Antonio José Nieto: «Es una experiencia maravillosa cantar saetas en Cartagena»
«Me habían hablado de la Virgen de la Piedad, pero hasta que no estuve frente a ella no puede experimentar lo emocionante que es»
Maloles Conesa
Lunes, 25 de marzo 2024, 08:43
Antonio José Nieto (Lucena, Córdoba) tenía la pasada cuaresma una cita muy especial en Cartagena, pero no sabía hasta qué punto. Pocas veces se ha sentido así cuando salía al escenario. Y eso que ya han sido muchos los concursos a los que se ha presentado el cantaor andaluz y otros tantos de los que se ha llevado premio. Pero esta vez tenía el lujo de cantarle a la Virgen de la Piedad en la iglesia de Santa María de Gracia despertando en él la emoción al recitar saetas en plena procesión. Fue en la final de la décima edición del Concurso Nacional de Saetas de Cartagena, organizada por la Agrupación de Portapasos de la Virgen de la Piedad, y el saetero, su ganador. Esta noche vuelven las saetas en directo a la procesión, con motivo de la salida en procesión de la Santísima Virgen en su encuentro con las Promesas de Cartagena.
-¿Cómo se sintió al cantar saetas frente a la Virgen de la Piedad?
-Ya me habían hablado de la imagen de la Piedad, pero hasta que no estuve frente a ella no pude experimentar lo emocionante que era. Cantar en un concurso suele ser más frío, porque la mayoría no se hace en iglesias. En este caso cantarle a la Virgen era prácticamente como si estuviera en una procesión.
«Este cante tiene de especial que le estás rezando a la imagen. Es el palo más duro del flamenco»
-¿Qué es lo que tiene de especial el cante por saetas?
-Básicamente, que le estás rezando a la imagen. Eso sí, es el palo más duro del flamenco. Cantar saetas supone un esfuerzo muy grande, tienes que cuidar mucho tu voz, pero es una gran satisfacción la que sientes cuando terminas la actuación.
-¿Cómo nació su afición por este palo flamenco?
-El flamenco y, en especial, la saeta, siempre me ha gustado desde niño. Aunque nadie de mi familia se ha dedicado al cante, sí que he visto desde que era pequeño cómo disfrutaba mi padre al escuchar flamenco. Fue a los 18 años cuando decidí que quería ser cantaor. Empecé a conocer a guitarristas, a preparar mis cantes, a entrar en ese mundillo y a participar en concursos para tener más tablas.
-¿Qué certamen le marcó más?
-Sin duda, uno al que le tengo mucho cariño es al certamen de fandangos de Lucena, mi pueblo. Fue un gran reto, pensé que nunca ganaría y al conseguirlo, supuso para mí una gran satisfacción. Pero de todos me llevo la experiencia. De este, de la Virgen de la Piedad, puedo decir de manera rotunda que en ningún certamen me han tratado igual que en Cartagena. La experiencia ha sido maravillosa.
«Puedo decir de manera rotunda que en ningún certamen me han tratado como en Cartagena»
-¿Qué consejos le daría a quien quiera dedicarse al flamenco?
-Ahora hay mucha más facilidad para aprender flamenco. Pero lo primero es tener unas facultades mínimas como son la voz y el oído. Y sobre todo, que se pongan a escuchar cante, que vayan a alguna escuela de flamenco, que conozcan a guitarristas y cantaores... ¡Y que practiquen mucho!
-¿Cuál cree que es la clave para ser un buen saetero?
-El 90% es básicamente tener una buena voz. ¡Y cuidarla! ¡Mucho! Yo, por ejemplo, cuando termino una actuación o me toca cantar en alguna procesión, me voy a mi casa a descansar. Y evito hablar para no forzar la voz. También la clave está en practicar, en cantar una y otra vez.