Carlos III importó la tradición a España desde Nápoles
Domingo, 31 de diciembre 2017, 15:24
Casi un milenio tiene el documento escrito más antiguo conservado en Nápoles en el que se hace referencia al belén. Data de 1025 y habla del nacimiento exhibido en una iglesia. La tradición se desarrollará durante la Edad Media, pero no será hasta el siglo XV cuando surjan los primeros maestros artesanos que elaboren tallas de madera policromada de tamaño natural en posición hierática y ante un fondo pintado. El salto al belén moderno vendrá con la introducción de más figuras y de una dimensión más pequeña, su caracterización según la moda y las clases sociales del momento y la construcción de un paisaje y un entorno por donde deambulan los personajes. El momento de máximo esplendor para los belenistas llegará en el siglo XVIII de manos de Carlos III de Borbón, quien durante su reinado trató de convertir Nápoles en una floreciente capital europea, favoreciendo así a los artistas locales. Con su paso en 1759 a Madrid -de la que llegó a ser su 'mejor alcalde'- para convertirse en rey de España, importó a nuestro país la tradición belenística napolitana, en la que lo sacro se da la mano con lo profano.