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Clare Bronfam
Sectas, esclavas sexuales y millones

Sectas, esclavas sexuales y millones

La heredera del imperio licorero Seagram's se declara culpable de financiar a Nxivm, un grupo acusado de someter a veinte mujeres 

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Lunes, 22 de abril 2019

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La cadena HBO prepara ya un documental sobre el escabroso escándalo de esclavitud sexual en el seno de una secta en el que se ha visto envuelta Clare Bronfman, hija del difunto Edgar Bronfman, magnate de Seagram's, la multinacional canadiense de las bebidas espirituosas. Sexo, extorsiones, abusos y millones de dólares son los ingredientes del culebrón que se vivirá en las pantallas y en los tribunales. Su monumental fortuna no librará de la cárcel a la rica heredera, que se ha declarado culpable de asociación para delinquir en el seno de la secta Nxivm, que convirtió a una veintena de mujeres en esclavas sexuales del 'gurú' Keith Raniere. La fiscalía acusa a la cúpula de la secta de los delitos de tráfico sexual, extorsión, posesión de pornografía infantil, conspiración para robar identidades y blanqueo de dinero.

Reconocer que escondió a extranjeros indocumentados y usurpó la identidad de terceros sí evitará a Bronfman comparecer en el juicio contra Raniere, líder de la secta radicada en Albany, capital del estado de Nueva York, y único acusado de tráfico sexual en el juicio que comenzará el 7 de mayo, en el que se enfrenta a una pena que podría ir de los quince años a la cadena perpetua.

A Clare Bronfman, considerada directora de operaciones de la organización, se le acusa de aportar, junto a su hermana Sara, más de 100 millones de dólares de la fortuna familiar. Detenida en julio de 2018, aparecía en el directorio de Nxivm, la secta fundada por Raniere, que habría mantenido durante varios años un círculo de 15 a 20 esclavas que satisfacían sin rechistar sus deseos sexuales. Las mujeres eran marcadas a fuego, como el ganado, con las iniciales del líder en la pelvis. Forzadas a mantener relaciones sexuales con el «maestro» y a realizar tareas domésticas, eran inmovilizadas por otras mujeres en unas sesiones que se registraban en vídeo y en las que todas tenían que estar desnudas.

Rainiere, de 58 años y detenido en México en marzo de 2018, comandó durante los últimos 20 años los denominados Programas Ejecutivos de Éxito, dentro de Nxivm, con centros en Estados Unidos, México, Canadá y varios países de Sudamérica. Era un sistema piramidal que ofrecía cursos de cinco días por 5.000 dólares. Las participantes, que a menudo se endeudaban para pagar los cursos, debían trabajar para la secta. Todas eran alentadas a reclutar a otras para ascender en la escala jerárquica. Debían estar disponibles para el líder día y noche y eran extorsionadas con información comprometedora sobre amigos y familiares y fotografías de desnudos.

Clare Bronfman habría financiado demandas ante la justicia contra quienes plantaron cara a la secta, utilizó falsas identidades para acceder a datos informáticos y ayudó a Raniere a utilizara la tarjeta de crédito de una examante ya fallecida. Bronfman, de 40 años, hubiera afrontado una pena de 25 años de cárcel, pero su confesión limitará drásticamente su condena, que podría quedarse en dos años, según asegura AFP citando a un portavoz de la fiscalía federal de Brooklyn. La sentencia se conocerá el 25 de julio.

Otros cinco implicados en el escándalo se han declarado culpables. Entre ellos, Kathy Russell, investigada por ser la contable de la secta. También la actriz estadounidense Allison Mack, de la serie 'Smallville', que se declaró culpable hace unos días, acusada de asociación para delinquir y varios delitos vinculados a su presunto cargo de responsabilidad en la secta.

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