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Un grupo de coros y danzas toca y baila frente a la Basílica de la Caridad, rodeado de numeroso público. Pablo Sánchez / AGM
Con flores, rezos y alegría a la Caridad

Con flores, rezos y alegría a la Caridad

Más de 1.500 personas lucen sus trajes típicos en una ofrenda a la patrona festiva y rápida

Antonio López

Cartagena

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Viernes, 23 de marzo 2018

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María Iglesias, una vecina de Ciudad Jardín, lleva participando en el desfile de la ofrenda floral a la patrona, la Virgen de la Caridad, desde hace casi veinte años. Primero salía sola, después, con sus nueras y ahora, también junto a sus nietas. Tanto su traje como el del resto de su familia han sido elaborados por ella, y ayer a su «virgencica» le pidió «salud», para que «por muchos años», siga saliendo y vistiendo a los suyos. Esta mujer de 70 años fue una de las más de 1.500 personas que ayer participaron en una comitiva muy colorida, festiva y rápida. Comenzó en la Plaza del Ayuntamiento y terminó a los pies de la Caridad, después de poco menos de tres horas. Pilar y Ana Pedreño, Montserrat Hernández, Valeria, Gema y Sara Henarejos e Irene Martínez, las acompañaron, cada una con un ramo de claveles rojos y blancos.

La suya, la Asociación de Mujeres Ciudad Jardín, fue uno de los 53 grupos que participaron en el desfile, que recorrió las calles del casco antiguo. Pese a la previsión de mal tiempo, todos pudieron disfrutar del momento y exhibir sus trajes típicos de Cartagena.

La comitiva, encabezada por la alcaldesa, Ana Belén Castejón, y su equipo de gobierno, salió a las cinco en punto de la tarde y llenó de colorido el recorrido. Pasaron por la calle Mayor, la Puerta de Murcia, la calle Santa Florentina y la calle Parque, hasta llegar al templo. A ellos se les unieron muchísimos particulares que acudieron por su cuenta con sus propias flores, para honrar a la Virgen. Todos dejaban sus ramos a los dos grupos de floristas que había en la puerta principal. Estos los colocaban en los soportes metálicos

El bullicio era tremendo. Donde más, en la calle Serreta. Allí fue donde mayor afluencia de público hubo, ansioso por ver a los grupos y por aplaudir a, por ejemplo, la Agrupación Musical Cartagena 1990 y a Tambores Quillo. Estos fueron los primeros en llegar. Frente a la Basílica, los primeros tocaron el himno de Cartagena y los segundo, con sus trompetas, la canción ‘Tres veces guapa’.

Coronas y escudos

Entre el público que llenó calles y plazas estaban tres franceses, que recomendados por una amiga, no quisieron perderse la oportunidad de conocer algo más de la cultura de la ciudad que visitan esta semana. Bárbara Cerdán y Françoie y Alen Aegean recorren España en una autocaravana. «En nuestro país estas tradiciones se han perdido. Es una lástima. Aquí las han sabido mantener», dijo la primera.

Llegaron desde casi todos los barrios y diputaciones del municipio cargados de coronas, escudos, ramos y otros motivos florales. Entre ellos de Canteras, un grupo de mujeres ataviadas con el traje típico de canterana, o de Santa Lucía, quienes lucieron el atuendo de las pescadoras. También lo hizo la Agrupación de Romeros de San Ginés de la Jara. En este grupo iban alrededor de 40 personas, todas ellas con atavíos del siglo XVIII.

Quienes no se han perdido ni un desfile son Cati Fernández y Rosalía Zapata, de la Asociación Casco Antiguo. «Llevamos 34 años y siempre hemos salido juntas. Somos amigas desde siempre», contaron. Ambas llevaban trajes elaborados con sus propias manos, como el delantal que estrenaron ayer.

En esta ocasión, conforme llegaban los grupos a la basílica salían por la puerta trasera del templo que da a la calle San Vicente, ya que el edificio de la sacristía, por donde lo hacían en años anteriores, está en plena rehabilitación. Tanto en este acceso como en el principal de la iglesia había guardias de seguridad, para controlar el paso de los participantes.

Escoltados con música

No faltaron a su cita Pepa Martínez, Josefa Martínez y Caridad Tejedor. «Soy quizá una de las más veteranas del desfile. Tengo 87 años y hasta que pueda estaré saliendo», dijo. Por ello, pidió a la Caridad «fuerza para muchos años más». Desfiló con su nieta, Yolanda Rico, y con su bisnieta, Paula Pérez

Todos los grupos participantes fueron escoltados por distintas bandas de música, desde las tradicionales, hasta las rondallas, las de tamborileros, las de gaiteros y las de cornetas. Estos fueron muy aplaudidos tanto en la calle como en el interior de la iglesia, como el de Coros y Danzas Virgen de los Dolores, que exhibieron su arte en varias zonas del recorrido, entre ellas la calle Santa Florentina, donde el público se lo agradeció con una rotunda ovación. La Banda de Gaitas Sauces y el Grupo Folclórico Ciudad de Cartagena, también fueron vitoreados. Precisamente, en este último desfiló la consejera de Transparencia, Participación y Portavoz, Noelia Arroyo.

La música se unió al colorido de vestidos y arreglos florales. Estos, a su vez, se mezclaban con los vendedores de pipas, caramelos, globos de helio y algodón de azúcar que durante toda la jornada se podían encontrar trabajando en cada rincón del centro histórico.

Pero no fueron con los únicos que se mezclaron, lo hicieron también con los que sobre las siete de la tarde veían pasar al Cristo de la Divina Misericordia y a la Virgen de los Desamparados.

Procesión inaugural

A esa hora, el casco antiguo era un hervidero de cartageneros paseando de un lugar a otro. Los bares lo notaron. La mayoría tenía sus terrazas llenas, a pesar de que ya entrada las ocho de la tarde, la temperatura comenzó a bajar levemente, algo que hizo obligatorio usar ropa de más peso. El colorido, la alegría y el jolgorio dio paso a la seriedad de la procesión inaugural de la cofradía california.

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