Sarna: qué es, síntomas, el falso mito de cómo se contagia y su tratamiento
Desde 2014 los expertos han detectado una «tendencia creciente» de personas afectadas por la enfermedad y tras la pandemia se observó un «importante aumento» de casos
Aunque la sarna es una enfermedad más común en países en desarrollo que cuentan con una escasa asistencia sanitaria, está presente en todo el mundo. Y es que existe una concepción equivocada de que solo se desarrolla en los lugares con escasa higiene. En países como España es un problema de salud que afecta a un número bajo de personas, pero esto no quiere decir que no exista riesgo de contagio. Además, el desconocimiento de qué es la sarna, sus síntomas y cómo se contagia provoca mucha confusión y no ayuda a que se frene su expansión.
En España, un estudio llevada a cabo por los investigadores del Centro Nacional de Epidemiología y del Centro Nacional de Medicina Tropical del Instituto de Salud Carlos III, que se publicó en noviembre de 2021, determinó que desde 2014 en los centros hospitalarios se ha detectado «una tendencia creciente» de personas afectadas por sarna que han sido ingresadas. Esta investigación apunta que la mayoría de los contagios se produjeron en entornos sanitarios, en un contexto social y en centros de personas mayores.
Por otro lado, la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) también ha manifestado el «importante aumento» de los casos de sarna desde el inico de la pandemia en Europa. Los expertos indican que en el confinamiento y el consecuente mayor contacto diario entre convivientes puede estar la causa de este incremento de personas afectadas.
Qué es la sarna y sus síntomas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la sarna en humanos es una infestación parasitaria causada por Sarcoptes scabiei var. hominis. Se trata de un ácaro microscópico que cuando entra en contacto con la piel se mete dentro y deposita huevos, «lo que acaba desencadenando una respuesta inmunitaria del huésped que origina un prurito intenso y exantema». La OMS señala que la infestación por sarna puede complicarse con una infección bacteriana, provocando la aparición de llagas en la piel y en el peor de los casos puede derivar «en consecuencias más graves, como septicemia, cardiopatías e insuficiencia renal crónica».
La Dra. Cristina Galván, dermatóloga del Hospital Universitario de Móstoles en Madrid, explicó, durante la celebración del 49º Congreso de la AEDV, que la sarna nunca «nunca ha sido objeto de especial interés para la investigación», por considerarse una enfermedad inofensiva. La experta aclara que el ácaro «no invade más allá de la epidermis, no es un germen invasor,y tampoco compromete órganos internos». Sin embargo, asegura que «produce una gran morbilidad con grave alteración de la calidad de vida», puesto que impide el sueño y su «rascado mantenido causa efracciones en la piel, que pueden sufrir sobre-infección bacteriana».
Sus principales síntomas son: picazón que se intensifica por la noche, lo que perjudica el descanso, y las ampollas en la piel. Estas ampollas aparecen sobre todo entre los dedos, pliegues, axilas, cintura, rodillas, nalgas, parte genital de los hombres, planta de los pies y senos.
Cómo se contagia y el falso mito
La Dra. Galván explica que la sarna «se contagia de persona a persona, por contacto cercano y mantenido de piel con piel». También se puede transmitir a través del contacto con tejidos donde se encuentre el ácaro. Por eso es crucial evitar estar en contacto con otras personas hasta que desaparezca la afección cutánea.
Desde el Grupo de Epidemiología y Promoción de la Salud de la AEDV inciden en «eliminar falsos estigmas ligados a esta enfermedad», como el hecho de que «se asocia a pobres hábitos de higiene», ya que «las duchas o baños habituales no previenen el contagio». Tampoco es cierto que lavar habitualmente la ropa de personas con sarna elimine el parásito, ya que sería necesario que se alcanzaran al menos 60 grados. Desmienten la idea extendida de que los probadores de ropa son un lugar donde se produzcan los contagios, ya que «no se consideran una vía de transmisión de la escabiosis».
Cuál es el tratamiento
Desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) recomiendan acudir a un especialista ante la mínima sospecha, ya que detectar cuanto antes la sarna es importante para evitar la propagación y que el tratamiento sea más eficaz. Advierten que los pacientes «pueden ser asintomáticos durante semanas» y que «al notar picores «tarden en acudir al dermatólogo».
Para tratar la enfermedad se utilizan cremas escabicidas, como la permetrina, que se aplica por toda la piel. Sin embargo, el Dr. Eliseo Martínez, coordinador del Grupo de Epidemiología y Promoción de la Salud de la AEDV, señala que «estudios científicos recientes apuntan a que, efectivamente, la permetrina está perdiendo eficacia, lo que coincide con la impresión de muchos dermatólogos en su práctica diaria». Por este motivo, los expertos han «cambiado el abordaje de la enfermedad, intensificando las pautas del tratamiento o combinando distintos fármacos».