De amable farmacéutico a asesino implacable en Auschwitz
Antiguos clientes y vecinos pidieron ayuda a Victor Capesius cuando lo vieron con el uniforme de las SS en la rampa de llegada a Auschwitz: era el farmacéutico de su pueblo. Pero el boticario, que parecía tan amable, era un asesino implacable
Fátima Uribarri
Miércoles, 23 de octubre 2019, 11:37
Las familias, desconcertadas y angustiadas, se agarraban entre sí. Intentaban no separarse. En vano. Un oficial de las SS bajito y de rostro ancho (Cara de Perro lo apodaban) enviaba a los prisioneros a una columna o a otra. Mauritius Berner lo reconoció: era Victor Capesius, el farmacéutico de su pueblo.
A Berner lo habían separado de su mujer y sus tres hijas. Preguntó a Capesius por ellas. El boticario con uniforme de las SS le dijo: «Tomarán un baño. Las volverá a ver en una hora». Berner no las vio nunca más: las habían llevado a la cámara de gas.