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Este pequeño dispotivo permite reactivar con estímulos eléctricos los músculos de las piernas.
Los inventos del mañana

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INVESTIGACIÓN ·

La innovación médica y la defensa del medioambiente son las apuestas de los emprendedores en los últimos años

José Antonio GOnzález

Miércoles, 24 de julio 2019, 07:22

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Steve Jobs, fundador de Apple, hizo famosa la cita «Stay hungry, stay foolish». Frase que han adoptado muchos emprendedores y que anima a emprender y mantenerse con «hambre».

Este mes de julio, National Geographic y Rolex han seleccionado cinco proyectos «que recibirán financiación y otros beneficios para sus innovadores proyectos que mejorarán la vida en el planeta», señalan en un comunicado.

En la semana que Elon Musk ha desvelado sus planes secretos para Neuralink, la 'startup' que planea conectar el cerebro con máquinas. El neurocientífico Grégoire Courtine ha recibido un espaldarazo a su pequeño dispositivo que ha conseguido  devolver la movilidad a tres pacientes parapléjicos.

El pasado mes de octubre la revista científica Nature publicó el ensayo clínico realizado por el Instituto de Tecnología Suizo de Lausanne (EPFL). Durante la prueba, el equipo de Courtine implantó un estimulador en el abdomen de los pacientes.

Este pequeño dispositivo está conectado a un conjunto de electrodos en la región lumbar para reactivar con estímulos eléctricos los músculos de las piernas. Controlado de forma inalámbrica, los pacientes pasaron de pisar en una cinta de correr a caminar sobre el suelo tras la rehabilitación.

«Nuestros hallazgos se basan en un profundo entendimiento de los mecanismos subyacentes obtenidos a través de años de investigación sobre modelos de animales. Así pudimos imitar en la realidad tiempo cómo el cerebro activa naturalmente la médula espinal», apunta el neurocientífico de la EPFL.

La 'startup' GTX medical, cofundada por Courtine y Bloch, está apoyando su investigación en estos resultados para desarrollar una neurotecnología a medida con el objetivo de convertir este paradigma de rehabilitación en un tratamiento disponible en hospitales y clínicas de todo el mundo. «Estamos construyendo la próxima generación que también se pondrá a prueba muy pronto después de la lesión, cuando el potencial de la recuperación es alta y el sistema neuromuscular aún no ha sufrido la atrofia que sigue a una parálisis crónica. Nuestra meta es desarrollar un tratamiento ampliamente accesible», agrega Courtine.

Lucha contra la malaria

El reconocimiento al profesor de Lausanne permitirá «dar un impulso» a su idea. «Ahora más que nunca, necesitamos a personas que nos muestren cómo afrontar los problemas a los que se enfrenta la humanidad con iniciativa y determinación», asegura Arnaud Boetsch, director de Comunicación e Imagen de Rolex. 

Los premiados este ejercicio han sido seleccionados por «mejorar la vida en el planeta». África también recibirá la ayuda para luchar contra la malaria que tan solo en 2017 registró 200 millones de casos.

Con tan solo 26 años, Brian Gitta acumula reconocimientos al que se suma el premio a la innovación de la Real Academia de Ingeniería de África. Tras sufrir varios ataques de malaria, cuatro compañeros de universidad junto con Gitta crearon Matibabu, un dispositivo reutilizable y de bajo coste que detecta la malaria sin extraer sangre.

Gracias a una serie de imanes, el dispositivo emite un haz de luz roja para detectar la malaria en el dedo de los pacientes. «Tenemos la voluntad de luchar para hacer el cambio y romper las barreras que aún existen al acercar la salud a las comunidades y, por lo tanto, capacitar a las personas con herramientas y tecnologías que les permitan vivir una vida mejor», explican en su página web.

Fin al plástico

Al menos 8 millones de toneladas de plásticos acaban en el océano, una cifra que equivale a volcar en el mar un camión de basura cada minuto, según la ONG WWF. Además para 2030 se estima que la producción de plásticos aumente un 40%.

Desde 2016, Miranda Wang, empresaria canadiense y bióloga molecular, lleva mucho tiempo investigando cómo resolver el problema de la contaminación causada por el plástico.

Su proyecto toma como aliada a una bacteria que elimina una toxina peligrosa usada en los plásticos, en productos finales como dióxido de carbono o agua. En 2018, Wang ganó el premio jóvenes Campeones de la Tierra por América del Norte, en septiembre de 2018 y junto a Jeanny Yao, cofundadora de BioCellection, fueron incluidas en la lista «30 ganadores de menos de 30» de la revista Forbes.

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