Estas son las formas más curiosas para quitar el hipo

Bien es sabido que un ataque prolongado de hipo puede llevar a la desesperación más absoluta. Es algo que tenemos aceptado en nuestra vida cotidiana y son muy pocos los que pueden decir que jamás lo han padecido. Internet es inmenso y muchos usuarios publican las formas que consideran más efectivas para cortar el ataque. Por otro lado, existen instituciones o stios webs médicos que también aportan información que puede ser de utilidad, como es el caso de Healthline y sus remedios más llamativos.

A pesar de tener asimilados los ataques de hipo, como pueden ser los de tos y bostezos, muchas personas no conocen la explicación exacta de su aparición. Según MedlinePlus, un servicio de información en línea provisto por la Biblioteca Nacional de Medicina de EE UU, consiste en dos partes: la primera se debe a contracciones involuntarias del diafragma, principal músculo de la respiración que se localiza debajo de los pulmones. La segunda radica en un cierre rápido de las cuerdas vocales, lo que produce el popular sonido 'hip' al ocurrir la acción.

Las causas que lo originan pueden ser numerosas: comer muy rápido, mucha cantidad o alimentos picantes; beber alcohol o bebidas carbonatadas; padecer de enfermedades que irritan los nervios que controlan el diafragma; sentirse nervioso o emocionado; hinchazón del estómago; ciertos medicamentos; cirugía abdominal; trastornos metabólicos o del sistema nervioso central... todos ellos originados por la irritación del diafragma, que suele ser el principal foco. Por ello, la web proveedora de información médica Healthline muestra las formas más peculiares para cortar el hipo y su explicación.

Intentar acabar con el hipo a través de técnicas de respiración y postura es de las formas más frecuentes, ya que, un simple cambio en una de estas dos puede relajar el diafragma. Abrazar las rodillas y emplear la 'maniobra de Valsalva' son de las más llamativas. La primera consiste, en primer lugar, en sentarse en un lugar cómodo, para después llevar las rodillas hacia el pecho y sostenerlas así durante unos dos minutos. La segunda se basa en intentar exhalar mientras se aprieta la nariz y se mantiene la boca cerrada.

Se trata de aplicar una pequeña fuerza con las manos a ciertas áreas del cuerpo que son particularmente sensibles a la presión, con el objetivo de ayudar a relajar el diafragma o estimular los nervios vago o frénico. Aquí destacan tirar de la lengua, que consiste en agarrar la punta de esta y jalarla suavemente hacia adelante una o dos veces, y apretar la palma de la mano, es decir, aplicar presión en la palma de la mano con el pulgar.

Los nervios vago o frénico también se pueden estimular comiendo ciertos alimentos o cambiando la forma de beber. Chupar un cubo de hielo durante unos minutos es una de las opciones, aunque hay que esperar a que se haya derretido hasta un tamaño adecuado para, finalmente, tragarlo. Comer un poco de azúcar es otra: hay que colocar una pizca de este producto en la lengua y dejarla reposar durante unos 5 o 10 segundos para después ingerirla.

Llegamos a los remedios más singulares de todos. Pues bien, uno de ellos es tener un orgasmo. Según Healthline, existe un antiguo estudio de un caso que involucra a un hombre cuyo hipo duró durante cuatro días y desapareció inmediatamente después de tener un orgasmo. El otro extraño método es aplicar un masaje rectal. Healthline afirma que hay otro estudio que reporta el caso de un hombre con hipo constante y que consiguió frenar el ataque con esta técnica. Se trata de insertar un dedo en el recto y aplicar el masaje con un guante de hule y suficiente lubricante.

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