Pétalos desde el Casino al paso de María de los Ángeles
La Cofradía del Cristo de la Fe reúne en su carrera de tintes frailunos a miles de devotos desde la iglesia de Capuchinos
Fue la tarde frailuna de ayer una estampa para la historia nazarena de Murcia. Estampa nazarena de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Fe adentrándose hacia Alfonso X bajo un cielo que, desde el primer instante de la procesión, auguraba una tarde magnífica, de esas que solo puede ofrecer la primavera en esta tierra. Ya podía olerse, con los azahares que adornan las calles donde no existen esos espantajos de árboles importados que son los brachichiton, o cómo demonios se llamen.
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Partió solemne el cortejo de Capuchinos, el desfile de recias túnicas de terciopelo marrón, portando una obra icónica en el Sábado Santo murciano: el Cristo que tallara Dorrego, el que eleva sus ojos azules al Cielo, ayer de un azul tan claro que casi se respiraba, que diría Jorge Guillén.
Es la procesión de la Fe recogida y rigurosa, de largas filas de penitentes que calzan sandalias de fraile y túnicas marrones
Es la procesión de la Fe recogida y rigurosa, de largas filas de penitentes que calzan sandalias de fraile, de incienso que acaricia los balcones, cada año más cuajados de gentes que buscan, tras el aluvión azul del Amparo de ayer, la segunda entrega de la Pasión según la entiende Murcia.
Y el contrapunto a tanta seriedad fue la alegre bandada de pequeños cofrades, que componen la hermandad infantil fundada en 2007, quienes despertaron no pocas sonrisas y aplausos entre la concurrencia. Portan en sus manos, como cada año y en esta ocasión también por la calle Jabonerías, otra novedad, diminutas cruces de San Francisco.
Estos pequeños, auténtica simiente nazarena, acompañaron al trono de Santa María de los Ángeles, la impresionante obra de Antonio Jesús Yuste Navarro que ayer fue aclamada en uno de los momentos más emotivos de la procesión. Ocurrió ante el Real Casino, desde cuyos balcones se lanzó una interminable petalada al paso de la Fe, auténtico prólogo de la primavera.
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