El camerunés que llegó a España en patera y ahora es un guardia civil destinado en la Región de Murcia

El primer contacto de Jean Paul con el cuerpo al que ahora pertenece fue cuando estaba a punto de ahogarse en el mar. El camerunés huyó de su país por la difícil situación que atravesaba su familia y lo hizo, como tantos otros se ven obligados a hacer, en una patera.

Fue entonces cuando una lancha de la Guardia Civil los encontró en mitad del mar, cuando ya «no veíamos ni tierra», según relató el propio Jean Paul. En un vídeo difundido en redes sociales por el Ministerio del Interior, el ahora guardia civil de 30 años conto cómo fue su proceso desde que lo encontraron a punto de morir ahogado hasta este martes, cuando finalmente recogió su diploma.

«Fueron los ángeles de la guardia», afirmó Jean Paul. Y nunca mejor dicho, porque esos agentes de la Guardia Civil salvaron su vida y las de aquellos que le acompañaban. «Es una situación en la que ya no se sabe si alguien va a llegar o no», contó. «Y, cuando llegó la patrulla, dijimos: 'Por fin ha llegado alguien que nos va a ayudar'. Nos rescataron y nos dieron una nueva vida» añadió Jean Paul.

Fue esa gratitud a la Guardia Civil la que hizo que, años más tarde y tras superar un periodo de formación, se presentase a la oposición para convertirse él mismo en un agente del cuerpo. Y así, este martes se unió a los otros 2.494 nuevos agentes de la 130º promoción de guardias civiles que recibieron su diploma en la Academia de Cabos y Guardias de Baeza (Jaén).

El migrante, que a partir de ahora podrá lucir con orgullo su merecido tricornio, tiene claro los motivos que le llevaron a opositar. «Si a mí me pudieron ayudar y estoy donde estoy, yo puedo hacer lo mismo por otras personas que lo necesiten», afirmó, decidido.

Ahora Jean Paul ha sido destinado a la Región de Murcia, donde en los próximos días comenzará una nueva y emocionante etapa como agente del cuerpo. Un camino que, desde luego, no le asusta: «Antes de opositar ya sabemos a lo que nos enfrentamos. Sabemos que podemos tener que dar la vida para defender a una persona que lo necesita».

Si algo tiene claro este migrante, ejemplo de superación y sacrificio, es que por fin está listo para su nueva vida como miembro de la Guardia Civil. «Si otros lo han hecho, nosotros también estamos preparados para hacerlo», aseguró.

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