El sencillo truco para recuperar las prendas encogidas: solo necesitas mascarilla para el pelo

Hacer la colada no tiene grandes secretos, pero sí requiere algunos cuidados para evitar sorpresas desagradables y conservar la ropa en buen estado. Desde destiñes por no clasificar bien los colores hasta daños por meter prendas inadecuadas en la lavadora o secadora. Esta tarea del hogar, al igual que muchas otras, puede entrañar ciertos riesgos que afectan el aspecto y la durabilidad de la ropa.

Uno de los problemas más frustrantes es encontrar que una chaqueta, un jersey o cualquier otra prenda ha encogido después de pasar por la secadora. Esto suele ocurrir no porque hayamos subido de peso, sino porque la prenda se ha reducido de tamaño debido a los ciclos de secado inadecuados. Aunque los electrodomésticos actuales cuentan con tecnología avanzada que minimiza este riesgo, aún puede suceder, sobre todo con materiales delicados.

La causa principal del encogimiento es el tipo de tejido de la prenda. Materiales como la lana son especialmente susceptibles al calor, la presión y el movimiento intensos. Cuanto más calor y fricción recibe una prenda, especialmente si es de un tejido delicado, más se compacta, formando nudos en la fibra que causan el encogimiento. Este problema puede evitarse lavando cada tipo de tejido por separado y utilizando las configuraciones adecuadas para cada material. Al mezclar tejidos distintos en un mismo lavado, las prendas de lana, por ejemplo, corren un riesgo mayor de encogerse. Otra solución sencilla es secarlas a una temperatura más baja. Aunque esto también puede ocurrir en la lavadora si se utiliza agua a temperaturas muy altas.

Afortunadamente, si enfrentas este problema, existe un truco casero que puede ayudarte a devolverle su tamaño original a la prenda encogida, evitando tener que desecharla. Este método, compartido por Andrea, conocida en redes sociales como Limpia Terapia y quien cuenta con más de 90.000 seguidores, resulta efectivo para prendas de lana, algodón o fibras naturales.

Llena un barreño o cubo con agua fría y añade una cantidad generosa de acondicionador o mascarilla para el cabello. Estos productos ayudan a suavizar las fibras, permitiendo que se estiren con más facilidad. Sumerge la prenda encogida en esta mezcla y déjala en remojo durante 15 minutos. Este paso es crucial, ya que permite que el acondicionador actúe sobre las fibras.

Pasado el tiempo, retira la prenda y, con tus manos, estírala suavemente para devolverla a su tamaño original. Hazlo con cuidado para evitar desgarrarla. Puedes repetir este proceso dos veces más si es necesario. Una vez estirada, enjuaga la prenda con agua fría para retirar los restos del acondicionador o mascarilla. Colócala sobre una toalla en posición horizontal, enróllala para eliminar el exceso de agua y, finalmente, tiéndela en una percha bajo el sol para que termine de secarse al aire libre.

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