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Así se levantaba la gente antes de que hubiesen despertadores

Así se levantaba la gente antes de que hubiesen despertadores

El primer reloj despertador no se inventó hasta el siglo XVIII

La verdad

Miércoles, 11 de abril 2018, 11:21

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El despertador es el gran aliado de los que nos despertamos temprano, aunque en más de una ocasión cuando suene queramos tirarlo contra la pared. Imagina por un instante como sería despertarse a tiempo antes de la invención del primer reloj despertador, que data de 1787, y las mañas y trucos que cada uno tenía que ingeniarse.

La gran población que vivía en el campo lo tenía relativamente más sencillo para despertarse por las mañanas, tan solo tenía que dejar una ventana abierta y, seguramente, los primeros rayos del amanecer, el canto del gallo y los sonidos de la naturaleza serían suficientes para que se despertara. La tribu nativa de los Sioux tenía un método incluso más eficaz, consistía en beber mucha agua antes de ir a dormir, por lo que pasadas unas horas tendrían que despertarse para ir al baño.

Durante la Edad Media, los grandes campanarios que presidian las plazas y los pueblos eran los encargados de marcar el comienzo del día. Desde el siglo XII comenzaron a instalarse el sistema de campanadas con un mecanismo que hacía bajar un martillo cada hora.

Con el desarrollo de las ciudades y la revolución industrial, las rutinas cambiaron drásticamente y se impusieron las jornadas de trabajo y los turnos en las fabricas. En el Reino Unido nació la curiosa figura de los 'Knocker-Uppers', que se dedicaban a recorrer las calles con unos palos muy largos con los que golpear las ventanas de los trabajadores. Una técnica tan efectiva como intrusiva para no llegar tarde al trabajo, mejor nos quedamos con el despertador.

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