso madurar más el juego. Así, tocó más el cuero, apareció Nono por su banda y Collantes comenzó a mandar en su costado. El Numancia se dejaba llevar, esperando una contra para matar el encuentro. Eso sí, el dominio local era estéril y moría siempre en Escassi y Callens, que tenían blindado el espacio aéreo. Juanma, muy solo arriba, tenía que hacérselo todo.

El empate pudo llegar en el minuto treinta, cuando Nono robó un balón en el centro y dio un pase a Collantes, que se fue en velocidad y, ante la salida de Munir, le cruzó el cuero, siendo rechazado en última instancia por el poste. Era el mejor momento de los de Salmerón, pero enseguida se truncó todo de nuevo para los azulones, ya que Sergio Mora se lesionó en el despeje de un balón y tuvo que abandonar el terreno de juego. El partido no se movió más en el primer acto, debido en parte a las numerosas interrupciones que hubo.

Más empuje

Y llegó el segundo tiempo, en el que el UCAM fue más agresivo. Salmerón cambió a Juanma y metió a Jona, Tekio comenzó a abrir el camino y esto dio paso a una pena máxima, en un balón de Morillas al área que controló Jesús Imaz. Munir salió a por él, golpeándole. La pena máxima la ejecutó el mismo Imaz, que engañó al meta soriano, empatando un partido que se abría nuevamente.

El UCAM dominaba y al Numancia le podía la presión, tanto que en una acción en la banda, una protesta airada de Mateu le costó la roja. Con uno más, el UCAM volvió a dejar los deberes para el final y el Numancia, en un saque de esquina, logró el 1-2 tras quedarse Valcarce solo. El partido ya era un correcalles y en esas el UCAM empató en un gol más que dudoso. Munir controló la pelota, pero no consiguió atraparla del todo y Jona y Fran Pérez presionaron al portero en una posible falta, pero el balón acabó entrando y el árbitro dio gol.

El UCAM se fue entonces a por la victoria, mientras que el Numancia solo defendía y perdía tiempo. Collantes recibió un pase interior de Tekio, se fue en velocidad y pasó al área, donde Jona, llegando desde atrás, marcó. Llegó el alivio a la grada de La Condomina y a José María Salmerón, que ha pasado una semana mala con numerosos rumores sobre su posible destitución.

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