Emoción encarnada ante el Cristo de la Sangre en San Cristóbal

Los sonidos de la procesión del Silencio llegaron a todos los rincones del barrio a través de los altavoces instalados en el Calvario Viejo. A las 21 horas, los vecinos asomados a sus balcones pudieron escuchar los himnos de la archicofradía interpretados por la banda de cornetas y tambores del Paso Encarnado y las tradicionales saetas a su titular.

Durante toda la jornada, la iglesia de San Cristóbal permaneció abierta para contemplar las imágenes del Paso Encarnado y una exposición extraordinaria de bordados. En el día más importante para la archicofradía, el alcalde, Diego José Mateos, miembros de la Corporación municipal y representantes de los Pasos Blanco, Azul, Morado y Negro y de la Archicofradía de Jesús Resucitado, cruzaron el puente del barrio sobre el Guadalentín para acudir a las 12 de la mañana al concierto de la Banda Municipal de Música, que se celebró en el atrio de San Cristóbal. Los músicos interpretaron los himnos de todos los pasos y las piezas dedicadas a las imágenes religiosas de la Archicofradía del Cristo de la Sangre.

Secada explicó que este acto fue una recreación adaptada de la tradicional convocatoria encarnada, en la que la directiva del Paso es recibida cada Jueves Santo a mediodía en el Ayuntamiento por el alcalde y por el resto de cofradías para invitarles a participar en la Procesión del Silencio. Los encarnados cruzan el puente para ir a la ciudad y este año fueron las autoridades las que hicieron el recorrido contrario. «Hemos querido celebrar un Jueves Santo manteniendo nuestras tradiciones en la medida de lo posible, pese a las restricciones». Todos los asistentes al acto lucieron en su solapa un clavel encarnado.