Restauración manual y control térmico para los bordados de Lorca
En Lorca se conservan las piezas textiles más valiosas de la Semana Santa española. Sus bordados en oro y sedas son únicos y requieren trabajos ... de conservación también depurados y exclusivos. Todos y cada uno de los centenares de mantos y túnicas del cortejo del Paso Azul se someten al exhaustivo control de calidad de las costureras, que los revisan palmo a palmo en los días previos a la Semana Santa para detectar cualquier descosido o arruga antes de salir en procesión.
Gloria Gázquez y María del Carmen Hernández ultiman el remate de flecos dorados de los mantos de la guardia pretoriana de Nerón, de 1972, que la hermandad ha restaurado este año, pasando el bordado de sedas a un terciopelo nuevo y renovando el oro, una práctica habitual en las cofradías para conservar piezas muy valiosas con el fin de alargar su vida y que puedan formar parte de la procesión en perfecto estado.
En los próximos días saldrán del Museo Azul de Semana Santa los bordados expuestos, auténticas obras de arte concebidas para su lucimiento en carrera, que durante todo el año se conservan en condiciones muy particulares. En las vitrinas hay instalados filtros de carbón activado que se van cambiando cada cierto tiempo para que pase siempre aire puro, explica el director del museo, Jesús García. Solo se iluminan con luces frías para no dañar las telas, la temperatura se mantiene inalterable y las piezas descansan en soportes para que no se deformen ni arruguen.
La Cámara de las Maravillas del museo de bordados del Paso Blanco es un búnker que alberga en tan solo 72 metros cuadrados las piezas declaradas Bien de Interés Cultural (BIC): el manto de la Virgen de la Amargura, el palio de su trono y los estandartes de la Amargura y de la Oración en el Huerto. Cuatro expositores con medidas adaptadas a las dimensiones de los bordados albergan esos tesoros centenarios. La comprobación de la temperatura y humedad son constantes durante todo el año con controles digitalizados y lecturas de los parámetros, según explicó a LA VERDAD la presidenta del Coro de Damas de la Virgen de la Amargura, María Jesús Pérez.
La cofradía restaura con minuciosidad dos bordados simbólicos que corresponden a los personajes de Teodosio I El Grande, cuyo medallón central data de 1935, y Valeria Maximila, trabajos que cuentan con una subvención autonómica de 90.000 euros.
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