'Don Juan' de la estafa

La Policía asegura que probablemente entre sus víctimas se cuenten «bastantes más» de cien, aunque solo están documentados 66 casos, porque muchas de las estafadas, por vergüenza o pudor, nunca han llegado a denunciarle. Nogueira, conocido policialmente como el «Don Juan de Marín» o «Don Juan estafador» fue detenido el pasado martes en el barrio madrileño de Pacífico, muy cerca de la estación de Atocha, cuando probablemente buscaba una nueva víctima.

Nogueira, de 42 años y reclamado esta vez por los juzgados de Bilbao, Burgos y Torrelaguna, no opuso resistencia cuando le pusieron los grilletes. Era la sexta vez que lo detenían. La última en febrero de 2017 en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) para ser conducido a un juicio a Pontevedra. Antes ya había sido arrestado en Valencia, Barcelona, Bilbao y Ávila. Y siempre por los mismos cargos. Y siempre ha quedado en libertad provisional, situación que ha aprovechado para proseguir con sus engaños.

Nogueira ha logrado vivir 21 años de las mujeres y las estafas. Y siempre con el mismo 'modus operandi': aprovecharse económicamente de mujeres vulnerables o compasivas. Sus primeros pasos en el mundo de la estafa compulsiva los dio en 1997, con el nacimiento en España de los chats de citas sentimentales en la red. Luego, ha seguido 'cazando' mujeres en todo tipo de webs de contactos, redes sociales y los más conocidos portales de citas. 'Facebook', 'Badoo', 'Lovoo', 'Adopta un tío', 'Tinder', 'Happn'.... Con perfiles falsos en el mismo portal examinaba a sus víctimas (según le convenía ofrecía una imagen de hombre duro o tierno) hasta dar con su punto débil.

Roi González Iglesias, Roy Pérez Alonso, Alex MacLoud, Leto Scorssi Delarco o Alex Bethancourt (entre otras identidades) podía ser de origen sueco, francés o italiano. Nunca confesó a sus víctimas que en realidad era natural de Marín, Pontevedra. Era un chef de éxito, un tatuador, un empresario de exportaciones, un diseñador, un fotógrafo, un viajante, un 'hacker'... cualquier empleo ficticio que le permitiera aparentar que viajaba constantemente y, sobre todo, tener falsos percances con sus tarjetas de bancos extranjeros para empezar con la estafa. Nogueira pasaba de la vida 'online' a la vida real poco después de conocer a sus víctimas. En cuestión de días, lograba introducirse en sus casas y en sus vidas. A veces mantenía hasta tres falsas relaciones sentimentales simultáneamente. Sus supuestos viajes le daban la coartada.

Una vez dentro de la vida de su nueva 'novia', comenzaba a pedir dinero prestado a cuenta de sus incidentes con los bancos. En cuanto se quedaba solo en casa de su víctima, arramblaba con todo: compras con tarjetas, préstamos exprés con las identidades de sus víctimas, robo de enseres y joyas, sustracción de todo el efectivo, desvío de dinero, saqueo de cuentas... y luego, en menos de una semana, desaparecía sin dejar rastro. Solo con el paso de los días las mujeres se daban cuenta de que habían sido víctimas de un tremendo engaño. Para entonces, el 'Don Juan', que tuvo un hijo hace 16 años con una de sus víctimas, había volado a otra ciudad.