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Greta Thunberg en La Vagabonde, junto a los otros tripulantes. Reuters

Greta Thunberg ya navega rumbo a España

La activista de 16 años cruza en un catamarán casi 6.000 kilómetros de océano para alzar la voz contra el cambio climático en Madrid

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Miércoles, 13 de noviembre 2019, 10:59

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Hace una hora comenzó la nueva travesía marítima de Greta Thunberg, sobre las aguas del Atlántico, rumbo a costas españolas. A media mañana, (hora de la costa este americana, las 15:00 h de España) zarpaba de un puerto de Virginia y escribía este mensaje: «Navegamos a casa».

Su largo viaje comenzó cuando, a los 15 años, hizo una «huelga por el clima» y dejó su escuela de Estocolmo. La «activista con asperger», como ella misma se presenta en la cuenta de Twiiter que usa como altavoz, se sentó en una calle con un cartel de tres palabras. Esa iniciativa, rebautizada como 'Viernes por el planeta', la sigue ahora 11 millones de personas en los cinco continentes. Y ella lleva un mensaje sencillo y eficiente: el cambio climático es una realidad, escuchad a los científicos, todos pueden hacer algo para salvar el futuro. «Nunca creía que algo así podía pasar. Sólo hice lo que podía hacer. Obviamente no era suficiente, pero al menos era algo», ha confesado. Ahora tiene 16 años y navega rumbo a España, para participar en la próxima Cumbre para el Clima de Naciones Unidas.

La COP25 empieza en menos de tres semanas. Ella había atravesado el Atlántico para llegar a Nueva York, a la reunión de la ONU donde encaró en el pasillo a un Donald Trump que fingió no verla. Permanecería allí, participando en diversas manifestaciones (por los derechos de los nativos americanos o de protesta contra los incendios de California), hasta que llegara el momento de partir hacia Chile, en un viaje vertical hacia el sur. Sin embargo, la sede del foro internacional se movió a Europa. Ella debía volver a cruzar el océano.

Hizo un llamado público solicitando ayuda para navegar los 5.700 kilómetros de agua que la separaban de su nuevo destino, al que respondió, por ejemplo, el Ministerio para la Transición Ecológica español. La oferta que la convenció la hizo una familia australiana que se dedica a recorrer el mundo en un catamarán, cuyas aventuras les han convertido en reputados 'youtubers'. En una semana arreglaron los detalles. A bordo irían los dueños del barco (padre, madre y bebé de 11 meses), un marinero profesional, Greta y su padre.

Greta Thunberg
Greta Thunberg Nicholas Kamm / AFP

Cuando empezaba la madrugada del martes (hora española) anunció: «Estoy muy contenta de decir que espero llegar a la COP25». Una larga travesía en catamarán, desde la costa este de Estados Unidos, en Virginia, hasta la oeste europea, aunque no se conoce el puerto de llegada. La embarcación de doble flotación que utilizará es de buen tamaño, y como todas estas naves tiene dos cascos con sus respectivos camarotes, unidos por una plataforma donde está el puente de mando. El catamarán suele ser más rápido que otras embarcaciones, por su menor resistencia en el agua y su doble tracción de vela y motor.

Si la embarcación que lleva a Greta pudiera alcanzar una gran velocidad (40 nudos, unos 80 km/h) demoraría unos cuatro o cinco días. Pero la mayoría no suelen ser tan veloces, más en esta época del año que, como señalaba la ministra Teresa Ribera en contacto con «personas cercanas» a Thunberg, no es fácil de recorrer esta parte del mundo. Así que se estima que, siempre que no se presenten contratiempos, el catamarán permita que la activista sueca llegue con holgura a Madrid, a una velocidad algo inferior a los 20 nudos. Pero la seguridad será la prioridad de 'La Vagabonde', como se llama el barco.

Volver al hogar

Lectora de 'The Guardian', el diario británico de izquierdas que le ha dedicado varios artículos, su travesía ha sido larga. Siempre fiel a su frase «los números no mienten, la ciencia es clara», recomienda «sonreír políticamente» ante quienes niegan el cambio climático. «Comencé a preocuparme por el cambio climático cuando tenía siete años», recuerda en un vídeo. «En la escuela aprendí lo básico, como que el planeta corría peligro por la emisión de los gases de efecto invernadero. Yo no lo podía creer porque, si eso era verdad, alguien debería estar haciendo algo muy seriamente. Pero nadie hacía nada. Y yo empecé a leer sobre esto y, mientras más leía, más entendía. Entonces ya no pude mirar a otro lado».

Ha publicado un libro, que salió esta semana en Estados Unidos, titulado 'Nadie es demasiado pequeño para hacer la diferencia'. Es una recopilación de discursos, y Thunberg asegura que se esperan traducciones y que las ganancias irán a obras benéficas. En la portada está ella con un impermeable amarillo y doble capucha en un espacio abierto, quizás un puerto, como el que la despedirá en unas horas rumbo al otro lado del mundo.

Después de Madrid, Greta Thunberg quiere regresar a Estocolmo. Quiere volver a sus rutinas. Extraña a sus perros. Tiene ahora 16 años y no tiene vergüenza ni temor de dar la cara por el planeta, por el futuro.

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