Evita infecciones y mejora el sonido: así es cómo debes limpiar tus auriculares para usarlos de manera segura

Nos hemos acostumbrado a utilizar los auriculares mientras caminamos por la calle, viajamos en transporte público o hacemos ejercicio. Sin duda, estos pequeños dispositivos se han convertido en imprescindibles para muchos, tanto que algunos no son capaces de salir de casa sin ellos. Además, los avances tecnológicos han logrado que sean mucho más fáciles de usar. La aparición de modelos inalámbricos, que solo necesitan conectarse a nuestro móvil u ordenador a través de Bluetooth, sin necesidad de cables, ofrece mayor libertad de movimiento y comodidad.

Sin embargo, a pesar de todas sus ventajas, también tienen algunos inconvenientes, como problemas auditivos (pérdida de audición e incluso acúfenos o zumbidos) debido a un uso prolongado. Por otro lado, es fundamental tener en cuenta la limpieza. La suciedad, el polvo y el cerumen se acumulan rápidamente en las puntas de silicona de los auriculares, lo que puede provocar infecciones en el oído. Además, esto también puede afectar el funcionamiento de los auriculares y la calidad del sonido, acortando su vida útil. Por ello, es importante limpiarlos adecuadamente.

La forma de limpiarlos varía según la parte que quieras higienizar: almohadillas, cápsulas auditivas, estuche, cables, etc. Asimismo, se recomienda ajustar la frecuencia de limpieza en función del uso que les des. Por lo general, si el uso es esporádico, límpialos cada 4-6 meses. Por el contrario, si el uso es continuado, una vez al mes. De cualquier manera, lo mejor es consultar las recomendaciones del fabricante para garantizar el cuidado adecuado.

De silicona

Retira las almohadillas del dispositivo y lávalas con agua tibia y jabón (si son lavables). Asegúrate de secarlas completamente antes de volver a colocarlas para evitar daños en los auriculares.

De tela

Este material es más propenso a ensuciarse debido a su porosidad. Consulta las indicaciones del fabricante: algunas almohadillas se pueden lavar en lavadora, mientras que otras requieren limpieza manual con un paño humedecido con agua tibia y jabón. Después de limpiarlas, elimina el exceso de humedad con papel de cocina y deja que se sequen al aire durante varias horas. Nunca uses un secador para evitar daños.

De piel o piel sintética

Limpia con un paño de microfibra ligeramente humedecido con agua enjabonada. El paño no debe estar empapado. Para las zonas difíciles de alcanzar, utiliza un bastoncillo con desinfectante para eliminar las bacterias acumuladas.

Tras limpiar las almohadillas, retíralas si es posible para acceder a las cápsulas y rejillas. Usa un pincel o cepillo suave, como uno de dientes, para eliminar la suciedad superficial de los orificios. No introduzcas el cepillo demasiado profundo para evitar daños internos. Limpia la superficie externa con un paño húmedo, evitando tocar los controladores o altavoces, ya que son piezas muy sensibles.

Estas partes suelen ser más resistentes, pero también requieren cuidado. Límpialas con un paño suave y ligeramente húmedo, evitando productos químicos agresivos. No dobles ni tuerzas los cables para prevenir daños. En las diademas de piel o materiales sintéticos, presta especial atención para evitar el deterioro del material.

Las conexiones y puertos son zonas donde se acumula polvo con facilidad. Usa una lata de aire comprimido para eliminar residuos sin dañar los componentes. También puedes usar un bastoncillo de algodón ligeramente humedecido para limpiar las áreas externas de los puertos.

Si tienes auriculares inalámbricos True Wireless, es importante limpiar el estuche cargador. Utiliza un paño seco o ligeramente humedecido con alcohol isopropílico, que ayuda a desinfectar sin dejar residuos. Evita usar materiales que suelten pelusa.

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