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El trono de la Santísima Virgen de los Dolores, en cuyo lateral se puede contemplar uno de los estrenos del Paso Azul, el nuevo paño de San Juan.

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El trono de la Santísima Virgen de los Dolores, en cuyo lateral se puede contemplar uno de los estrenos del Paso Azul, el nuevo paño de San Juan. David Giner / AGM

Desolación y júbilo en la noche azul

La lluvia obligó a la Dolorosa a resguardarse bajo la carpa de San Mateo para retomar poco después su desfile por la carrera

INMA RUIZ y Pilar Wals

LORCA | Lorca

Sábado, 24 de marzo 2018, 03:37

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Sentimientos enfrentados se vivieron anoche durante la procesión de Viernes de Dolores. Desolación, angustia, dolor y pesar por ver a la Madre desfilando mientras del cielo brotaba lo que parecían lágrimas de emoción. Y jubilo, alegría, felicidad y gozo cuando poco después se anunciaba que el desfile interrumpido durante poco más de media hora se retomaba. Esos instantes parecieron eternos. La confusión embargaba a todos y manolas, mayordomos y portapasos lloraban a los pies de la Dolorosa intentando buscar consuelo alzando las miradas al cielo como queriendo pedir una tregua.

La espera se hizo eterna bajo la carpa de San Mateo. Allí se cobijó el trono de la Santísima Virgen de los Dolores. Cientos de azules acompañaron a la talla de Capuz en tan difícil trance. A pocos metros del manto que ideara para ella Francisco Cayuela, una improvisada reunión del presidente del Paso Azul, José María Miñarro, y su junta directiva intentaba decidir sobre la situación.

Junto a ellos, el alcalde, Fulgencio Gil Jódar, que con su equipo más cercano ofrecía los últimos datos del tiempo. La confusión era patente, porque las predicciones no habían acertado a deparar tremenda situación. Tras unos minutos y cesar la lluvia, Miñarro decidió continuar con la procesión. La noticia corrió de boca en boca y en pocos minutos el cortejo azul retomó la carrera secundaria mientras por los altavoces de la principal anunciaban la buena nueva.

Esta noche en La Salve los mayordomos más veteranos acompañan a los que se incorporan

En pocos minutos, los palcos se llenaron de público que gritaban más alto que nunca vivas a la Dolorosa y al Paso Azul. Estoica la actitud de la presidencia, que en ningún momento abandonó sus tribunas. Y el trono de la Virgen de los Dolores volvió a alzarse hasta el cielo mientras la cara de los que la portaban se tornó de la más profunda tristeza a una alegría contenida. Encomiable la actitud de tantos blancos que consolaban a los azules a su paso mientras reanudaban su procesión. Y es que la Semana Santa de Lorca está por encima de blancos y azules, de azules y blancos.

La carrera secundaria dio paso a la principal. Fue entonces cuando el trono de la Dolorosa fue recibido con vivas, gritos y aplausos. La emoción contenida hasta el momento provocó el llanto en los que portaban a la Santísima Virgen de los Dolores. A su paso el graderío alzaba sus pañuelos hasta lo más alto y 'Las Caretas' resonaban una y otra vez. La recogida estuvo plagada de momentos emotivos. Nunca antes se había vivido una tan multitudinaria. A las puertas de San Francisco, cientos de azules acompañaban a su Virgen de regreso a su casa. Y en el interior de la capilla del viejo convento de San Francisco la espera se hacía eterna. Cuando la imagen de Capuz cruzó la puerta del templo y se situó ante el altar mayor, los abrazos de todos por la angustia vivida eran patentes. Se felicitaban por tener de regreso a la Madre después de una tarde noche plagada de incertidumbre, pero con el mejor de los finales.

El estreno de los nuevos paños de San Juan y Magdalena del trono de la Dolorosa quedaron casi en un segundo plano, como el resto del cortejo que sirvió de escolta a la titular del Paso Azul. Entre ellos, el Escuadrón de Caballería de la Guardia Civil, el único Escuadrón de Sables a caballo que permanece en activo en toda Europa. Esta noche la Virgen de los Dolores volverá a ser la protagonista de La Salve que ideara para ella Juan Antonio Gómez Navarro, en que los mayordomos más veteranos acompañan a los que se incorporan.

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