Borrar
Los portapasos del grupo escultórico de La Sentencia, anoche con el trono por la calle Cañón, durante la procesión california.

Ver fotos

Los portapasos del grupo escultórico de La Sentencia, anoche con el trono por la calle Cañón, durante la procesión california. Ppablo Sánchez / AGM

El cautivo bien vale una silla

El público toma las calles en la gran noche california, pese al tiempo desapacible y las complicaciones para alquilar asientos. Los espectadores, sorprendidos por la sensación de frío tras una jornada calurosa, premian con aplausos a tercios y portapasos

Jueves, 29 de marzo 2018, 03:13

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Porque maravilla escuchar la marcha 'Solemnidad' a la banda de música de Almoradí, mientras avanza cuesta abajo por la calle del Cañón el grupo escultórico de La Santa Cena, con trece expresiones como trece son el maestro y sus discípulos, y en cuya mesa no faltan el cordero, el pescado y las frutas. Porque levanta admiración contemplar en la Puerta de Murcia al cautivo, a los sones de 'Jesús Preso' y con la férrea custodia de los Soldados Romanos, de entre los cuales uno hace sonar con el pífano la popular burla 'Perico pelao'. Porque asombra, por mucho que se haya visto, el disciplinado y colorido 'baile' de túnicas, capas y hachotes de los peninentes y por los aplausos que levanta el esfuerzo y el entusiasmo (sobre todo en los vivas a los apóstoles Santiago, Pedro y Juan) de los portapasos en la recogida Plaza de San Sebastián y en la ancha y larga calle del Carmen. Por todo eso, y por mil razones más, los californios volvieron a obtener anoche en Cartagena una respuesta multitudinaria de público en su procesión principal, la del Prendimiento.

Sin valorar todo eso y las innumerables sensaciones que suscitan en los espectadores los sonidos, las escenas y los detalles de la gran jornada de esta hermandad es difícil comprender en toda su magnitud la presencia de miles de personas cada Miércoles Santo, y en especial en una noche que sorprendió a muchos por el viento y la sensación de frío, tras una jornada soledada. Por si fuera poco, hubo muchas complicaciones para alquilar una silla.

No pocos se decidieron a plantarse una hora y media antes del inicio del desfile en el lugar donde deseaban ver pasar el cortejo, para guardarse a sí mismos y a sus amigos y familiares, un aposento. Este año, marcado ya de por sí por el fiasco en la adjudicación del contrato de colocación de las sillas por parte del Ayuntamiento -que no obstante ha prometido entregar íntegra a las cofradías la recaudación prevista-, ni los asientos están numerados, ni hay casetas de venta anticipada (hablar de hacerlo por internet suena a futurista). Toca armarse de paciencia, aguardar hasta la llegada del vendedor para hacerse con un tique y no moverse del sitio. Impropio de una Semana Santa declarada desde hace trece años fiesta de interés turístico internacional.

Reacción de los hosteleros

El enfado abarca a los hosteleros, que reclaman espacio libre frente a sus terrazas. El concejal de Vía Pública, Francisco Aznar, atribuyó ayer los problemas con la ubicación a las condiciones que tuvo que pactar el Ayuntamiento, la semana pasada, para que la empresa Sillas Gil aceptara colocar las localidades en los recorridos, tras la renuncia inesperada de la compañía adjudicataria, Multiservicios Festeros SLU. «Es cierto que este año se incluye por primera vez la ubicación de una fila de sillas por delante de las terrazas. Pero es que antes ninguna terraza de hostelería tenía derecho preferente. Cualquier ciudadano podría haberse puesto por delante, sin que se le pudiera reclamar que se quitara», explicó Aznar. El Consistorio aceptó cobrar 45.000 euros, y no 75.000, y solventó la papeleta, pero no deja de recibir críticas, entre ellas las del PP.

El concejal limita, en todo caso, la polémica a unos pocos locales: «Muchos otros han negociado con Sillas Gil para, tal y como aparece en el contrato, quedarse con esa primera fila, con descuentos de entre el 30% y el 50%. Esperamos que en el resto de las procesiones no haya problemas, pero estaremos vigilantes», aseguró. El jefe de la Policía Local, Eusebio Serna, ya tuvo que intervenir el martes para zanjar disputas.

Algunos hosteleros optaron ayer por adelantarse y colocaron sus sillas, para impedir que las pusiera la concesionaria del servicio. Pero los propietarios de los restaurantes La Sureña, en la calle del Carmen, y Puerta 14, en la calle Puerta de Murcia, aseguraron no haber tenido opción para reaccionar de ese modo.

«Es injusto e ilegal. En el pliego de la concesión se señala que solo el hostelero puede colocar sillas en la zona donde tiene su terraza, pero se lo están saltando a la torera y las colocan delante, algo que obstaculiza la visibilidad a nuestros clientes», crticó el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Cartagena, Juan José Escolar. Y anunció que ha puesto el asunto en manos de los abogados del colectivo, por las «pérdidas» que supone para el sector.

Pero ninguna controversia puede con la magna procesión de la Pontificia, Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús en el Doloroso Paso del Prendimiento y Esperanza de la Salvación de las Almas. Acompañando a su titular, a ese Jesús bajo arresto, cautivo y que cautiva a su vez a cartageneros y visitantes, caminaron entre otros, apoyados en sus correspondientes varas, el capellán de la hermandad, Francisco de Asís Pagán, y el presidente de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), José Luis Mendoza.

Con la Santa Cena estuvo la alcaldesa de Almoradí, María Gómez, pues hace setenta años que la banda de esta localidad acompaña a la agrupación cartagenera. Y entre los invitados al cortejo californio estuvo, asimismo, el exhermano mayor marrajo Domingo Bastida.

Había partido el desfile a las nueve de la noche de la iglesia de Santa María de Gracia, en la calle del Aire, y a las once y cuarto el incienso y las palmas del público envolvían a los portapasos de La Sentencia, al inicio de la calle Mayor. Y era ya medianoche cuando la Virgen del Primer Dolor enfilaba esa misma vía, tras doblar la esquina de la Plaza del Ayuntamiento, escoltada por el piquete del Regimiento de Artillería Antiaérea 73, que tiene su base en Tentegorra.

El Prendimiento, en 6 horas

Quedaban aún por delante tres horas de cortejo, cerradas por el canto popular de la Salve cartagenera a la Madre de Dios, a las puertas de Santa María. Todo un derroche de dedicación cofrade y religiosidad popular que, aunque a veces cueste conseguirla más de lo esperable, bien vale una silla. Pura entrega a la representación de la Pasión de Jesucristo, según los californios. Pura pasión california.

::

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios