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Chavero, jugador del UCAM.

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Chavero, jugador del UCAM. Edu Botella / AGM
Fútbol | UCAM Murcia

La reacción tardía del UCAM no es suficiente para pasar del empate

Los de Rubén Albés, que fueron dominados durante gran parte del encuentro, mejoraron en el tramo final e incluso dispararon dos veces al palo

andrés cremades

Domingo, 25 de agosto 2019

El UCAM no pudo pasar del empate ante el Atlético Sanluqueño. Los universitarios, que mostraron que están en construcción, se encontraron con un equipo bien trabajado y con una descompensación de líneas que obligó a los de Albés a jugar a a intervalos, unas veces con buen juego, otras con un claro bajón físico y hasta con imprecisiones, pero los azulones no mostraron nunca una regularidad que les hiciera ser favoritos al triunfo. La reacción llegó tarde, aunque los locales tuvieron dos ocasiones de gol en sendos disparos que se toparon con los postes.

Hay motivos para la esperanza en el equipo murciano. La sobriedad de Hugo Álvarez atrás, y la clase de Aketxe y Chavero, que aún necesito acentuar su condición física, son dos bastiones de peso.

UCAM CF

Gianni, Adán Gurdiel, Galas, Hugo Álvarez, Ayala, Chavero, Barbosa (Javi Moreno m-76), Kevin Presa, Perales (Aketxe m-61), Mayoral y Camacho (Manu Justo m.66).

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Sanluqueño

Isma Gil, Luis Madrigal, Edu Oriol, Álex Cruz, Navas, Peli, Antonio Jesús, Mario Abenza, Álex Geijo (Darío Guti m-77) Nando Quesada (Güiza m-85) David Segura (Dani del Moral m.66).

  • árbitro. Escriche Guzmán (valenciano). Estuvo bien en en un partido exigido. Mostró tarjeta amarilla a los jugadores del UCAM Galas, Camacho y Chavero m-73, y a Navas y Álex Geijo, del Atlético Sanluqueño.

  • incidencias La Condomina. 1.455 espectadores.

La Condomina registró una buena entrada (1.455 espectadores) para ver a un equipo totalmente nuevo en posiciones y en jugadores, ante un Sanluqueño que salió a verlas venir. Los de Rubén Albés se anticipaban, circulaban con velocidad el esférico y mostraban las señas de identidad del equipo, que quedaron reflejadas en dos ocasiones claras, la primera de Gurdiel, que disparó cruzado y Luis Madrigal sacó bajo los palos, y otra acción elaborada por Chavero, que lanzó un pase de cuarenta metros que controló Gurdiel y su pase atrás no lo aprovechó Mayoral.

El equipo universitario sufrió un desplome por el paso al frente que dio el conjunto andaluz. Peli se llevaba todos los rechaces, Chavero no encontraba la fórmula para sacar el balón desde atrás y esto hizo que poco a poco los de Abel Gómez se hicieran dueños y señores del centro del campo y comenzaran avituallar de balones a un peligroso Álex Geijo. Y es que los verdiblancos empezaban a campar a sus anchas.

Nando Quesada se movía entre líneas como quería, con la zona de atrás cortocircuitada. Un Galas impreciso y un Ayala nervioso hacían que, unas veces sin contundencia y otras por errores en los pases, se creara una zona de guerra en la posición de mediocentro. Chavero se desgañitaba, pero el veterano jugador del UCAM apenas conseguía mover a un equipo que hacía agua en todas las posiciones del centro del campo.

Avisos visitantes

Álex Geijo avisó en varias ocasiones. El espigado delantero hispano-suizo, que se las tenía de todos los colores con los centrales azulones, disparaba al larguero en el minuto 18, a la media vuelta, aprovechando un fallo garrafal de la zaga local.

El UCAM estaba muy tocado y Rubén Albés no encontraba la solución. Mayoral había perdido la mordiente y no ayudaba en banda a un Gurdiel que se tenía que multiplicar. Por la derecha entró Nando Quesada en el minuto 24. El centrocampista se plantó ante Gianni y le disparó con intención al primer palo, pero el meta local envió el cuero a córner. Fue en esos momentos cuando comenzaron a aparecer los primeros pitos en las gradas. Esta reprimenda del público le vino bien al equipo, que tuvo, por mediación de Mayoral, la oportunidad de marcar en el minuto 27, pero su disparo, fuerte y mal colocado, se fue fuera.

A la media hora se paró el partido para descansar por el calor. Al UCAM le vino bien esta interrupción, sobre todo para aclarar conceptos. No podía ser que las ocasiones más claras del Sanluqueño las hubiesen tenido por errores de los universitarios. El equipo de Abel Gómez mereció irse con algún gol en su casillero.

Algo cambió en la segunda mitad en el equipo de la Universidad Católica. Rubén Albés, después de los primeros compases de la reanudación, se dio cuenta de que tenía que mover el banco, sobre todo porque el equipo no llegaba, no generaba y, aunque no pasaba mucho peligro, tampoco lo propiciaba.

La entrada de Aketxe fue un subidón para las gradas. Los espectadores se levantaron para dar la bienvenida al exjugador del Cartagena, un futbolista que enseguida conectó con el público, disputando dos acciones y tirando una falta que Isma Gil se las vio y se las deseo para sacar a córner. El equipo era otro y el juego también. Además, Albés metió enseguida más fuerza en la medular con Manu Justo y el partido se puso de cara para los murcianos.

El Sanluqueño comenzó a dar muestras de cansancio y también hizo sus tres cambios, con jugadores como Dani del Moral y Güiza, pero para entonces el partido solo tenía un dueño. El UCAM Murcia dominaba y lo mas importantes es que llegaba. Aketxe la tuvo en el minuto 83, pero entre un defensa y el palo el cuero no entró.

En el ochenta y seis llegó la jugada más bonita. Gurdiel arrancó por la derecha, apuró y centró al área, donde Aketxe, de cabeza, la estrelló en el segundo palo. Eran los mejores momentos de un equipo, el UCAM, que con más confianza mostró mejores argumentos.

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